Como pocas veces sucede con tanta notoriedad, ayer el Parlamento de Canarias acogió dos debates que trascienden mucho más allá de sus paredes y que incidirán durante los próximos años de manera directa en la vida de los isleños. Se podría decir, como comentaron algunos miembros de la Cámara, que se dio impulso a una iniciativa para la vida en su sentido más amplio y a otra para la vida digna. Esta última no es otra que la Ley de Renta Ciudadana, que otorga una garantía mínima de subsistencia a las familias vulnerables del Archipiélago. Y la primera hace mención a la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, una legislación que define cómo las Islas afrontarán un problema que ya no es cosa del futuro: está aquí.
El consejero regional del ramo, José Antonio Valbuena, quiso recordar que la Comunidad Autónoma ya padece, al igual que el resto del planeta, las consecuencias de un desarrollo sin moderación, lo que motiva a tomar medidas cuanto antes. Y al entender que se trata de un reto común, sobre el que se deberá trabajar a lo largo de varias legislaturas, y, por tanto, con gobiernos de distinto color y signo, lamentó no poder contar con los votos favorables del PP y Ciudadanos, únicas formaciones políticas que se opusieron al proyecto, al menos en los términos en que estaba planteado. En este sentido, Valbuena pidió “disculpas” a ambos partidos, “porque igual no he sabido explicar los elementos importantes de esa ley o tal vez no he sabido entender sus planteamientos”, en referencia a las enmiendas presentadas.
Aun así, pese a no haber logrado un consenso unánime en torno a la propuesta, el socialista indicó que “ahora solo comienza un camino”, y que “el futuro puede ser más optimista o menos pesimista en función de lo que hagamos en el presente”. “Estoy convencido de que el futuro para Canarias tiene luces muy importantes de optimismo gracias a lo que el conjunto de diputados han hecho hoy”, declaró, en una intervención a la altura del avance cristalizado con el respaldo de PSOE, CC, NC, Podemos y ASG. Una hoja de ruta que pone broche a lo que, dijo, ha sido “una etapa profesional y sobre todo personal imborrable” al frente del departamento autonómico, por lo que expresó su agradecimiento al presidente Ángel Víctor Torres y al personal del Área.
El texto aprobado incorpora objetivos tan ambiciosos como que la economía isleña esté descarbonizada en un 90% en el año 2040, o que las energías renovables representen un 37% del consumo en 2030. Metas que vienen aparejadas de restricciones -a la par que ayudas- para las empresas, algo que no fue visto con buenos ojos por los diputados populares, como verbalizó su portavoz, Luz Reverón, que habló de “actitud totalitaria” por parte del cuatripartito al no aceptar sus enmiendas. A esta acusación respondió Luis Campos (NC) poco después: “Algunos querían que esto fuera un panfleto filosófico que no afectara a ningún sector económico”, dijo, al tiempo que afirmó que el cambio climático es “el mayor reto al que la raza humana tendrá que hacer frente”.
Para Reverón, con la ley “estaremos más cerca de paralizar la actividad económica”, pues a su juicio “solo nos traerá más burocracia y más carga económica”. Criticó lo que, desde su punto de vista, es “un proyecto profundamente ideológico”. Y tal fue el rechazo que mostró hacia la configuración del documento que avanzó que, “dentro de cinco o seis meses”, tras las próximas elecciones municipales y autonómicas y con el inicio de la undécima legislatura, presentarán “una nueva Ley de Cambio Climático real, no sectaria”.
Desde la bancada de Coalición Canaria, que excepcionalmente se sumó a los partidos que apoyan al Gobierno, intervino Jesús Machín, manifestando su sorpresa por el acercamiento de posturas del Ejecutivo “en las últimas 72 horas”. Según relató el diputado, en ese plazo de tiempo, después de haber recibido un “no” del cuatripartito a la mayoría de sus enmiendas a lo largo del año que se ha estado debatiendo en ponencia, el Pacto del Progreso aceptó “un 95%” de ellas. “De un momento para otro, lo que no servía para nada, servía para todos”, valoró.
Acerca de las quejas sobre la escasez de diálogo y entendimiento esbozada por el PP se pronunció Manuel Marrero (Podemos). El mismo, recordó que se efectuaron tres prórrogas para facilitar que todas las apreciaciones fueran tomadas en cuenta y aprobar aquellas que “podían parecer más oportunas, pero que no fueran contrarias con la línea discursiva de la ley; si no, habría salido un frankenstein, que opina A y lo contrario”. En este sentido, enalteció figuras de nueva creación a partir de la aprobación del texto, como la Agencia Canaria de Acción Climática, Energía y Aguas, que se encargará de timonear buena parte de las acciones contempladas para las décadas venideras.
Marrero resumió la ley en cuatro pilares. El primero, “la participación de la ciudadanía, con información y formación”, favoreciendo el “empoderamiento” civil. “Ya está caduca la figura del político conseguidor y desmovilizador”, matizó. En segundo término, se hallaría la agilización de la maquinaria de la Administración. Por otro lado, la política territorial, que “se tiene que poner al servicio de la mitigación de los efectos del cambio climático y a la prevención”, por lo que defendió como “imprescindible” no “continuar deteriorando más nuestro territorio”. En último lugar, la revolución del modelo energético, que pasa por el autoconsumo y la constitución de empresas públicas en esta materia.
El ya mencionado Luis Campos aprovechó sus seis minutos para citar algunas de las conclusiones a las que ha llegado el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, que le llevan a pensar que “esta ley llega 20 años tarde”. Es por eso que insistió en que el Gobierno ha rehusado aprobar determinadas enmiendas porque serían una “traición” a la lucha climática y “hay que tomar decisiones y ser valientes”.
“MÁS IMPORTANTES”
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, valoró ayer que las dos leyes aprobadas en el Parlamento conforman los “pilares fundamentales” en los que se asentó el Pacto del Progreso, ya que son las “más importantes de la legislatura”. Asimismo, reiteró, al igual que lo hiciera el lunes, que la Ley de Cambio Climático y Transición Energética es la que mayor participación ha tenido por parte de la ciudadanía en la historia de las Islas, con 384 aportaciones en sus periodos de exposición pública.
Para el líder socialista, es necesario dar cumplimiento a lo acordado en el campo de la transición ecológica y seguir avanzando, ya no solo a nivel global, sino mundial, porque como humanidad debemos “preservar nuestra tierra y el planeta, y buscar la sostenibilidad social”. En un comunicado señaló que, además, la hoja de ruta trazada se complementa bien con la Ley de Renta Ciudadana, que podrá servir como complemento a las pensiones no contributivas y otro tipo de prestaciones.
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