La Fundación Telesforo Bravo Juan Coello ha denunciado en las últimas horas a través de su página oficial en Facebook tres situaciones que ocurrieron durante la jornada del viernes en el Parque Nacional del Teide y que “demuestran que la gota colmó el vaso hace mucho tiempo”.
“Un coche volcó, un turista sufrió un infarto en una guagua y un guía oficial sufrió una presunta agresión en el ejercicio de su actividad en presencia de sus clientes, en el sendero de ascenso a Montaña Samara, por un ciclista que circulaba en bicicleta eléctrica”, explican desde la fundación.
El guía oficial, de baja y media montaña y acreditado en el Parque Nacional, que tiene una amplia experiencia en su trabajo, le vio aspecto extranjero, con cabello y barba rubia por lo que le advirtió en inglés, que no podía practicar su actividad allí.
El ciclista le contestó que no hablaba inglés, a lo que el guía le respondió en español, que se veía en la obligación de advertirle que estaba cometiendo una infracción y que le podían multar. Entonces el ciclista le empezó a gritar que quién era él para decirle nada, que se fuera para su país, que esta era su tierra y que aquí hacía lo que le daba la gana.
El guía le contestó que él también es de aquí y que como se había puesto tan agresivo iba a llamar al Parque, para que viniera un agente para multarle y ahí fue cuando supuestamente le empujó, intentó tirar montaña abajo y le soltó varios golpes, de los que le salvaron sus clientes que se interpusieron. Todavía tuvieron que aguantarlo una vez más cuando llegó hasta arriba y bajó a toda velocidad saliéndose del sendero, mientras insultaba al guía y a los clientes.
Entonces el guía pudo llamar al 112 que le advirtió de que en ese momento había un accidente en el Llano de Ucanca con un coche volcado y una persona con un infarto en una guagua en las Minas de San José, por lo que no podían mandar a nadie.
“Falta de medios y personal” en el Teide
La Fundación Telesforo Bravo manifiesta su más enérgica repulsa ante la actuación del ciclista y denuncia la “situación de caos que vive el Parque Nacional por el exceso de visitantes que padece y la falta de medios materiales y sobre todo personales para conservarlo”.
“Es posible que de no haberse dado la coincidencia de circunstancias, se hubiera detenido al infractor, pero lo dejamos en posibilidad porque el Parque tiene una plantilla de agentes de medio ambiente mínima, tan pequeña que no puede atender eficazmente su tarea”, añaden.
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