La turismofobia está considerada como el temor, aversión o rechazo social que sienten los ciudadanos locales de un destino hacia los turistas debido por lo general a la mala planificación de políticas turísticas, cuya explotación provoca la destrucción del tejido social y tiende a un decrecimiento de la calidad de vida local. De turismofobia se ha hablado en lugares tensionados como Barcelona o Baleares, y recientemente en Tenerife se ha vivido un episodio similar, con la manifestación del pasado 20 de mayo en Playa de las Américas y Los Cristianos, organizada por diferentes grupos ecologistas.
Una manifestación, teóricamente con el propósito de exigir un turismo sostenible, pero que derivó en episodios casi de violencia, como si los turistas fueran delincuentes. “Qué te pasa a ti, mono? ¡Sube, valiente! ¡Guiri, ven aquí! ¡Go home, vete a tu casa!”. Son algunas de las frases que los manifestantes lanzaron a algún turista, según ellos, “respondón”.
El alcalde de Adeje y presidente de la Asociación de Municipios Turísticos de Canarias (AMTC), señalaba hace unos días en Onda Tenerife, consideró el hecho como “un movimiento y una tendencia peligrosa, cuando ven al turismo como un peligro”, sorprendiéndole el slogan de la manifestación, ‘Tenerife ya no es un paraíso”. Fraga se pregunta: “¿Cuándo fue Tenerife un paraíso? En los años 50, cuando una mujer paría cinco hijos y se le morían cuatro, cuando nuestros abuelos y padres emigraban a Venezuela porque aquí no había que comer, cuando la mujer estaba pegada a la tierra y a las tomateras, siendo explotadas de mala manera, ese es el paraíso que queremos”. Insiste el alcalde de Adeje que “están muy desenfocados, porque el turismo es nuestra fuente de riqueza, y hay que cuidarlo, pero nunca increpando a los turistas como si fueran delincuentes, o es que ya no se acuerdan cuando hace dos años estaban cerrados los hoteles y los bares; ese es el mundo que queremos. Hay que hacer una reflexión seria, de verdad, porque cuál es la alternativa”.
“Los partidos no se pueden poner de perfil ante el radicalismo de estas minorías y a su dogma, no podemos renunciar al bienestar, al mundo moderno, para irnos a vivir a las cuevas como hacen algunos de ellos” , señala Fraga, recordando además la paralización del complejo hotelero de Cuna del Alma, en El Puertito de Adeje.
Josefa Mesa, alcaldesa en funciones de Guía de Isora, afirma que “en nuestro municipio no hemos notado esa sensación, quizás porque nos hemos diferenciado de otras zonas de grandes concentraciones hoteleras. En Guía tenemos tres complejos pero todos ellos siempre seleccionados e integrados en el paisaje”.
Jaime Coello: “No cabemos tantos”
Jaime Coello, de la Fundación Telésforo Bravo, uno de los convocantes de la manifestación por un turismo sostenible, explica que “no creo que haya turismofobia, pero lo que si creo es que las cosas se están extremando, porque hablamos de una isla con un millón de habitantes y cinco de turistas al año, con un porcentaje de superficie ocupada, y a eso hay que añadirle la vivienda vacacional, extendiéndose por toda la isla. Prácticamente toda la isla es turística y eso está generando el rechazo, porque muchos residentes de aquí no tienen dinero para alquilar en los centros de las ciudades, además de lo que supone 8 vehículos por cada diez habitantes y la gente se ha empezado a dar cuenta de que no cabemos todos. Había un cartel bonito en la manifestación que decía ‘Canarias no vive del turismo, el turismo vive de Canarias’, reflejando que aquí se quedan las migajas del turismo. Y hay que añadir a esto la generación de residuos, consumo de aguas, sin tener la recompensa que deberíamos tener, además de la presión que el turismo está generando en espacios naturales como el Teide. Yo no hablaría de turismofobia, pero si de incomodidad, que deben atajar nuestros políticos, con un cupo para reducir números de turistas y poner una ecotasa, sino no es así vamos a tener problemas serios”.
Las patronales, preocupadas
La patronal hotelera de Tenerife, Ashotel, se ha opuesto a la implantación de una tasa turística -ahora con CC y PP en el próximo Gobierno de Canarias, esta queda muy lejos- , para alertar de la turismofobia y para que se facilite vivienda a los trabajadores del sector turístico, entre otras demandas. Los hoteleros muestran su preocupación sobre el modelo turístico que a su juicio “está derivando en una clara turismofobia” hacia un sector que representa el 35% del PIB, el 40% del empleo y que ha permitido un desarrollo y bienestar “impensables” hace 40 o 50 años.
La patronal señala que respeta “cualquier posicionamiento que huya de manifestaciones violentas” y anima a los colectivos que quieren otro modelo “a plantear de forma seria alternativas”.
“Hay que mejorar, especialmente ante los retos de sostenibilidad turística”, pero “no se puede culpar a la actividad alojativa tradicional (hoteles y apartamentos) de los procesos de gentrificación provocados por la falta de una regulación adecuada para la vivienda vacacional”, señala Jorge Marichal, de Ashotel, para concluir que “algunos colectivos y partidos políticos han buscado en el turismo el chivo expiatorio de sus frustraciones”.
Para paliar los problemas de vivienda para los trabajadores del sector turístico, Ashotel pide a los partidos que se identifiquen bolsas de suelo en los municipios turísticos para la construcción de viviendas sociales.
La presidenta de la Asociación Canaria del Alquiler Vacacional, Doris Borrego, ha pedido responsabilidad a la patronal hotelera al considerar que el uso de expresiones como “turismofobia” o “gentrificación” hacen saltar la alarma social. “Con las cosas de comer no se juega. El turismo también nos proporciona riqueza y muchos puestos de trabajo. Por supuesto que reconocemos que es necesario meditar y repensar el rumbo en las islas. Tenemos normativas obsoletas de hace 30 años, nuevas formas de viajar y entender el turismo. Tienen que ser debatidas y aceptadas, pero a puerta cerrada. Sentados todos en una mesa, con prudencia”, apunta.
La CEOE de Tenerife reclama que se frene “ya” la escalada de tensión a nivel turístico que en su opinión se vive en la isla, pues ese rechazo y hostilidad hacia el turismo puede dejar “una huella significativa” en el sector “y por ende poner en peligro” el empleo en el archipiélago. En un comunicado titulado ‘No nos representan’, asegura que la isla se enfrenta a un fenómeno alarmante conocido como turismofobia, en unas manifestaciones “que han llegado de la mano de diversos colectivos que reclaman entre otras cuestiones, una moratoria turística, la implantación de la ecotasa y la aplicación de una Ley de Residencia”. “Son los mismos colectivos que incluso han llegado a enfrentamientos directos con los propios turistas”, asegura la CEOE.