TEA Tenerife Espacio de las Artes, en la capital tinerfeña, presentó ayer viernes la exposición Histeria. La trasgresión del deseo, una muestra que transita por el interés del movimiento surrealista en recuperar el imaginario en torno a la histeria inventado por el doctor Jean-Martin Charcot en su célebre Iconografía fotográfica de la Salpêtrière, un estudio en el que se clasificó por medio de fotografías a las pacientes que representaban con sus cuerpos diferentes fases de la enfermedad.
“Esta exposición trabaja sobre el modo en que una serie de imágenes de un movimiento -en este caso del Surrealismo- ha constituido una forma de mirar”, explicó el director artístico de TEA, Gilberto González, quien dio a conocer los detalles de la muestra acompañado de su comisaria, Pilar Soler Montes.
Histeria está conformada por casi un centenar de obras (fotografías, vídeos, pinturas, esculturas y publicaciones) procedentes de las colecciones de TEA, del Centro de Fotografía Isla de Tenerife, del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, del Getty, así como de distintas colecciones privadas.

PROPUESTAS COMPLEMENTARIAS
La muestra, que revisa con una mirada contemporánea la historia y la naturaleza de imágenes que continúan influyendo en la visión, representación e invención del cuerpo femenino, se completará con una serie de encuentros, una charla performativa y una publicación en la que participan Didi-Huberman, Tania Pardo, Servando Rocha y la propia Pilar Soler.
Man Ray, Hans Bellmer, Edward Weston, Juan Ismael, Max Ernst, Josep Masana, Nobuyoshi Araki, Joan Fontcuberta, Irving Penn, Jaroslav Fabinger, Georges Hugnet, Bill Bandt, Sasha Stone, Anton Bruehl, Tony Catany, Josep Renau, Albert Skira, Ulay, Rudolf Koppitz, Frantisek Drtikol, Val Telberg, Otho Lloyd, Eduardo Westerdahl, Juan Hidalgo, Tomio Seike o Daido Moriyama son algunos de los artistas que firman las obras expuestas en esta colectiva. La exposición podrá visitarse de manera gratuita hasta el 29 de octubre, de martes a domingo y los festivos, de 10.00 a 20.00 horas.

Pilar Soler puso de relieve que esta exposición -en la que se ha creado un espacio que representa un estadio anatómico y una especie de gabinete de curiosidades-, “más que de Historia del Arte, es de cultura visual”. “Los surrealistas, que recuperaron el imaginario de Charcot 50 años después de su muerte, reivindicaron la histeria ya no como enfermedad, sino como expresión poética. Empezaron a usar ese término para describir el nuevo ideal de belleza que estaban creando”.
La comisaria de Histeria. La trasgresión del deseo quiso también dejar claro en su intervención que en este intento de revisar, desde una mirada contemporánea, una historia perversa y la naturaleza de las imágenes que ilustran este concepto, hay una ausencia deliberada de mujeres artistas para remarcar que el tema tratado responde a una mirada masculina, que crea un juego de repulsión y deseo determinante en la concepción de la idea que los surrealistas buscaban para escenificar esa nueva belleza.