Los resultados del ensayo clínico internacional Adaura, presentados en el congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica en Chicago, revelan que un fármaco que inhibe una proteína mutada en algunos casos de cáncer de pulmón logra reducir la mortalidad en un 50 % en pacientes con dicha mutación.
Estos hallazgos representan la mayor reducción de mortalidad jamás registrada en el campo del cáncer de pulmón y demuestran cómo las terapias dirigidas a alteraciones específicas de los tumores están revolucionando la oncología y brindando tratamientos más efectivos para grupos de pacientes específicos.
En este estudio, el tratamiento se enfocó en la proteína EGFR, responsable de una proliferación descontrolada de células en un 15-20% de los casos de cáncer de pulmón en Europa y un 30-40% en Asia.
La importancia de este avance radica en que nunca antes se había logrado un aumento de supervivencia tan significativo en el campo del cáncer de pulmón. Las alteraciones en EGFR son la mutación más común en cánceres de pulmón en personas no fumadoras, siendo menos frecuentes en fumadores. Además, se observa una mayor prevalencia en mujeres, aunque las razones de esto aún no se comprenden completamente.
El ensayo clínico involucró a 682 pacientes de 26 países que habían sido sometidos a cirugía para extirpar un cáncer de pulmón y cuyo análisis tumoral reveló la presencia de la mutación del gen de la proteína EGFR. Dos tercios de los participantes en el estudio nunca habían fumado.
El diagnóstico se realizó cuando el cáncer aún estaba localizado en el pulmón y era susceptible de ser extirpado, lo cual ocurre en aproximadamente un tercio de los casos en España. Sin embargo, estos pacientes tenían un alto riesgo de que la enfermedad volviera a aparecer.
Después de la cirugía, la mitad de los participantes recibió osimertinib, un fármaco que inhibe la proteína EGFR, mientras que la otra mitad recibió un placebo. Algunos pacientes también recibieron quimioterapia, tanto entre los tratados con osimertinib como entre los que recibieron placebo.
Los primeros resultados presentados en 2020 indicaron que el tratamiento con osimertinib redujo en una sexta parte el riesgo de recurrencia en los primeros tres años. Sin embargo, quedaba la incógnita de si este beneficio se mantendría a largo plazo y si se traduciría en una reducción de la mortalidad.
Los resultados de supervivencia presentados en el congreso de Chicago revelan que, después de cinco años de seguimiento, falleció un 22% de los participantes que recibieron placebo y un 12% de aquellos tratados con osimertinib. En su mayoría, los efectos secundarios relacionados con el osimertinib fueron leves o moderados, aunque un 13% de los pacientes abandonó el tratamiento antes de finalizar el estudio debido a la toxicidad.
Los investigadores destacan que estos hallazgos representan un avance significativo en el tratamiento del cáncer de pulmón y señalan que la terapia dirigida contra la proteína EGFR podría ser una opción prometedora para mejorar los resultados en pacientes con esta mutación.