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López Aguilar: “Es una muy mala idea hablar mal de tu vecino, ofenderlo, porque solo puede complicar y empeorar tu vida”

En un nuevo Foro Premium del Atlántico, de la Fundación DIARIO DE AVISOS, el eurodiputado canario disertó esta semana sobre las amenazas que atenazan a la Unión Europea
López Aguilar, en un nuevo Foro Premium del Atlántico. | Sergio Méndez
López Aguilar, en un nuevo Foro Premium del Atlántico. | Sergio Méndez

Por D. N. / A. G. / C. R. | En un nuevo Foro Premium del Atlántico, de la Fundación DIARIO DE AVISOS, Juan Fernando López Aguilar disertó esta semana sobre las amenazas que atenazan a la Unión Europea. El eurodiputado canario del PSOE preside la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior. Pero su campo de visión es mucho más amplio, como se desprende de esta posterior conversación a tres bandas.

-¿Qué está pasando entre los países occidentales en relación a la guerra en Ucrania?

“No estaría yo alarmado ante la expresión en voz alta de matices a la hora de construir y proseguir la posición unitaria, que es la única posible por parte de la Unión Europea y sus estados miembros en este desafío existencial tan enorme que supone la agresión de Putin a Ucrania, que amenaza por extensión al conjunto de la Unión Europea. Se entiende muy bien que a la hora de tomar una decisión tan delicada, con consecuencias que merecen ser sopesadas con detenimiento, como la de transferir una tecnología absolutamente puntera y distintivamente europea de carros de combate pesados, los tanques Leopard de última generación, se midan todas las consecuencias de esa decisión. Algunas han sonado más o menos pretextuales. Conozco, por razones que no vienen al caso, al nuevo titular de Defensa de la República Federal de Alemania, Boris Pistorius. Ha estado en mi despacho en el Parlamento Europeo en dos ocasiones y, cuando le escucho comentar que puede caer una tecnología preciosísima en manos rusas, lo cual puede tener consecuencias absolutamente indeseadas, veo una argumentación más o menos pretextada; pero sí me parece importante calcular muy bien cuál es el contexto en el que se toma esa decisión y cómo se instrumenta, que tenga apoyo europeo, el respaldo del círculo concéntrico de seguridad que representa la OTAN, que es un paraguas de seguridad que no podemos perder de vista cuando estamos hablando del arma nuclear, con el que Rusia amaga una y otra vez. Los tanques Leopard llegarán a Ucrania”.

-Pedro Sánchez se ha mostrado partidario de abrir un proceso de diálogo con Putin. ¿Usted también está a favor de buscar un acercamiento?

“Esa consideración es corolario de la que acabo de expresar. Y es que no podemos ignorar que Putin es todo el poder en Rusia, nuestra vecina inmediata; el país más extenso de la tierra, con algunas características especiales. Tiene frontera directa con Japón, Corea del Norte, China y con cinco países de la Unión Europea. La preocupación en Polonia es máxima y, por extensión, la hemos de asumir todos. Por lo tanto, cualquier posibilidad de intentar un arreglo que pueda poner un cese a las hostilidades encima de la mesa es una idea barajable. Lo que sucede es que todo el que lo intentó salió escaldado”.

-El presidente de la Duma avisó hace muy poco de que nos acercamos a una catástrofe global si se produce un rearme de Ucrania. ¿Usted cree que, si Putin sigue en el poder y el conflicto se enquista, lo siguiente será una guerra nuclear?

“No está escrito. Lo que está claro es que debemos hacer cuanto esté en manos de la generación de seres humanos vivos en este minuto para evitarlo. No puedo pensar en nada peor ni más dramático. No creo que se pueda hablar de ese asunto con indolencia ni con distancia ni mucho menos con frivolidad. Hay que hablar tentándose muchísimo la ropa, pero lo que resulta preocupante es que Rusia haya exhibido una y otra vez que podemos llegar al punto en el que todo podría desatarse en la escalada si siente amenazada su seguridad existencial, que en estos momentos tiene una dimensión reconocidamente paranoica. No improviso esta calificación, que está muy instalada en la politología. Rusia exhibe una paranoia en sus relaciones internacionales, se comporta como un matón, de forma agresiva, faltona… Sin embargo, continuamente se conduele en su discurso de que Occidente la ha humillado demasiado profundamente y durante demasiado tiempo, habiendo desoído las señales de alarma que venía emitiendo desde la conferencia de seguridad de Múnich de 2007, cuando Putin cambió radicalmente de caballo en la carrera y empezó claramente a dirigir un mensaje contundente de respuesta amenazadora a las percibidas como amenazas existenciales contra la seguridad de Rusia”.

-¿La invasión de Ucrania es en realidad una estrategia de Putin para dividir a la Unión Europea, a Occidente?

“Sin duda. Putin lleva intentando dividir a la Unión Europea de larga data, esto es evidente. La comisión que presido ha puesto toda la carne en el asador y ha activado por procedimientos de urgencia una serie de herramientas para intentar delinear cuáles pueden ser los componentes de la paleta de instrumentos, de colores, de la que podamos disponer para responder penalmente a Putin en colaboración con el Tribunal Penal Internacional, con la Fiscalía: calificación de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, la propuesta en Naciones Unidas de un tribunal penal especial para el crimen de agresión contra Putin aun cuando Rusia no haya firmado el Estatuto de Roma del Tribunal Penal Internacional, todo cuanto ha sido posible. Ahora, Putin llevaba mucho tiempo intentando dividir a la Unión Europea a través de la llamada guerra híbrida, la desinformación… El día en que se adoptó la resolución en la que el Parlamento Europeo acusaba a Rusia de cometer actividades terroristas, el Parlamento Europeo sufrió un apagón que duró toda una tarde, en Estrasburgo. Se apagó el marcador electrónico, se apagaron los ordenadores. No es una especulación, es un hecho”.

-¿Será esta una conflagración aún más larga?

“Ojalá que no, pero se está prolongando. Lleva un año y ¿tiene pinta de acabar mañana? Cada vez se pide un paso más, en una vuelta de tuerca de implicación militar. No es fácil. Es una guerra brutal con tremendo derramamiento de sangre que se libera en la frontera de Europa. Y, como siempre, ya no es útil pensar qué podríamos haber hecho para evitar que esto llegase hasta aquí. Solo queda intentar manejarlo de la forma menos dañina posible”.

-A propósito de la guerra híbrida, ha trascendido que la inteligencia rusa estaría detrás de algunas acciones que atentan contra la seguridad de terceros. ¿En el Parlamento Europeo han tomado medidas de seguridad particulares?

“La respuesta es que sí. Las bromas de Pepe Borrell al respecto son muy elocuentes. Se han adoptado muchas medidas individuales, colectivas e institucionales frente a la amenaza rusa. No quiero conjeturar con respecto de la secuencia de la autoría de cada suceso que nos preocupe o que merezca una investigación penal específica. Pero el solo hecho de que todo el mundo presuma que es Putin el que está detrás ya es expresivo de la situación en la que estamos. Estamos invirtiendo en seguridad en infraestructuras críticas, contra la desinformación y la intoxicación en las redes sociales, hemos excluido un buen número de fuentes de comunicación rusas y de acceso ruso a la ciberseguridad europea, lo cual no quita que las tecnologías y las amenazas puedan reproducirse por otro franco”.

López Aguilar, en un nuevo Foro Premium del Atlántico. | Sergio Méndez

-En las reuniones de tipo colectivo, incluso en los encuentros privados, sabemos que este tipo de sucesos se ha producido tomando un café o una infusión. En la vida cotidiana…

“Sí, eso es así. Esa broma la hace muy a menudo Pepe Borrell [alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad]: ya no interviene sin saludar a Rusia y manteniendo un alto nivel de seguridad. No resulta fácil imaginar que Putin quiera envenenar a todo el mundo todo el tiempo, pero que pueden envenenar a alguien cuando él decida envenenarlo lo damos por hecho”.

-La guerra ha sido un desafío a toda la Unión Europea y a la OTAN, que ha quedado un poco en evidencia en este conflicto. ¿No cree usted que es el momento de plantearse una redefinición de la Alianza Atlántica que la haga más eficaz ante situaciones como esta?

“Se ha hecho recientemente en la cumbre española, que fue un éxito reconocido internacionalmente. La OTAN atravesó una fase que fue calificada por el presidente [Emmanuel] Macron como de muerte cerebral. La OTAN fue criticada por Estados Unidos durante mucho tiempo, porque estaba declinando de forma prácticamente imparable, y ha rebotado como paraguas de seguridad. Lo que se intenta ahora es que sea compatible con la propia arquitectura de seguridad distintiva de la Unión Europea, que no sea conflictiva ni competitiva con la OTAN, sino complementaria en su propio espacio. La decisión adoptada en la cumbre de junio en Madrid de incrementar el presupuesto de defensa de los estados miembros hasta el 2% no es baladí, frívola, sino muy responsable”.

-Esta semana se celebra la cumbre bilateral hispano-marroquí. ¿La reconducción de la relación entre España y Marruecos acolchona, pacifica el conflicto que existía y, por lo tanto, ayuda en Europa o no?

“Este es un asunto muy delicado. Marruecos es, cito literalmente, un socio estratégico de la Unión Europea y, desde luego, lo es de España, el único país de la Unión que tiene una frontera terrestre con el continente africano: Ceuta y Melilla. ¿Hay algún gobernante responsable que pueda ignorarlo? ¿Es responsable ignorarlo si estás en política? Es una muy mala idea hablar mal de tu vecino. Es una muy mala idea ofender a tu vecino, porque solo puede complicar y empeorar tu vida.

Mostrar respeto por tu vecino en tus manifestaciones públicas, incluso en privado, es una regla determinante de buen comportamiento para tu propio bienestar. Si la transgredes, tu seguridad y tu bienestar empeoran dramáticamente. Y, a partir de ahí, el Gobierno de España ha hecho lo imposible por recomponer unas relaciones deterioradas; una vez más, heredadas.

En el Parlamento Europeo escucho discursos flamígeros y muy ofensivos contra Marruecos, y todo lo que concierne a Marruecos: su sistema político, su sistema penal, su monarquía, su rey… Es profundamente insensato.

No se puede esperar de alguien que tenga responsabilidades de gobierno utilizar ese lenguaje. Pónganse ustedes en el pellejo: ¿aceptarían ver retransmitidas por televisión intervenciones tronitonantes y despiadadas con España, con sus instituciones y con su rey emitidas desde el extranjero? ¿No pensarían que algo huele a cuerno quemado? Todo ese discurso despiadado sobre Marruecos no es inocuo, trae unas consecuencias que no son buenas para nosotros. Marruecos está ahí al lado y es nuestro vecino inexorable. La única forma de relacionarnos con esa realidad es desde el respeto mutuo. Y eso hay que construirlo tragando saliva o sapos si hace falta, como se hace en la vida cotidiana.

¿Quién de ustedes no ha tenido alguna vez una conversación apurada con alguien con el que las coordenadas no solamente no eran óptimas, sino que parecían impeorables en el momento de conversar? Si la conversación es obligada, ustedes la acometen y se exigen lo mejor de sí mismos, la mejor diplomacia, la mejor capacidad de interlocución. El 1 de febrero [el miércoles] será la primera cumbre hispano-marroquí en diez años. ¿Puede permitirse España una palabra faltona, descortés, con un vecino determinante para tu seguridad y para tu bienestar, que, por extensión, es socio estratégico de la Unión Europea?

Tengamos un poquito los pies en el suelo. Con Marruecos hay muchísimo de lo que hablar. Ceuta y Melilla lo han pasado fatal. Las aduanas llevan cerradas años y se van a reabrir en la cumbre. Merece la pena hacer el sacrificio de tragar saliva antes de despacharte y creo que despacharse forma parte del dietario habitual de los insensatos y de los irresponsables.

Quien quiera exigirse un mínimo de responsabilidad y representar a los demás con una cierta dignidad y un cierto acierto debe exigirse contención a la hora de hablar de Marruecos, que es un socio imprescindible, estratégico: desde la lucha contra los tráficos ilícitos hasta la seguridad, la prevención del terrorismo, la cooperación penal internacional y, por supuesto, materias económicas”.

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