Por Benjamín Reyes / Depedro presentará su disco más reciente, Máquina de piedad, el próximo viernes, día 11 (21.00 horas), en La Laguna, en el Aguere Espacio Cultural, en el marco del Festival DocuRock 8. Su música se impregna de sonoridades americanas y africanas, en un variado espectro sonoro. Sus canciones ponen de buen humor, aunque también reflexionan sobre causas sociales, como en Plegaria de los sufridos, donde pone voz y letra a las protestas de la sociedad chilena, y se atreve a hablar de política en Causa común, que alerta sobre el ascenso de la ultraderecha. Las entradas para el concierto se pueden adquirir anticipadamente en la web de Tickety al precio de ocho euros. El día del concierto se pueden comprar en taquilla a 10 euros.
-¿Por qué canta Depedro?
“Porque es de las pocas cosas que he aprendido a hacer y la gente viene a escucharme”.
-¿En qué estilo musical encaja mejor su música?
“Bebo de la música popular. Me gusta pensar que mi música pertenece a ese conjunto”.
-¿Su música es permeable a todos los estilos?
“No sé si a todos, pero soy muy curioso. Lo que no hacen los estilos en mi música es aplastar las canciones. La canción no puede depender de la estética”.
-El tema ‘Entre el cielo y el barro’ está inspirado en ritmos brasileños. Usted ha estado en las favelas. ¿Cómo fue su experiencia en ellas?
“Hice un trabajo docente junto al periodista Ángel Carmona en una favela llamada Parada de Lucas. Dimos clases de música y concluimos con un concierto, que ha sido una de mis actuaciones más emotivas. La favela es un sitio en el que, a priori, no hay nada, pero está lleno de vida y solidaridad”.
-En ‘Plegaria de los sufridos’ relata sus vivencias en las protestas de los chilenos por una mejor sanidad y educación. ¿Qué fue lo que vio?
“Las protestas me cogieron aterrizando en Chile en noviembre de 2019, cuatro días después del estallido social. Decidimos hacer el concierto. Me encontré con una realidad muy dura. La que protestaba, sobre todo, era la juventud. Eran casi niños, de la edad de mis hijos, que luchaban por su dignidad, por un futuro mejor. La gente de más edad no salió a la calle porque recordaba lo que pasó en la dictadura de Pinochet y tenía mucho miedo. Tenían un discurso muy articulado. En la canción incluyo una frase que me dijo una adolescente de 15 años: Nos quitaron todo, hasta el miedo”.
-En ‘Causa común’ alerta sobre el ascenso de la ultraderecha. ¿Qué puede hacer la música en el terreno ideológico?
“No soy de ondear banderas. La música es un territorio común. En los tiempos que vivimos es muy necesario encontrar puntos de diálogo, puntos de encuentro. La música aporta belleza, calma y entendimiento”.
-Se reencuentra con Leiva en ‘Noche oscura’. ¿Es su tema más roquero?
“Quizá sí. Es un género en el que estoy muy cómodo. Empecé en el rock en mi etapa de La Vacazul”.
-En su último álbum comparte canciones con Leiva, Iván Ferreiro o Guille Galván. ¿Con quién le gustaría compartir un tema en el futuro?
“Con mucha gente. Hace poco asistí a un concierto del músico brasileño Rodrigo Amarante y me gustaría compartir escenario con él”.
-¿Se ve reflejado en la película ‘Casamance’, que rodó Paloma Zapata en Senegal?
“Sí, porque a mí me interesa la mirada no occidental. La música en África forma parte del día a día. La música está integrada en todas las actividades comunicativas, docentes, culturales o festivas”.
-Ha viajado por diversas latitudes del planeta. ¿Cuál es su refugio?
“Me encanta viajar, llenar la maleta de cosas, pero mi sitio favorito es mi casa: Madrid”.
-¿Qué formato de concierto podrá ver y escuchar el público de Tenerife?
“Voy en formato acústico con mi guitarra. Hace mucho tiempo que no voy a Tenerife y tengo muchas ganar de tocar ahí. Tocaré canciones de mi último disco, pero también mis temas más conocidos”.
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