Un grupo de investigadores italianos ha llevado a cabo un estudio que sugiere que comer pescado en conserva podría reducir el riesgo de cáncer colorrectal, uno de los más diagnosticados en el mundo y el segundo que más muertes causa. Según los científicos, el consumo de pescado en conserva se asocia con una disminución del 23% del riesgo de cáncer colorrectal. La investigación se centró en el consumo de atún, caballa y sardinas en aceite de oliva.
Para reducir la carga mundial de cáncer colorrectal, es importante centrarse en la prevención primaria y la dieta es un factor clave en esta prevención. Es bien sabido que la obesidad y el tabaquismo aumentan el riesgo de desarrollar tumores de colon. Por otro lado, una dieta rica en cereales integrales, alimentos ricos en fibra, productos lácteos, frutas y verduras se ha asociado con una disminución del riesgo de cáncer colorrectal. Además, el pescado también parece tener un efecto protector debido a su contenido en ácidos grasos omega-3, aunque los estudios aún no han confirmado completamente este beneficio.
El equipo de investigadores italianos analizó los datos de dos estudios realizados en Italia en 1992 y 2010 sobre el consumo semanal de pescado en conserva. El estudio incluyó un total de 2.419 pacientes con cáncer colorrectal y 4.723 personas sin la enfermedad. Los científicos encontraron que los pacientes con cáncer colorrectal consumían menos pescado que las personas sanas (23,8% frente a 28,6%). Los autores del estudio sostienen que las características nutricionales del pescado fresco y en conserva son similares.
El atún, la caballa y las sardinas son ricas en grasa y ácidos grasos omega-3, que podrían explicar los efectos protectores del pescado en conserva contra el cáncer colorrectal. Los investigadores también señalan que el aceite de oliva en el que se conserva el pescado podría contribuir a estos beneficios. Además, el estudio reveló que el efecto protector del pescado en conserva fue más fuerte en las mujeres y que el consumo de pescado en conserva protege por sí solo, independientemente de otros hábitos alimentarios. Si a esto se suma el consumo de pescado fresco, la protección contra el cáncer colorrectal podría aumentar.
Aunque la Fundación AIRC se encargó de la recopilación de datos, el estudio fue financiado por Bolton Food SpA, una empresa que comercializa conservas de pescado. A pesar de esto, los autores del estudio señalan que la compañía no participó en el diseño, análisis o interpretación de los datos. El consumo de pescado en conserva ha aumentado en Europa desde 2018, especialmente durante la pandemia de COVID-19, con un mayor aumento en España, Italia y Francia.