No es fácil recuperarse de ver tu trabajo arruinado. De comprobar que el espacio en el suelo donde se proyectaban las imágenes de María Auxiliadora, en el tapiz de la derecha, y la de San Isidro Labrador, en el de la izquierda, ahora solo hay una mancha de un color indefinido como consecuencia de los daños que ocasionó el lunes la lluvia en el magno tapiz de la plaza del Ayuntamiento de La Orotava, confeccionado con arenas naturales del Parque Nacional del Teide, cuando mañana tendrá lugar la celebración de la Infraoctava del Corpus Christi y no hay tiempo para repararlos.
“Estamos muy afectados y anímicamente destrozados, pero seguimos trabajando en el tapiz central y vamos a buscar soluciones para intentar tener el jueves (mañana) la mejor alfombra posible”, declaró ayer el concejal de Fiestas de La Orotava, Alexis Pacheco, mientras observaba con resignación el estado en el que había quedado, atendía a los medios de comunicación y explicaba lo ocurrido a las personas que le preguntaban por qué se habían retirado las dos carpas de los costados que protegían los tapices.
Sus palabras también las suscribió el director de la alfombra, Domingo González Expósito, quien tuvo que vivir la situación más difícil desde que tiene esta responsabilidad. Bajo su dirección, los alfombristas del colectivo Artearena no se detuvieron ayer ni un segundo pese a que no podían ocultar su tristeza por lo ocurrido. Resignados a no poder hacer nada con los laterales, porque el trabajo de 45 días no se puede arreglar en dos, se centraron en la tarea que quedaba pendiente, de la manera que estaba planificada, “y lo más rápido posible para que todo lo que es el triángulo central, y un par de pequeños detalles que no estaban finalizados, queden lo mejor posible”, precisó.
Durante la mañana, decenas de personas se acercaron a contemplar esta obra de arte efímero y a dar apoyo y ánimos a todo el equipo. “Gracias, gracias, lo necesitamos”, contestaba González. Se esperó hasta el último momento para retirar la carpa central y que no ocurriera lo mismo que el lunes. Finalmente, sobre las 18.00 horas, los operarios de la empresa procedieron a levantar toda la estructura. “El Plan B y el C ya se pasaron, ahora estamos en el D, que es empezar a rezar para que cuando se quite la carpa, no llueva”, declaró el director, quien confió en que el tiempo ayude y el tapiz central “quede lo mejor posible trabajando muchas horas”. Los integrantes de la Escuela de Alfombristas, que el jueves del Corpus elaboran los tapices de flores en las calles del casco, se ofrecieron a colaborar, dado que serán necesarias muchas manos para conseguirlo.
Alexis Pacheco quiso dejar claro que la decisión de quitar las carpas no fue apresurada. “Es una logística de muchos días de trabajo que se tiene que realizar después. El viernes se consensuó con la dirección de los alfombristas, que son el alma de la plaza, sacarlas el lunes a primera hora para poder seguir elaborando la alfombra, dado que los espacios que quedaban entre los tapices laterales eran bastante amplios. Este año el diseño es más complejo y no queríamos que nos pasara lo de hace un par de años, que terminamos a las cinco de la mañana”, señaló González. Además, añadió, “la empresa no podía seguir esperando más porque tiene unas estructuras y horarios que cumplir”.
El edil admitió que no fue una decisión acertada, “pero no ha sido culpa de nadie, sino que responde a la logística de este evento”. Contó que el lunes por la tarde buscaron soluciones para ver qué se podía hacer, “pero la lluvia caía con tanta fuerza que cualquier elemento que colocáramos arriba era peor”, sostuvo.
Paneles con imágenes
Para solventar lo ocurrido se colocarán unos paneles enormes con las imágenes contempladas en los tapices “de manera que se vea ese trabajo que estaba casi terminado”.
El responsable de Fiestas confió en que el próximo año se pueda contar con unas estructuras similares a los toldos que antiguamente sostenían las palmeras que había en la Plaza, que permitían retrasar su retirada al máximo, mientras que las carpas requieren ser recogidas con más antelación, debido al peso que sostienen las estructuras, acorde a lo que exige la ley.
“Se estuvo hablando de una sola carpa y era inviable, porque no podía entrar en los alrededores de la plaza y también había que desmontarla el lunes y, al ser más alta y compleja, el riesgo que se corría era aún mayor”, explicó, por su parte, Domingo González.
Una medida provisional que lleva seis años
La primera vez que se instalaron las carpas fue en 2017 como consecuencia de la poda de las palmeras gigantes que estaban gravemente enfermas y en las que se anclaba el habitual toldo que cubría el gran tapiz.
Una medida provisional que ya lleva seis años y que ha condicionado la manera de trabajar de los alfombristas, que han tenido que habituarse a hacerlo dentro de ellas.
En este sentido, el edil esperó que en 2024 la situación se revierta una vez que el Pleno de la Corporación aprobó por unanimidad dejar preparado el nuevo pavimento de piedra natural, donde se encuentra soterrada una estructura diseñada para el soporte del futuro toldo, que deberá proteger de las inclemencias meteorológicas la confección de la gran y única alfombra representativa de las fiestas patronales y del arte efímero villero.
“El objetivo es que un ingeniero diseñe un sistema de carpas que cubra completamente la Plaza, pero hay que estudiarlo porque no se pueden desmontar estando el tapiz debajo y hacerlo en 24 horas. Son muchos factores los que hay que tener en cuenta y el objetivo que nos hemos marcado es tenerlas el próximo año”, indicó, por último, Alexis Pacheco.