Han pasado más de dos años de obras, y muchos más de informes, contrainformes, anteproyectos y proyectos. Ayer, por fin, el Ayuntamiento de Santa Cruz recibió la obra de rehabilitación del cementerio de San Rafael y de San Roque.
El alcalde en funciones, José Manuel Bermúdez, y los concejales, también en funciones, Carlos Tarife y Dámaso Arteaga, que cambia el Consistorio por el Cabildo, visitaron el resultado final de este espacio, que, a partir de septiembre, volverá a abrir sus puertas al público en general. Lo hará en días y horarios concretos, pero las familias, y también los que solo quieran visitar este Bien de Interés Cultural (BIC), podrán hacerlo ya sin las limitaciones de seguridad que han imperado en todos estos años y que dejaba como única fecha para visitarlo el 1 de noviembre.
La intención del Ayuntamiento es que, en colaboración con la Sociedad de Desarrollo, también se pueda articular una visita guiada a este espacio, que tanta historia alberga, al menos una vez por semana. Las modificaciones llevadas a cabo con respecto al proyecto original, y en la que se han invertido unos 800.000 euros, han tenido que ver, entre otras cosas, con las actuaciones previstas en el proyecto inicialmente aprobado para la capilla del Calvario, en el que se recogía la reparación de su cubierta, aunque, una vez comenzada la obra, se comprobó que el estado de la misma hacía inviable su reparación, lo que hizo necesario su demolición y reconstrucción posterior. En este caso, se ha intentado que el techo simule a los de la época en la que se inauguró el cementerio, en 1891, elaborados con paja. Algo similar ha sucedido con los cuartos traseros del Portón Católico, donde se recogía la reparación de su cubierta, pero que al iniciarse la obra se comprobó que era inviable, por lo que se procedió a su demolición y reconstrucción.
Tal y como recordó Bermúdez, “en este cementerio se encuentran enterradas personas que han tenido que ver con la historia de la ciudad, así como de la Isla y que forman parte de nuestro legado por ser protagonistas de muchos hechos importantes y trascendentales”.
Además, argumentó que “esperamos que esta buena noticia para el municipio y para el patrimonio histórico de esta capital sea un atractivo y un reclamo para residentes, visitantes y turistas, ya que hay que recordar que en este mismo espacio cohabitan dos partes: la católica y la anglicana”.
La obra, que se inició a principios de 2021, tras 20 años de espera, tuvo que paralizarse en abril de ese mismo año tras detectarse que había que reubicar la rampa de acceso que conectara las dos partes del cementerio, la católica y la anglicana. Se retomó en octubre del año pasado. El pavimento de la capilla anglicana, tras comprobarse que el actualmente existente está en buen estado de conservación, se ha pulido y no se ha cambiado.
Igualmente, se ha procedido a la apertura de caminos peatonales, en los que se ha usado un pavimento continuo aripaq, mientras que el resto de zonas se ha cubierto con material árido de forma decorativa. En cuanto a la accesibilidad, se ha ejecutado una rampa que une ambos cementerios, el católico y el anglicano, en la parte en la que estaban las dependencias anexas a la capilla anglicana que han sido demolidas.
Actividades
El alcalde en funciones apuntó que, tras esta rehabilitación, será más fácil retomar algunas de las actividades, como el concierto que, de la mano de la Asociación Parque Funerario Cementerio San Rafael y San Roque, se celebraba cada año coincidiendo con el Día de Todos los Santos. También, apuntó, “lo lógico sería que se pudiera acondicionar la capilla del Calvario como un punto de interpretación de la historia del Cementerio”.
El cementerio de San Rafael y San Roque abrió sus puertas en 1810 y cerró de forma oficial en 1916, aunque en 1954 recibió su último enterramiento.
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