El festival MAPAS Fest, integrado en el programa Canarias en Escena del Gobierno regional, llevó el teatro, la danza, el circo y las expresiones artísticas en la calle a las ocho islas entre el 2 de junio y el 30 de julio. MAPAS Fest congregó a 8.848 personas en 43 espacios de 22 municipios, que albergaron 40 espectáculos diferentes. La primera edición del festival ha dado cabida a 14 procesos creativos y residencias para generar modos de acercar las artes escénicas a la ciudadanía.
En el balance que realizan desde el festival destacan la voluntad de facilitar al público una “programación internacional de artes escénicas de primer nivel, que trascienda los criterios de comercialidad con el fin de garantizar los derechos culturales de la ciudadanía”.
ESTRENOS
De esos 40 espectáculos, 38 fueron estrenos: 16 absolutos, 10 en España y 12 en Canarias. “El festival atiende a criterios que tratan de forma respetuosa y con sensibilidad las temáticas sociales contemporáneas”, argumentan desde MAPAS Fest. “El objetivo de facilitar a la población canaria el acceso a las artes escénicas del resto del mundo se alinea con el de visibilizar el trabajo que realizan en las Islas las compañías y artistas locales”. Con esa perspectiva, 17 de las 36 compañías y creadores han sido del Archipiélago, como Delirium Teatro (La inmortalidad), Nacho Cabrera (Palabras ajenas), 2RC (El jardín quemado) y Daniel Abreu (El arco).
Esta primera edición reunió a casi 300 artistas de 15 países: España, Costa Rica, Noruega, Perú, Dinamarca, Italia, Ucrania, Portugal, Chile, Argentina, Australia, Uruguay, Colombia, Bélgica y Sudáfrica. Algunas de las compañías internacionales han sido la suiza Finzi Pasca (Bianco su bianco), la australiana Circa (Humans y Sacre), la danesa-sudafricana Fix & Foxy (Dark noon) y la peruana Teatro La Plaza (Hamlet).
Del ámbito nacional destaca la participación en el festival de María Pagés, Premio Princesa de Asturias de las Artes 2022, con Las tentaciones de Blimunda (Homenaje a Saramago) y De Scheherezade; la compañía catalana Mal Pelo, con Highlands, y Avanti Teatro, con El síndrome del copiloto. Entre todas, llevaron a cabo 86 funciones repartidas por el territorio isleño.
A través del trabajo de coordinación con 25 instituciones públicas de Canarias, MAPAS Fest ha logrado descentralizar la exhibición de los núcleos capitalinos, “garantizando el acceso democrático a la cultura de toda la población”. Esta expansión ha trascendido los teatros y auditorios convencionales y ha llegado a espacios singulares como el Museo Arqueológico de Cueva Pintada, en Gáldar; Jameos del Agua, en Lanzarote, o la plaza de Caleta de Sebo, en La Graciosa. De los 43 espacios escénicos repartidos entre las diferentes islas, 21 son gestionados por entidades públicas y cuatro por privadas. A eso se unen 18 funciones gratuitas en las calles de las islas, con espectáculos como Sorriso o Almavera.
MAPAS Fest “ha sido un nodo dinamizador para diversos sectores de la economía local, no solo el artístico”, ponen de relieve los impulsores de la iniciativa. Por un lado, la inversión en producciones propias, como SegisMundos, Tremor, Palabras Ajenas o #Caer. Del suelo no pasas, entre otras, ha sido de 221.166 euros. Por otro, la cuantía destinada a producción técnica alcanzó la cifra de 305.773 euros, para 31 empresas canarias de técnica espectacular, equipamiento escénico, construcción escenográfica y personal.
Pero, además, una gran parte de la inversión se ha implementado en otras industrias culturales o en industrias anexas de alojamiento, transporte, logística o restauración, “que son uno de los factores clave de diseminación de la economía” en las iniciativas culturales. “En definitiva -subrayan desde el festival-, aproximadamente el 80% del presupuesto total se ha reinvertido en empresas canarias”.
MAPAS Fest es un proyecto apoyado por la Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias, con la colaboración de 25 instituciones públicas locales e insulares de las ocho islas, con un especial compromiso del Cabildo de Gran Canaria.
Tras el periodo de exhibición, MAPAS Fest trasciende ahora sus fronteras con 14 procesos y residencias artísticas o técnicas que siguen activas. Uno de estos procesos es Tremor, un proyecto de residencia creativa comunitaria de Francisco Medina Donoso, artista escénico chileno, que propone activar el tejido social de La Palma a través de una instalación escénica performativa, que permita, a un año de la primera erupción del volcán, releer el fenómeno geológico desde un punto de vista humano, social e identitario.
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