Paulino Rivero tiene todo el fin de semana para decidir si se convierte en presidente del CD Tenerife. El lunes o el martes de la próxima semana serán claves para conocer si el expresidente del Gobierno de Canarias acepta el sillón presidencial blanquiazul que le han propuesto los accionistas sindicados.
Rivero no lo tiene claro y mostró dudas en la última reunión que mantuvo con los propietarios del club, celebrada en la tarde del pasado jueves, tal y como informó ayer DIARIO DE AVISOS.
Fuentes consultadas por este diario, que estuvieron presentes en dicha reunión y a la que acudieron seis personas, explicaban ayer que Rivero ha expuesto cierta incertidumbre sobre su decisión. Ante las dudas, y en la confianza de lograr convencerle, habrá una próxima reunión.
Por ahora, no hay un sí de Rivero. Es más, las fuentes consultadas muestran su sorpresa por algunas informaciones que apuntan a que el exdirigente se hubiera comprometido ya con el cargo. No quieren adelantar acontecimientos, y tienen fe en que, cuando se produzca la noticia, sea favorable.
Tantas son las dudas a estas alturas que la próxima semana no se celebrará la rueda de prensa que tenía previsto dar Concepción para anunciar su marcha y la persona que le relevará.
Hay una fecha límite para dar este paso: el 15 de noviembre. ¿Por qué ese día? Por la sencilla razón de que la Junta de Accionistas del relevo presidencial está prevista para el 15 de diciembre y se debe anunciar públicamente con un mes de antelación. Es decir, Concepción tiene un mes para convocar a la prensa, pero no lo hará hasta que no esté resuelto el dilema de su sucesor. En caso de que haya una respuesta negativa de Rivero, los jerarcas ya podrían estar manejando un plan B.
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