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Chorreo memorable del CD Tenerife a una UD lamentable (4-1)

Los blanquiazules son muy superiores al equipo amarillo

El CD Tenerife aplastó sin compasión a su eterno rival en un derbi memorable, de los que pasan a los anales de la historia. De hecho el cuadro blanquiazul nunca había marcado más de tres goles al club amarillo en un partido oficial. Ayer fueron cuatro y pudieron ser algunos más ante una Unión Deportiva que no compareció en ningún momento en el Heliodoro.


Sorprendió Luis Miguel Ramis con el once inicial. Especialmente destacado fue el regreso de Sergio González al once inicial. No jugaba desde el 10 de febrero, día en el que una muy mala actuación suya condeno al representativo en Granada. Además, y también en defensa, Nacho volvió al costado zurdo. Sipcic y Buñuel fueron los damnificados.


La otra novedad estuvo en la delantera, donde salió de inicio Iván Romero en detrimento de un Borja Garcés que aguardó su oportunidad en el banquillo.


Ni los más optimistas del lugar soñaban con un inicio tan espectacular. Fue sacar de centro y el Tenerife adelantarse en el marcador. En el primer acercamiento, que se originó por el perfil diestro local, el balón acaba paseándose por la frontal amarilla. Gallego puso la pólvora en la zurda y soltó un misil que se coló por la escuadra de un Valles que hizo la estatua. Apenas 15 segundos de reloj se habían consumido de un derbi que nacía vestido de blanquiazul.


Pero el espectáculo apenas acababa de comenzar. Los amarillos se quedaron en shock por el apabullante inicio del eterno rival y Enric olió la sangre. En un nueva arrancada, en esta ocasión por la banda diestra, Iván Romero puso un centro de aquella manera que convirtió en oro el delantero blanquiazul. Le pegó según le vino y el balón se coló por debajo de las piernas de Valles. El Heliodoro estalló de júbilo con un 2-0 tan merecido como asombroso. El Tenerife había recuperado de un plumazo la efectividad perdida y Gallego se confirma como la bestia negra del eterno rival.


Las Palmas se quedó totalmente noqueada y sin capacidad de reacción en toda la primera parte. Su primer y único disparo entre los tres palos fue de Loren en el minuto 22. El marbellí disparó de lejos y Soriano no tuvo problemas para detener el manso balón del punta de la UD.
El cuadro local siguió a lo suyo ante la pasividad de los jugadores de García Pimienta, que no existieron durante todos los primeros 45 minutos.


En la recta final del primer acto se lesionó Elady Zorrilla, quien tuvo que dejar su sitio a Borja Garcés. Se colocó en punta el delantero norteafricano, mientras que Iván Romero se fue a la banda izquierda.


La puntilla definitiva a los amarillos llegó en los segundos finales de la primera parte. Contragolpe de libro conducido pro Iván Romero y el balón, abierto a la derecha, lo fusila Waldo. Valles, de nuevo por debajo de los pies, no puede evitar el 3-0 y el chorreo memorable de los blanquiazules.

Tan mal veía la situación García Pimienta que en el descanso cambió a su doble pivote de la medular y también a su delantero centro. Se quedaron en la caseta Loiodice, Mfulu y Loren, para que salieran Fabio, Kaptoum y Florin Andone.


Pero ni los cambios mejoraron la imagen tan lamentable que ayer dieron los jugadores amarillos en el Heliodoro. Los blanquiazules siguieron en la segunda parte siendo un martillo pilón que no dejaban respirar a los visitantes. Cada disputada la ganaba un local y ataque tinerfeño sembraba las dudas y el temor en las endebles filas grancanarias.


Superada la hora de partido, Ramis empezó a mover su banquillo con la intención de refrescar a su equipo. Tuvo, obligatoriamente, que cambiar por lesión a Sergio, quien notó la falta de continuidad. Le suplicó Sipcic. También renovó la medular con la entrada de los canteranos Javi Alonso y Teto.


Poco después entraría al rectángulo de juego otro tinerfeño más, en este el recién renovado David Rodríguez, que se colocó en el interior diestro. No obstante tenía la misión de tapar las asociaciones de Cardona y Pejiño. Con esta variante Teto, que inicialmente se había incrustado en la derecha, se fue al carril opuesto.


En un ataque aislado y producto del cansancio acumulado por el Tenerife durante todo el choque, Las Palmas acortó distancias por mediación de Álvaro Jiménez. Minuto 80. En esta misma jugada fue amonestado Enric Gallego.


Ramis actuó rápido tras el gol y recoló a sus jugadores. Ubicó una defensa con tres centrales (Sipcic, David y León) y en los laterales Mellot, por la derecha, y Nacho, por la izquierda. Una variante defensiva para proteger la meta defendida por Soriano.


El partido enfiló la recta final con un cómodo resultado favorable local, quienes no parecían haber tenido suficiente. Faltaba la guinda al pastel y se encargó de ponerla Nacho desde el punto de penalti. Garcés fue cazado claramente dentro del área, aunque el colegiado tardó en pitarlo. Tuvo que ser requerido por el VAR y ver la acción en el monitor de campo. Nacho pidió tirarlo debido a su futura paternidad y ninguno de sus compañeros puso objeciones. El lateral disparó fuerte y ajustado al palo para, por cuarta ocasión, derribar a un Valles que ayer no paraba ni los taxis. Era la culminación a un ‘chorreo’ memorable.

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