El concierto de Michael Jackson en Tenerife -aquel 26 de septiembre de 1993- revolucionó por completo a la Isla. Tanto fue así, que cuando se cumplen 30 años de su visita, el recuerdo se mantiene vivo: “Nunca ha habido un fenómeno igual en la Isla. Las comparaciones son injustas, pero es que no ha nacido todavía una estrella similar”, narró para los micrófonos de Good Morning, Canarias!, en Atlántico Radio, Andrés Aguiar, mítico locutor de los 40 Principales que vivió muy de cerca aquel evento de interés planetario.
El simple hecho de conseguir que el Rey del Pop actuara en Canarias ya supuso una ardua tarea. Recuerda Aguiar que la negociación comenzó a finales de los 80 y que fueron años de tira y afloja porque “la idea de traer a Michael Jackson, que era el número uno indiscutible, era como un sueño inalcanzable al estar Tenerife completamente fuera de todos los circuitos de los grandes artistas internacionales.”.
Poco a poco aquel sueño fue cogiendo forma hasta que ya ha llegado el año 92, el año de los Juegos Olímpicos, aquel sueño se veía cada vez más cerca: “A principios de 1993 se confirmó que Michael Jackson incluía a Tenerife dentro de sus giras del World Dangerous Tour y ese fue el espectáculo que pudimos ver en la explanada debajo del Cabildo por la Plaza de España. Si a día de hoy sigue siendo muy complicado traer cualquier gran espectáculo a las Islas por el hecho de tener que desplazarse con material pesado, lo de Michael Jackson no fue menos”.
Un recibimiento especial en Los Rodeos
Varias semanas antes dos aviones Antónov trajeron al Aeropuerto del Sur ese material exclusivo y una caravana de camiones lo llevaron hasta Santa Cruz para montar el espectáculo en la explanada que se encuentra junto al edificio del Cabildo. Michael Jackson no llegó a Tenerife hasta el 25 de septiembre y lo hizo por el Aeropuerto de Los Rodeos: “Fue un espectáculo desde que empezaron a montar el escenario hasta la propia llegada del artista a Tenerife, que recuerdo que fue un recibimiento multitudinario”, rememora Aguiar.
Precisamente en el aeropuerto de Tenerife Norte al rey del pop le esperaba el fotógrafo de DIARIO DE AVISOS Javier Ganivet, quien inmortalizó sus primeros pasos en la Isla. Y hay una foto mítica: cómo Michael Jackson baja del avión y es recibido por dos niños, ataviados con trajes típicos y un ramo de flores. Aquellas imágenes, que fueron portada del decano de la prensa en Canarias el 26 de septiembre de 1993, dieron la vuelta al mundo.
Desmayos por el concierto de Michael Jackson en Tenerife
Tras su llegada, Michael se trasladó hasta el hotel Botánico de Puerto de la Cruz en limusina y escoltado por tres furgonetas. Frente al hotel se agolpaban cientos de admiradores y él salió a la ventana para saludarles hasta en cuatro ocasiones. 24 horas después llegaría el gran día, su actuación sobre un escenario de 77 metros de largo y 28 de ancho. A las afueras del concierto, tres ambulancias y algunos desmayos de las miles de personas que acudieron. Unos eran fans de la Isla y otros, admiradores que le seguían por todo el mundo.
Lo que ocurrió sobre aquel escenario es historia de la música en Canarias. Para Aguiar, todavía no ha nacido un artista igual: “Michael Jackson fue único, las comparaciones son odiosas, pero la verdad es que yo creo que es difícil que vuelva a haber un artista de ese calibre y carisma. Ojalá pudiera haber algo así otra vez, porque yo creo que todos los que amamos la música profundamente desearíamos tener un referente como lo fue Michael Jackson”.
Treinta años después, aquel concierto multitudinario resuena en las cabezas de sus más de 50.000 espectadores. En 2009, el Rey del Pop fallecía y nos dejaba con la certeza de que una cita tan importante con la música no se podrá repetir nunca. Su impacto fue indiscutible y abrió paso a otras grandes estrellas, aunque no tanto como hubiera gustado, ya que todavía cuesta traer a las Islas a las estrellas internacionales.
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