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Nemesio Pérez: “La principal razón del impacto de la erupción de La Palma ha sido vivir tantos años de espalda a la realidad volcánica”

Nemesio Pérez, responsable del Involcan, declara al DIARIO que confía en que “aprendamos la lección de Cumbre Vieja con una estrategia del riesgo volcánico”
Nemesio Pérez, vulcanólogo y director de Involcan
Nemesio Pérez Rodríguez, coordinador científico del Instituto Volcanológico de Canarias. Fran Pallero

E l coordinador científico de Involcan, Nemesio Pérez, se congratula del anuncio de que Canarias será la sede del Centro Volcanológico Nacional, lo que a su juicio pone de manifiesto que el Decreto de 2004 por el que se dieron las competencias al IGN “no era el modelo que había que seguir”. Sin embargo, más que la sede y su ubicación, el experto afirma que Canarias debe afrontar con urgencia la elaboración de una estrategia que aborde la reducción del riesgo volcánico “fundamentada en el conocimiento científico, la participación ciudadana y el consenso”. De lo contrario, “no hemos aprendido nada de lo ocurrido”. “La principal razón del gran impacto social y económico del volcán de La Palma ha sido vivir de espalda a la realidad de nuestro territorio”.

-Por fin se ha cumplido el mandato para centralizar en las Islas la vigilancia del riesgo volcánico, una lucha mantenida desde hace décadas.
“Desde 2005 las cámaras legislativas (Senado, Parlamento de Canarias y Congreso de los Diputados) dicen con una claridad meridiana que todos los recursos humanos y técnicos que las distintas administraciones disponen para la gestión científica del riesgo volcánico en España converjan bajo una misma estructura que se llamaría Centro Nacional de Volcanología o Instituto Volcanológico de Canarias, al ser la única región con riesgo volcánico en España. Yo espero y deseo que las intenciones de los presidentes Sánchez y Torres sean cumplir con estas decisiones unánimes por razones más que obvias”.

-¿Qué supondrá para la sociedad canaria que se consume este cambio y la sede del Centro Volcanológico de España se implante en las Islas?
“Confirmar que el Real Decreto 1476/2004 no era el modelo idóneo para la gestión científica del riesgo volcánico en España, dígase Canarias, la única zona volcánicamente activa del territorio nacional con riesgo volcánico. A diferencia del modelo exclusivo del real decreto de 2004, el modelo es el de la suma de esfuerzos de todos los recursos humanos y técnicos bajo una misma estructura, como así se demanda unánimemente por el Senado (2005), el Parlamento de Canarias (2006) y el Congreso de los Diputados (2009), y que además ha provocado el apoyo de más de 200 investigadores nacionales e internacionales (2005), así como el de las asambleas de la Fecam (2008) y Fecai (2014)”.

-No se ha desvelado su organigrama ni el reparto de áreas de gestión o investigación. ¿Será un primer paso para limar las rencillas entre IGN y el Involcan?
“El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) tiene por misión mejorar y optimizar la gestión del riesgo volcánico en España, así como en otras regiones o países con riesgo volcánico, especialmente en aquellos con los cuales existen fuertes lazos culturales e históricos, a través del avance del conocimiento científico, la cooperación, la formación y la divulgación, así como contribuir a mejorar la gestión de las numerosas oportunidades que ofrece vivir en una región volcánicamente activa para el fortalecimiento del tejido económico y empresarial ligado a los sectores turístico, energético y medio ambiental mediante la potenciación del geoturismo, la geotermia y otros recursos geológicos. Y por visión, convertirse y consolidarse como una entidad de referencia internacional en la gestión integral del fenómeno volcánico en regiones volcánicamente activas, promoviendo el intercambio de conocimientos entre grupos de investigación y la potenciación de la cooperación como método de trabajo, con el fin de incrementar su visibilidad internacional y contribuir al desarrollo sostenible de las regiones volcánicas. Estoy seguro de que mis colegas del IGN comparten esta misión y visión que tenemos para el Centro Nacional o el Instituto Volcanológico de Canarias”.

-¿Deben integrarse ambas en el nuevo centro o mantener sus autonomías?
“Al igual que el personal del grupo de volcanología del ITER ha entrado a formar parte de esta entidad, yo estaría encantado de que mis colegas del grupo de volcanología del IGN vean que formar parte de esta entidad demandada por las cámaras legislativas es el camino del sentido común y la responsabilidad pública por la gestión científica del riesgo volcánico.En el Involcan confluyen tanto personal científico y técnico propio como personal colaborador científico ligado a un importante número de instituciones de I+D, tanto nacionales como internacionales, en un esfuerzo conjunto por el desarrollo de la investigación y la formación sobre el fenómeno volcánico. En la actualidad se estructura en cuatro áreas o divisiones: Vigilancia Volcánica, Volcanología, Georriesgos y Georrecursos”.

-Muchos no entendemos que no haya cooperación de datos y de medios materiales y humanos entre ambas instituciones.
“Eso ya no será un problema, porque espero y deseo que todos trabajemos juntos bajo esta misma entidad que debe ser pilotada desde Canarias y no desde Madrid por el avance del conocimiento científico al servicio de la ciudadanía”.

-En el caso de mantener sus autonomías, ¿qué papel deben desempeñar el Gobierno canario y el resto de cabildos en la gestión de este centro nacional o, en su caso, del Involcan?
“Creo que todos debemos trabajar juntos bajo la estructura demandada por las cámaras legislativas y que este proyecto de futuro para las Islas sea pilotado desde Canarias a través del Gobierno regional y los siete cabildos con el apoyo sin fisuras de la Administración General del Estado, haciendo frente a los lobbies que dentro de la AGE han existido durante todos estos años poniendo piedras en los zapatos a este importante proyecto cuya finalidad es trabajar por la seguridad de las personas que residen en Canarias”.

-Se ha iniciado una disputa sobre su ubicación. El Cabildo de Tenerife argumenta la apuesta desde hace más de 30 años por la vigilancia y la gestión del riesgo volcánico y la creación de Involcán con recursos propios y sin ayuda, y el Cabido de La Palma, el hecho de haber sufrido un mayor número de erupciones en los últimos 100 años y contar con un espacio vivo para el estudio. ¿Qué opina de esta controversia?
“Realmente, me apena profundamente, porque todos los canarios, y máxime sus representantes públicos, debemos actuar con sentido común y responsabilidad. Cuando hablo de sentido común me refiero a que la voz de la comunidad científica es la mejor de las garantías para que las cosas se hagan con cabeza, sin que los sentimientos inunden el raciocinio. Las demandas unánimes de las cámaras legislativas dicen con una claridad meridiana que la sede principal del Instituto Volcanológico de Canarias debe estar ubicada en Tenerife, con sedes en otras islas como La Palma, Lanzarote y El Hierro, por haber sido escenario de erupciones históricas, pero incluso en Gran Canaria, que ha tenido más de una decena de erupciones en los últimos 10.000 años. En volcanología, una zona se considera activa si ha experimentado al menos una erupción durante los últimos 10.000 años. La razón de que Tenerife sea la sede principal se fundamenta en dos argumentos científicos indiscutibles: primero, es la zona del territorio nacional con mayor riesgo volcánico y, segundo, la presencia del Teide, uno de los 16 volcanes de la década, catalogado así por la Asociación Internacional de Volcanología (Iavcei) y la Unesco por su historial de erupciones y su proximidad a zonas densamente habitadas en las que es susceptible de provocar un desastre de dimensiones mayores que las que hemos experimentado recientemente en La Palma”.

-El próximo mes se cumplirá el primer aniversario del inicio de la erupción en La Palma, una de las más importantes en las últimas décadas. ¿Cómo avanza la situación sísmico-volcánica?
“Pasadas las tres primeras semanas de la erupción en Cumbre Vieja (2021), el Involcan acuñó que estábamos ante la erupción más importante de Europa en los últimos 75 años como consecuencia de la ingente cantidad de dióxido de azufre (SO2) que estaba emitiendo el proceso eruptivo y el daño que estaban ocasionando sus coladas de lava. Esta referencia se la transmitimos a los presidentes Sánchez y Torres con la finalidad de situarles sobre el calibre del proceso eruptivo. En la actualidad Cumbre Vieja se encuentra en una fase poseruptiva que puede durar años”.

-Ocho meses después continúa la prohibición de acceso a Puerto Naos o La Bombilla debido a los altos niveles de gases. ¿Qué está ocurriendo en esa zona para no poder recuperar la normalidad? ¿Se podría acometer alguna acción para adelantar la vuelta de sus vecinos?
“Desde que finalizara la erupción de La Palma, el pasado 13 de diciembre de 2021, los núcleos poblacionales de Puerto Naos y La Bombilla se están viendo afectados por unas emanaciones anómalas de dióxido de carbono (CO2) que generan una mala calidad del aire en el interior de los inmuebles. Esta afección es mucho más aguda en los sótanos y plantas bajas, a nivel de calle, y su intensidad tampoco es uniforme en toda la zona. Estamos intensificando la monitorización del peligro volcánico para mejorar su gestión y buscando el compromiso de todos para caminar en ese sentido”.

-No olvidemos al Teide. Cada cierto tiempo hay enjambres sísmicos que tienen su origen en la actividad hidrotermal y no implican una mayor probabilidad de erupción. ¿A qué se deben estos movimientos de agua, vapor o gas?
“La actividad sismovolcánica de Tenerife refleja cambios en los últimos años, detectados tanto por observables geofísicas como geoquímicas, y la presurización del sistema volcánico-hidrotermal existente en el interior de Tenerife parece ser la razón de estos cambios”.

-Lleva desde 2008 divulgando los riesgos a los que estamos expuestos en las Islas. Afirma que ni la sociedad ni la política han sido conscientes ni han percibido ese riesgo, quizás debido a que las erupciones en Fuencaliente o La Restinga no tuvieron una gran afectación al territorio o en la económica en comparación con la última de Cumbre Vieja. ¿Habrá que continuar insistiendo en las charlas por los colegios y municipios?
“Nuestra sociedad (administrados y administradores) tiene una pobre percepción del riesgo volcánico en Canarias y la única forma que tenemos para corregir esta realidad es a través de programas educativos destinados a fortalecer la percepción del riesgo volcánico en Canarias. Nuestro grupo de I+D lleva desde 2008 visitando los 88 municipios de Canarias, informando y educando sobre los peligros y cómo reducir el riesgo volcánico; por lo tanto, estamos muy comprometidos con esta tarea que es tan importante como la de vigilar los volcanes”.

-Ha insistido en abordar una estrategia oficial para reducir riesgos futuros en el Archipiélago. ¿La erupción en Cumbre Vieja quizás nos abra los ojos y será el punto de inflexión?
“Desde el pasado 26 de diciembre y durante una visita a La Palma de los presidentes Sánchez y Torres, expresé la necesidad y la urgencia de elaborar una Estrategia Canaria por la Reducción del Riesgo Volcánico fundamentada en tres pilares básicos: conocimiento científico, participación ciudadana y consenso. De lo contrario, no hemos aprendido nada de lo ocurrido en La Palma. Es verdad que la erupción de Cumbre Vieja ha tenido un gran impacto social y económico en La Palma, pero la principal razón de este gran impacto ha sido vivir durante muchos años de espalda a la realidad volcánica de nuestro territorio. Me apena el poco interés de muchos de nuestros responsables públicos a esta iniciativa propuesta por el Involcan, mientras que parece que ponen su foco en otros asuntos muy alejados del conocimiento científico, pero con una carga inconmensurable de oportunismo puro”.

-¿Cuáles serían las principales medidas que deberían realizarse para minimizar los daños de una catástrofe como la vivida en el Valle de Aridane?
“Es urgente y necesario que todas las administraciones públicas cumplan con las decisiones unánimes de las cámaras legislativas para fortalecer la gestión científica del riesgo volcánico en Canarias por razones obvias, y la suma de esfuerzos de todos los recursos humanos y técnicos existentes bajo un paraguas ya existente que se llama Instituto Volcanológico de Canarias o Centro Nacional de Volcanología. Igualmente es prioritario ponernos a trabajar en la elaboración de la Estrategia por la Reducción del Riesgo Volcánico, que contenga luces largas y cortas en lo que respecta a tiempos e intensidades de las medidas”.

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