La rueda de prensa previa a la Final Four de la BCL se celebra en un megacomplejo hotelero de Benalmádena, allí, entre veraneantes alemanes y del norte europeo, destaca la figura de los capitanes y los entrenadores de los cuatro equipos participantes. De entre todos, al que todos miran, al que todos preguntan, tiene un nombre: Marcelinho Huertas.
A la FIBA le gusta acercar a los protagonistas a los medios y estos, pese a lo apretado de la agenda, comparecen en tono distendido. Con sus rivales delante, es complicado ahondar en aspectos tácticos, por lo que lo habitual es ensalzar las virtudes de los otros clubes participantes. Pero ayer fue el base brasileño del Canarias el que más tuvo que responder, lo más recurrente, su capacidad para seguir jugando al máximo nivel a los 39 años: “Todo empieza cada mañana cuando me levanto, las ganas y la pasión que le pongo. Mantenerme sano, mi cuerpo, mi mentalidad, cambié mi nutrición, hago mindfulness, hay cosas que intentas mejorar fuera para que te aporte un poquito más en la cancha, un extra”.
Aunque, los que le conocen, él ayer también lo dijo, es su capacidad para “querer aprender” desde la humildad: “Me siento un privilegiado por estar aquí con 40 años peleando por ganar un titulo. Siempre pienso que voy a darlo todo, pero sin perder la humildad”.
Respeto de todos
Al entrar en el salón habilitado, Ibon Navarro, entrenador de Unicaja Málaga, se funde en un sentido abrazo con Huertas. Antes, su capitán, Alberto Díaz, no paraba de hablar con el brasileño. Y todo ello con un equipo, el malagueño, que, pese a verse las caras con el actual campeón, muchos sitúan como favorito al título final, como admitía Navarro: “Aceptamos que nos coloquen la etiqueta de favoritos porque jugamos en casa y por cómo hemos jugado en casa ante nuestros aficionados que nos dan tanta energía”.
El entrenador del Bonn, Tuomas Iisalo, coincidía en dar como favorito a los andaluces, lo mismo que Dzikic, del Hapoel, que ponía a Unicaja y a Lenovo “un escalón” por encima del resto. Ante eso, otras vez, la experiencia de Marcelinho al ser cuestionado por ello: “Todos los que estamos aquí creemos que vamos a poder ganar, si no, no tendría sentido. Vamos a respetar a todos, ojalá seamos nosotros los que ganemos. Vamos a jugar al menos igual de fuertes que todos ellos y trataremos ser más inteligentes y aprovecharlo”.
Entre tantos elogios cruzados, llamaba la atención la sinceridad de Itay Sagev, capitán del Hapoel Jerusalén: “Ellos son mejores que nosotros. Está claro. Pero también es cierto que nosotros ya hemos ganado a equipos mejores que el nuestro; estamos preparados”.
Hoy, a partir de las 16.30, comenzaremos a conocer el primer finalista de la mejor edición de la Champions League que se ha disputado hasta el momento. Luego, a las 19.30, Unicaja y Bonn se verán las caras.