Michael Matthews, experto en fitness y autor de Muscle for Life, manifestó en ‘Inside Hook‘ su opinión sobre el rango de frecuencia cardíaca en reposo “normal” recomendado para una persona adulta en Estados Unidos, que es de 60 a 100 latidos por minuto.
“Teniendo en cuenta que la persona promedio tiene sobrepeso, obesidad y lleva una vida sedentaria, probablemente no sea lo mejor considerar ‘normal’ como ‘ideal’ en este caso”, respondió Matthews.
“Un rango saludable al que apuntar estaría más cerca de 50 a 80 latidos por minuto, y si estás en muy buena forma, tu frecuencia cardíaca en reposo podría descender hasta 40 a 50 latidos por minuto“, añadió.
¿Cuál es el beneficio de reducir tu frecuencia cardíaca en reposo?
Una mejor salud cardiovascular proporciona una mayor capacidad aeróbica y una función cardíaca eficiente. Atletas de élite como Lance Armstrong han afirmado tener rangos de frecuencia cardíaca en reposo por debajo de 35 latidos por minuto, mientras que corredores de maratón como Eliud Kipchoge desarrollan ventrículos izquierdos grandes, debido a que esa cavidad bombea tanta sangre en todo el cuerpo de manera constante.
Estrategias para reducir tu frecuencia cardíaca
Los ejercicios de cardio, como correr, caminar o bicicleta de forma regular son esenciales para mejorar tu estado cardiovascular y reducir tu frecuencia cardíaca. En este sentido, ‘Inside Hook’ recomienda unos 150 minutos a la semana. Para optimizar el tiempo, aconseja centrarse en la Zona 2 (esfuerzo aeróbico constante).
Un poco de HIIT: el corazón necesita ser desafiado hasta su límite de vez en cuando. Además del cardio, se puede mezclar entrenamientos de alta intensidad con intervalos, que alternan entre ráfagas cortas de ejercicio de alta intensidad y períodos de descanso o actividad de baja intensidad. La investigación ha demostrado que el HIIT puede ayudar a reducir la frecuencia cardíaca.
Intenta tomarte un respiro, duerme entre 7 y 9 horas y aléjate del estrés, que no le hace ningún favor a tu frecuencia cardíaca. Para lograrlo, puedes incorporar prácticas como la meditación consciente, yoga o ejercicios de respiración.