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Paro patronal desde este lunes del transporte de mercancías y la distribución en Canarias

El tacógrafo, causa del conflicto: los empresarios piden adaptar la herramienta a la realidad canaria y que su uso sea para el control de la jornada laboral. Los sindicatos no quieren un uso a la carta
Camiones de transporte
Imagen de una cola de camiones en un anterior paro

Si nada lo remedia, y todo apunta a que será así, mañana lunes los empresarios del transporte en Canarias iniciarán un paro patronal de forma indefinida en demanda de una regulación del uso del tacógrafo que se adapte a la realidad del Archipiélago. Se trata de un cierre patronal, por lo que los camiones no saldrán de sus garajes. En principio, según explicó a DIARIO DE AVISOS, el presidente de la Federación de Empresarios de Transportes (FET), José Agustín Espino, no habrá concentración ni hilera de camiones en la carretera. La plataforma se concentrará en los muelles a la espera de la marcha de los acontecimientos y de la reunión con el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, y el consejero de Transportes, Sebastián Franquis, que será a mediodía.

Este encuentro es el último cartucho del Ejecutivo para evitar que el cierre patronal se convierta en indefinido y provoque un auténtico drama en las Islas con el reparto y suministro de mercancías. “Esperamos que el Gobierno mueva ficha”, dijo Espino.

Pero para entender este cierre indefinido de la patronal, primero hay que explicar por qué se produce. Y el motivo principal es el tacógrafo. Los tacógrafos son dispositivos que se utilizan para controlar y hacer cumplir las normas sobre las horas de conducción de los transportistas. Estos dispositivos pueden registrar aspectos como los tiempos de conducción, la velocidad o la distancia recorrida, entre otras cosas. Su uso es obligado en todo el territorio europeo. Tal y como dice el Reglamento de la C.E. 561/2006 tienen que llevar tacógrafo los vehículos de mercancías, cuando la masa máxima autorizada sea superior a 3,5 toneladas, incluido cualquier remolque o semirremolque.

Sin embargo, el Paquete de Movilidad de la Unión Europea permite que los vehículos de transporte en Islas de 2.300 kilómetros cuadrados o menos puedan prescindir del tacógrafo. El Gobierno español sólo aplica esta excepción en las ciudades de Ceuta y Melilla, dejando fuera a los archipiélagos canario y balear. Y es que se entiende que los trayectos en las Islas no serán nunca tan prolongados como en territorio peninsular.

Dicho esto, cuando llegó el tacógrafo a Canarias en el año 2010, los empresarios se dieron un año de prueba y, según Espino, se demostró que su aplicación en las Islas fue un “auténtico desastre”. “Por eso pedimos quedar exentos de su uso y en 2012 estuvimos a punto de conseguirlo. Habíamos pactado un acuerdo con Madrid, pero llegaron las elecciones y todo se quedó en el aire”, explicó.

Lo que demandan los transportistas es que se module el tacógrafo para adaptarse a las circunstancias de Canarias porque consideran que su uso obligatorio en las Islas, por su superficie tan reducida, genera dificultades burocráticas e inversiones innecesarias que no se justifican con la existencia de problemas o incumplimientos de los descansos, ya que las distancias recorridas son cortas y, por tanto, los tiempos de conducción son muy limitados. En este sentido, han puesto sobre la mesa una propuesta para el uso exclusivo del tacógrafo como elemento de control de la jornada laboral, tal y como reclaman los sindicatos. “Se puede hacer y es legal”, afirmó Espino, “pero se han negado rotundamente”.

Por su parte, los representantes de CC.OO., UGT e Intersindical Canaria rechazan un tacógrafo “a la carta” e insisten en que quitarlo o modificar el régimen sancionador es dar “vía libre” a los empresarios para infringir los derechos laborales.

Hay que recordar que los tacógrafos son responsabilidad de la empresa, por lo que todas las sanciones relacionadas con esta herramienta recaen sobre la propia empresa. Son los propios empresarios los que alegan que se ven sometidos a multas que van desde los 1.000 hasta los 4.001 euros, la mayoría de las veces, por “errores involuntarios”. Espino explicó que un tacógrafo es “manipulado” muchas veces a lo largo del día y en esa manipulación “se cometen errores; que son involuntarios, pero que a la empresa le cuestan dinero”. Y citó: “Una vez un trabajador se olvidó de apagar el tacógrafo al llegar al garaje y estuvo activo todo el fin de semana, con lo que ese camión no puede rodar el lunes porque si lo paran, lo multan; o también ha pasado, como nos pasa muchas veces a todos, que nos equivocamos en la fecha. Todo este tipo de errores involuntarios a la empresa le cuesta dinero y hasta el cierre”, aseguró.

Además, los empresarios aseguran que “no ha quedado probado que la obligación de uso del tacógrafo en las Islas prevenga accidentes o infracciones, sino tan solo un efecto recaudatorio por las sanciones que se imponen habitualmente”.

Sobre esto, los sindicatos alegan que los trabajadores canarios no son “torpes” y saben utilizar los tacógrafos. “El problema es que, injustamente, se les pide que incumplan los tiempos de conducción y descanso”, subrayaron esta semana los representantes sindicales, que recordaron, además, que, precisamente, la mitad de las sanciones están relacionadas con el incumplimiento de los tiempos, y no con los olvidos de los trabajadores”.

“En Canarias se compite a costa de no querer pagar o de que el trabajador haga horas de más”. Por ello, los sindicatos piden al Gobierno canario que, a su vez, traslade al Gobierno de España la necesidad de derogar el decreto que regula el tiempo de descanso entre jornadas para los conductores canarios: 8 horas de descanso frente a 11 de los trabajadores de Europa.

Los sindicatos también acusan a la patronal del transporte de hacer discursos “falsos”, como que el tacógrafo está originalmente pensado para grandes recorridos, cuando la realidad es que la mayoría de los que se hacen en territorio continental son en la misma ciudad o provincia.

Y en medio de empresarios y sindicatos está el Gobierno que, aunque ha explicado una y otra vez que no tiene competencias sobre el uso del tacógrafo, que corresponde a Madrid, actúa como mediador y entiende que sí se puede atender una “exención parcial” para adaptarlo al territorio insular. Así, el Ejecutivo canario está abierto a “estudiar” diferentes opciones relacionadas con el tipo de vehículo, el tipo de mercancía, la distancia recorrida o incluso los trazados si afectan a islas pequeñas para lo que ha solicitado un estudio a una consultora.
La propuesta que la Federación de Transportistas presentará mañana a Ángel Víctor Torres va en este sentido. “Hay que elaborar un documento conjunto entre Canarias y Baleares y elevar la propuesta al Gobierno central. Es la única forma de que esto se solucione”, aseguró Espino. Baleares ya solicitó una excepción para Menorca e Ibiza, pero el Estado no la aceptó. “Por eso es importante que los dos archipiélagos estemos juntos en esto”. “Creo que nuestra petición no es descabellada, ya que los únicos archipiélagos europeos que tienen tacógrafo son los dos españoles. Es justo y razonable”.

Excepción del uso del tacógrafo en las Islas, según la Unión Europea

Los sindicatos dicen que es “falso” que se deba exceptuar el uso del tacógrafo en Islas, ya que Europa lo estipula como una opción a aplicar cuando se mejoren las relaciones laborales, la seguridad vial o la competencia.

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