el jardín

El disfraz más polémico del Carnaval de Santa Cruz: el dictador Francisco Franco desfilando al ritmo de Calle 13

La imaginación de los carnavaleros no tiene límite y cada año se superan, convirtiendo el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife en el escenario perfecto para derrochar originalidad y humor
El disfraz más polémico del Carnaval de Santa Cruz: el dictador Francisco Franco desfilando al ritmo de Calle 13

La imaginación de los carnavaleros no tiene límite y cada año se superan, convirtiendo el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife en el escenario perfecto para derrochar originalidad y humor. Uno de los disfraces más llamativos que han sido captados en las últimas horas fue el del dictador Francisco Franco, que fue llevado por parte de un hombre a modo de parodia.

Dicho disfraz fue visto en las inmediaciones de la Avenida Francisco La Roche y consistía en una réplica de la uniforme militar de Franco, con una banda de general, banderas de España y otros accesorios característicos. A su lado iban varios hombres vestidos de “señoras adineradas” y de fondo sonaba la canción ‘Atrévete’ de Calle 13.

El disfraz más polémico del Carnaval de Santa Cruz

El hecho no pasó desapercibido y ha generado reacciones encontradas entre los asistentes al Carnaval de Santa Cruz, unos pocos consideran que el disfraz es de mal gusto mientras que la mayoría lo ve como una crítica humorística al pasado dictatorial de España. Lo cierto es que, por donde pasaba, provocaba las risas del resto de carnavaleros.

La polémica alrededor de este hecho ha abierto el debate sobre los límites del humor y la libertad de expresión en un evento de carácter festivo y popular.

Cabe recordar que bajo la dictadura de Franco el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife fue prohibido por ser una fiesta pagana pero su celebración siguió adelante gracias al ingenio de los chicharreros, que consiguieron burlar al régimen cambiando el nombre a la fiesta, que denominaron ‘Fiestas de Invierno’.

“¿Te conozco, mascarita?” fue una de las frases más repetidas en las fiestas clandestinas que se celebraron durante aquellos años. El Carnaval de Santa Cruz fue, gracias a esto, el único cuya celebración no se vio interrumpida durante la dictadura.

TE PUEDE INTERESAR