Hace pocos días vio la luz el libro de coplas Cántame, de Mari Carmen González Reyes. Nacida en cuna de folcloristas, Los Reyes de El Portezuelo, es una de las más prodigiosas voces del folclore canario, capaz de transmitir una gran fortaleza al tiempo que una exquisita sensibilidad. A los 16 años aparece la primera grabación discográfica en la que su voz adquiere repercusión. Ha formado parte de Los Isleños, Los Majuelos y la Parranda de Cantadores, con quienes durante 12 años actuó en todas las islas y grabó varios discos. Ha compatibilizado los escenarios con su profesión de docente durante más de 40 años, y continúa disfrutando de la música, como solista, como miembro de la Coral Polifónica de Candelaria y en proyectos como Libres. Voces de Mujer, junto a otras 10 cantantes de las Islas, espectáculo y disco producidos por el Centro de la Cultura Popular Canaria (CCPC). También de la mano del CCPC, con la colaboración del Ayuntamiento de Tegueste, se ha animado a publicar las coplas que ella misma ha ido componiendo a lo largo de los años, un pequeño tesoro literario para leer y para escuchar en las voces de nuestros cantadores.
-Nació en una familia de folcloristas. ¿Recuerda la primera vez que cantó?
“Pertenezco a la familia de los Reyes del Portezuelo. Desde niña, mi abuela me cantaba, en el pueblo hacíamos festivales y teatro. No recuerdo no saber cantar. Ni cuándo aprendí”.
-¿Cómo fue su infancia en relación a la música canaria?
“Mis abuelas me contaban relatos, romances… La materna me dormía cantándome coplas. Cuando llegaba Navidad, o la fiesta del pueblo, nos reuníamos en la plaza de la iglesia. Cantábamos e invitaban a otras rondallas a cantar isas, folías, malagueñas, polcas… No existían equipos de sonido. Mi infancia estuvo rodeada de música”.
-¿Cuál es el género folclórico con el que más se identifica?
“Con todos, pero en la malagueña es donde expreso mejor mis sentimientos”.
-¿Para emocionar cantando folclore hay que emocionarse?
“Al cantar debemos sentir lo que cantamos, sea isa, polca, bolero o folía. Existe un hilo mágico, invisible, que conecta al público con el cantador o la cantadora. Yo lo siento así. Es algo maravilloso, que pone los pelos de punta. La música tiene poderes curativos”.
-¿Cuándo cantó por primera vez en un grupo?
“Era muy joven, fue en la rondalla los Reyes del Portezuelo”.
-Háblenos de Los Majuelos, con los que cantó durante años. Uno de los grupos más importantes de la música canaria.
“Los Majuelos forman parte de mi vida. Siempre seré majuela. Así lo digo en una copla: Yo nací en El Portezuelo/ de los Reyes descendiente/ cantadora de Majuelos/ antes, ahora y por siempre. Somos compañeros y buenos amigos. Siempre están. Me refiero a Los Majuelos de mi época, grandes personas enamoradas del folclore”.
-¿Cómo fue la experiencia de La Parranda de Cantadores?
“Fue muy importante en mi vida. Conocí a gente buena, personas enamoradas de lo que hacían. Con estilos definidos, con voces diferentes y un mismo sentimiento. Llenábamos plazas y teatros. Fue una agrupación única, con una calidad impresionante. Tengo gratos recuerdos”.
-¿Qué ha significado la música en su vida?
“Es la mejor medicina del alma: me cura, me anima y me ayuda a salir de los momentos difíciles. Gracias al folclore he podido manifestar el amor a mi tierra y a mi gente. Lo mejor que me pudo pasar fue nacer en una familia de folcloristas”.
-¿Cuándo empezó a escribir coplas?
“De toda la vida he cantado mis coplas. Cada vez que actuábamos, procuraba componer alguna cuarteta. Mis compañeros me pedían, y siguen pidiéndome, coplas adecuadas al momento. A mí me encanta. Fui recopilando esas coplas, décimas, loas, etcétera, y ahí están, en Cántame. Cada copla tiene una anécdota, una historia”.
-¿Qué le inspira al componer?
“Un ser humano, un lugar, un pueblo, un verode o una palmera, la alegría o la tristeza…”.
-Ha sido docente durante 41 años. ¿La música es una herramienta para la enseñanza?
“Es necesaria. Activa y ayuda en cualquier asignatura, siempre que esté bien impartida”.
-¿Se apoya lo suficiente al folclore en la escuela? ¿Incluiría en los planes de estudio más dedicación a nuestra cultura y en particular a nuestra música?
“No en todos los casos. Debería hacerse una programación con más dedicación a nuestra cultura. De alguna manera, se está perdiendo y le damos más importancia a las que llegan. Debería tener un paralelismo con las demás asignaturas”.