La irrupción de Julia Faustyna provocó que corrieran ríos de tinta en prácticamente todo el mundo. La joven polaca afirmaba que era Madeleine McCann, la niña británica que desapareció en Praia da Luz (Portugal) el 3 mayo de 2007 cuando se encontraba de vacaciones con su familia.
Los resultados de la prueba de ADN a la que se sometió hace apenas unos meses durante su estancia en Estados Unidos confirmaron que no son la misma persona. Sin embargo, parece que dicha evidencia no es suficiente para zanjar la polémica y ha vuelto a la carga escudándose en un rasgo físico.

En una publicación en su cuenta en Instagram (amijuliawandelt), la polaca cuestiona la rigurosidad de la prueba de ADN a la que se sometió y cuestiona los resultados. “¿Realmente crees que los resultados del ADN que hice en EE. UU. son legítimos?”, llega a preguntar.
Acto seguido, Julia carga contra la que fue su apoyo incondicional prácticamente desde que desató la polémica, la investigadora norteamericana Fia Johansson. Según su versión, se desplazó a California porque “dijo que está en contacto con Kate McCann -la madre de Madeleine- y me hizo creer que organizaría la prueba con las dos”.
Para fortalecer su creencia, Faustyna ha colgado varias historias en la red social donde señala una cicatriz en el rostro de la pequeña británica y en una posterior varias fotos suyas, identificando lo que para ella sería la misma marca y demostraría que ella es Madeleine McCann.
“Para que se vean mejor o algo así, quería hacer algunas cosas más visibles y ahora díganme por favor lo que piensan”, apunta la polaca tras de haber realizado varios ajustes de luz en las instantáneas.
“Descarga algunas fotos de Madeleine McCann. Dale nitidez en la aplicación Remini. Luego verifica diferentes parámetros como contraste, luces, sombras, punto negro y más. Encuentra el camino cuando puedas ver algunas cosas que antes no eran visibles. Entonces cuéntanos a mí y a los demás lo que piensas”, desgrana.