Por Luis G. Morera. La primera licencia de obra para una vivienda sobre las coladas de lava del volcán de La Palma fue concedida recientemente a un vecino del barrio de La Laguna (Los Llanos de Aridane), Ricardo Camacho, quien pretende reconstruir su hogar en el mismo lugar donde hace año y medio, el 20 de octubre de 2021, fue sepultado bajo al menos dos metros de rocas a alta temperatura.
Junto a las ruinas del colegio de La Laguna, en la frontera entre urbanizaciones y los muros de basalto producidos por el devastador fenómeno natural, está la parcela donde este vecino levantará de nuevo su casa, aunque reconoce, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias EFE, que “será más modesta que la anterior”, considerando que antes “tenía un caserón de 400 metros cuadrados”, mientras que “ahora será más sencillita, acorde a mi situación actual”.
Ricardo Camacho reconoce que “es una alegría, no solo para mí, sino para el resto de vecinos en mi misma situación, que ya se haya concedido una licencia para construir sobre la colada gracias a que se redujo el área de exclusión”. Es más, está convencido de que “poco a poco recuperaremos la vivienda que teníamos anteriormente”.
Este afectado por el volcán, enfermero de profesión, ha recibido las ayudas del Estado y del Cabildo de La Palma, del mismo modo que la indemnización de su seguro de hogar, por lo que “recursos económicos para empezar a construir hay, que he puesto muchas inyecciones a lo largo de mi carrera”, bromea.
No obstante, detalla que el problema en la actualidad reside en otra circunstancia: “En la mano de obra en el sector de la construcción”. “Si fuera por mí yo empezaba la obra hoy mismo, los arquitectos me han dicho que sí, que es viable construir sobre estos muros de lava”, dice. Mientras hace estos comentarios, Camacho observa a los peones trabajando en la reconstrucción de las carreteras cercanas.
Para comenzar la construcción de su nueva vivienda, según han previsto las autoridades para mantener criterios de seguridad, se deben realizar una serie de comprobaciones previas de la temperatura y estabilidad de la colada, además de un desmonte de material lávico para nivelar la parcela sobre la que estará ubicada la nueva casa de Ricardo Camacho y su familia.
A Camacho no le asusta reconstruir en la misma ubicación donde hace 18 meses las coladas de lava del volcán de Cumbre Vieja -que estalló en la zona conocida como Cabeza de Vaca, en el municipio de El Paso- avanzaron en dirección al mar, porque “volcanes hay en todas partes de la Isla. Esta es la segunda erupción que vivo, no me asustó mientras estaba en activo y eso que se llevó mi casa y la de otros muchos”.
A menos de 100 metros de la parcela de Ricardo Camacho, cubierta en su totalidad por el malpaís que creó el volcán a finales de 2021, existen adosados que se salvaron de los ríos de lava gracias, según cree este vecino, a que “mi casa y la del vecino, que eran grandes, hicieron de muro de contención para que la colada no llegara a la urbanización de al lado”.
El Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane trabaja en la tramitación de una decena de licencias para construir sobre las coladas, al igual que la otorgada a Ricardo Camacho, además de haber concedido un total de 120 licencias de construcción en suelo rústico a afectados por la erupción, en concordancia con el Decreto Ley 4/22 aprobado por el Gobierno de Canarias.
Ricardo Camacho confía en que su actual ilusión sea pronto la de otros vecinos con propiedades en el entorno de las coladas, con el objetivo de que los barrios de La Laguna, Las Manchas o Las Norias, entre otros, vuelvan a ser “algo parecido, aunque no lo mismo”, a lo que eran antes de que las coladas del volcán borraran todo lo que encontraron a su paso.
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