El diputado del Grupo Nacionalista Canario, Juan Manuel García Ramos, ha insistido hoy, en la comparecencia del presidente Ángel Víctor Torres sobre los retos de la presidencia canaria de las regiones ultraperiféricas, que la estrategia no puede perder de vista la inmigración y la demografía, como elementos fundamentales para garantizar el bienestar de nuestra tierra.
Ya se advertía en 2008, cuando la Unión Europea mencionaba los cuidados que debe tener la ultraperiferia en cuanto a inmigración y la evolución demográfica, para lo que resulta esencial una buena relación de vecindad con los países vecinos, y mayor protagonismo de las RUP en sus relaciones con terceros, “porque no podemos ser testigos mudos de las relaciones y políticas impulsadas en los países de nuestro entorno”.
En este sentido, Canarias tiene que liderar, en los próximos meses, las políticas que permitan a las Regiones Ultraperiféricas a hacer frente a sus desventajas, relacionadas con rentas más bajas, encarecimiento de las materias primas y el alejamiento de los centros de poder político y económico . Pero también, para aprovechar las oportunidades que nos permiten las ventajas en políticas aduaneras y fiscales, el acceso a fondos estructurales específicos, etc.
Si bien es cierto que la realidad de cada una de las regiones es muy dispar, “la estrategia que se desarrollará a partir de 2023 tiene que poner a las personas en primer lugar, y después la biodiversidad de cada una de ellas y sus activos económicos propios”, mencionó.
García Ramos quiso recordar, en su intervención, el esfuerzo que realizo el gobierno de Manuel Hermoso, y de su viceconsejero Francisco Aznar, para conseguir que el artículo 299.2 del Tratado de Ámsterdam, que entró en vigor en mayo de 1999, “supone, por primera vez, el reconocimiento de la ultraperificidad por el Derecho Primario y se consolida en favor de las Regiones Ultraperiféricas (RUP) una base jurídica sólida y estable para el establecimiento de un tratamiento diferenciado en su favor”.