Hay interés por convertir en hoteles varias casonas del casco histórico de La Orotava. Así lo aseguró ayer el alcalde, Francisco Linares, quien añadió que “tiene constancia” que en la Oficina Técnica Municipal se han presentado proyectos para restaurarlas y transformarlas en hoteles pequeños, acordes con el modelo turístico sostenible, alternativo y diferenciado que ofrece la Villa.
De concretarse, estos inmuebles se sumarán a los tres alojamientos que hay en el municipio y “para ello hay que seguir unos procedimientos patrimoniales que se van a cumplir exhaustivamente”, subrayó el mandatario.
“Tenemos un casco histórico precioso pero deshabitado, por eso no abogamos por construir más hoteles, sino por proteger y cuidar lo que tenemos y apostar por la rehabilitación de los inmuebles del centro histórico”, declaró.
El regidor municipal hizo estas declaraciones durante la presentación del balance de la Oficina Municipal de Turismo el pasado año acompañado de la concejal del área, Delia Escobar, y de Sonia Sonia Kamstra, trabajadora desde hace muchos años en el departamento que se jubila en breve.
En este sentido, Linares consideró que se debe cambiar el modelo de calificación turística ya que el municipio “tiene un gran potencial de cara a los visitantes por sus encantos y valores excepcionales tanto patrimoniales, naturales, etnográficos, paisajísticos como gastronómicos, museísticos y artísticos.
Además de ser la única localidad canaria y entre las diez de España, que mantiene la esencia de ser ciudad Cittaslow con el sello que conlleva de calidad turística y de sostenibilidad”.
La concejal confirmó que los puntos de información turística atendieron en 2021 a un total de 23.140 usuarios, un 49,74 % más que en el 2020.
En concreto, por la Oficina Municipal de Información Turística, que en marzo del pasado año se trasladó a su nueva ubicación de la calle Carrera Escultor Estévez, pasaron 21.213 usuarios, mientras que en el punto de información turística de la Plaza de Casañas, frente a la iglesia de La Concepción y que no estuvo operativo los meses de enero y febrero se atendieron a 1.927 personas.
Respecto a las nacionalidades, los españoles (12.737) son quienes más visitaron La Orotava, seguidos de franceses (3.898), alemanes (1.779), mientras que un 3% proviene del Reino Unido y el resto, el 10,19%, procede de más de 40 nacionalidades diferentes, en su mayoría italianos.
“Con estos datos se comienza a detectar que se remonta ligeramente con respecto a 2020, año en que comenzó la pandemia y en el que se contabilizaron 15.453 usuarios”, apuntó Escobar. Y, confió en que este año se llegue a cifras similares a las de 2019, cuando se registraron 42.501 usuarios en la Oficina de Información Turística dado que en los 8 primeros meses ya se ha llegado a los 20.000 visitantes.
La mayoría de los turistas solicitan información sobre gastronomía local, espacios emblemáticos como el Parque Nacional del Teide, miradores, jardines, los cinco museos, y rutas de senderismo o históricas como los antiguos molinos de agua.
Delia Escobar resaltó los buenos resultados del Plan Estratégico Turístico, el que se trabaja con un claro objetivo: que el turista “pase el mayor tiempo posible en el municipio” y para ello ha sido necesario crear “productos turísticos” que repercutan en la economía local.