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Los niños saharauis ya disfrutan del verano con sus ‘familias’ canarias

Las asociaciones solidarias del programa ‘Vacaciones en Paz’ reciben a los pequeños procedentes de los campos de refugiados de Tinduf
Las escenas de alegría se repitieron durante toda la mañana con la llegada de los pequeños saharauis.
Las escenas de alegría se repitieron durante toda la mañana con la llegada de los pequeños saharauis. Fran Pallero

Siempre es un día especial, pero quizás el de ayer, por lo prolongada que ha sido la espera, lo fue más. La Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui (Acaps) y la Asociación Canaria de Solidaridad con el Pueblo Saharaui (Acsps), y con ellas, muchas familias, recibieron ayer por fin a los niños y niñas procedentes de los campamentos de refugiados de Tinduf, en Argelia, que se disponen a pasar en el Archipiélago el periodo estival.

El programa Vacaciones en Paz, que se desarrolla en toda España, había estado suspendido desde 2020 debido a las restricciones de seguridad sanitaria a las que ha obligado la pandemia del coronavirus COVID-19. Por ello, en los recibimientos que tuvieron lugar este viernes en diversos puntos de España a la habitual emoción se le agregó una alegría extra. Como la que se vivió a media mañana en el Polideportivo Municipal de Punta Larga, en Candelaria. El avión en el que viajaban los pequeños y sus monitores llegó a primera hora de la mañana al Aeropuerto Tenerife Sur-Reina Sofía y desde allí, con la colaboración de Titsa, sus conductores y los voluntarios de las asociaciones, fueron trasladados a Candelaria para recibir un refrigerio antes de vivir el gran momento de encontrarse con las familias de acogida.

“Hoy es un día de alegría. Estamos aquí para que estos niños y niñas de 8 a 10 años desconecten de las duras condiciones en las que viven en los campamentos, que disfruten y tengan unas vacaciones en paz como se merecen. No es justo que estén tantos años en esos campamentos de refugiados. Además de pasarlo bien aquí, también se les hacen revisiones médicas más completas y complejas. Las familias saharauis no se merecen llevar 46 años refugiadas, se merecen estar en sus tierras”, afirmó Alberto Negrín, coordinador de Vacaciones en Paz en Tenerife.

“Para nosotros esta experiencia es increíble -expuso Desi, que lleva participado en ocho ediciones de esta iniciativa solidaria-, se la recomiendo a todo el mundo. Hemos viajado dos veces al Sahara, nos hemos quedado en casa de la familia de las niñas a las que acogíamos. Este año pensábamos darnos un descanso, porque la familia saharaui no podía enviar este año a sus hijas, pero al final decidimos volver a ayudar y decidimos acoger nuevamente a otros niños”.

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