Veranos del Taoro, el festival de artes escénicas al aire libre de Puerto de la Cruz, que celebra su segunda edición del 1 al 5 de agosto -con dos citas previas en sus extensiones de Gran Canaria y Lanzarote, el 30 y el 31 de julio-, se abre con John Malkovich, y su The Infernal Comedy, y se cierra con Asier Etxeandia, que visita Tenerife con Mastodonte, el proyecto musical que creó junto a Enrico Barbaro.
Ambos, acompañados de su banda, presentarán Simplemente Perfecto XL, un espectáculo surgido tras la pandemia, basado en su primer disco (Mastodonte) y, a su vez, una suerte de metamorfosis sobre el show anterior, La transfiguración del Mastodonte. En esta charla, el actor, cantante y compositor habla de todas estas facetas artísticas, que no dejan de ser la misma y el reflejo de una pasión.
-En agosto estará en Tenerife para actuar en los Veranos del Taoro con Mastodonte, el proyecto que creó junto a Enrico Barbaro. ¿Es muy diferente esta vertiente musical con respecto a la de actor o, al fin y al cabo, todo forma parte de una misma necesidad de expresarse?
“Intento no separarlas demasiado. Si catalogas cada cosa que haces, te limitas. No me gusta clasificarme. La gran diferencia que existe entre Mastodonte y ser actor es que, cuando trabajas un personaje, no deja de ser un encargo. Es algo que ha hecho otra persona y llega a ti. Sin embargo, en este caso, cuando subimos a un escenario, es una prolongación de nosotros mismos, son nuestras canciones, nuestra necesidad de expresarnos como artistas, lo que queremos contar, cómo queremos sonar… Esa es la diferencia. Pero a la hora de cómo mostrarlo en escena, la energía, las herramientas que utilizas, son las mismas. El cuerpo, las emociones… En este caso, mucho más en carne viva, porque no hay un personaje de por medio, es una prolongación tuya. Y lo mismo le ocurre a Enrico. Es todo, en definitiva, mucho más personal”.
“Aunque no ganásemos dinero haciendo arte, seguiríamos haciéndolo, porque es lo que hacemos, porque es verdad”
-La propuesta con la que visita Puerto de la Cruz se llama ‘Simplemente Perfecto XL’, que en parte toma su nombre de la canción que interpreta en la película ‘Sordo’, pero ¿cómo presentaría usted el espectáculo?
“Después de estar casi cuatro años con la gira La transfiguración del Mastodonte, la del primer disco, tras la pandemia Enrico y yo decidimos hacer una versión del espectáculo mucho más viable para venderla a los teatros y también buscando lo primigenio: la base principal, la razón por la que hacemos música, y trasformarla de manera que, sobre todo, hagamos bailar a la gente. En ese momento creímos que era nuestra obligación. Enrico Barbaro le dio un toque más electrónico a las canciones, de forma que logramos una nueva versión de La transfiguración del Mastodonte, que no deja de estar basada en ese primer disco. Queríamos hacer bailar a la gente”.
-Además de cantante, en Mastodonte desarrolla la faceta de compositor. ¿Cómo trabaja Asier Etxeandia en este aspecto?
“Cada canción es un mundo diferente. Tiene que ver con mi estado de ánimo, con la situación que vivo en ese momento, con la rabia que tenga, con la necesidad de contar algo… Todo suele ser muy personal. A veces Enrico dice que incluso le da pudor. Hay gente que prefiere no hablar de las cosas que le suceden. Mi caso es distinto. Si no pasa por mí, por mi experiencia, me es muy difícil contar algo. Casi todo tiene que ver con momentos vitales que atravieso, relacionados con la sociedad, con el amor, con el terror, con la necesidad, con los anhelos, con los deseos… Esas ideas surgen casi siempre como melodías. Yo funciono con melodías. Andando, creando y grabando esas ideas. Luego vienen las letras. En ocasiones, es cierto, la letra y la melodía aparecen juntas de golpe, pero los más habitual es que la música gane, porque la melodía marca el estado de ánimo. Es luego la letra la que acompaña a esas emociones, pero sin distraer lo que la emoción melódica está generando. La conjunción tiene que ser perfecta. Luego está Enrico, que crea las armonías, los arreglos y todo este universo sonoro que hace que la música tome una dimensión, a mi juicio, brutal. He tenido la suerte de encontrarme con el mejor músico del mundo, y ahí estamos”.
“Mis canciones tienen que ver con mi estado de ánimo, con lo que vivo, con la rabia, con la necesidad de contar algo”
-Música, cine, teatro, televisión… ¿Qué busca y que encuentra, qué tiene que tener un proyecto para que le llame la atención y decida implicarse?
“Puestos a elegir, tiene que tener verdad. Me he encontrado en situaciones en las que he tenido que comer y aceptar cosas en las que no siempre he creído. Pero es importante decir que no, pese a que tengas la necesidad. Es importante no hacer algo en lo que no creas o que te duela. Puede gustarte más o menos, pero debes encontrar algo, una fuente, una frase, un pequeño matiz en ese proyecto en concreto que haga que te enamores de él. Así que siempre estoy buscando que tenga verdad, que tenga riesgo, que sea valiente… En el fondo, ha de poseer algo que me mueva a contarlo en primera persona. Que sea interesante, que no me aburra, que no se convierta en una cosa que ya conozco, sino que sea necesario decirla. En definitiva, que sea verdad”.
-Veranos del Taoro es un festival cuya esencia es ofrecer espectáculos en medio de un jardín urbano. Ahora, que dejamos atrás las restricciones de una pandemia que nos cambió la vida, ¿cree que damos un valor aún más especial a la experiencia de reunirnos al aire libre para compartir la cultura?
“Este show viene de ahí precisamente. De celebrar que nos podemos volver a juntar. Hubo un momento, que ya casi se nos olvidó, en el que quienes nos dedicamos a la cultura creímos que no volveríamos a subir a un escenario. Siempre digo que el amor es un teatro lleno, es lo más cercano a lo que el ser humano lleva haciendo desde que tiene uso de razón, ese ritual de expresarse, de contar cosas. Debemos mantener este ritual, aunque se empeñen en las altas esferas en atontarnos para que no pensemos. Es importante. Quizás parece frívolo, mero entretenimiento, pero la cultura, un concierto, una película, una canción… puede salvarte la vida, según el estado de ánimo, el momento en el que estés. A mí me salvó la vida en un momento dado. Y eso no lo olvido cada vez que me subo a un escenario; en cualquier lugar y, sobre todo, cuando veo un teatro lleno, mi vida tiene sentido”.
“El teatro es un ritual que debemos mantener, por mucho que se empeñen en atontarnos para que no pensemos”
-¿Qué aprende de sus compañeros y qué intenta transmitirles cuando tiene la oportunidad de compartir con ellos una nueva aventura artística?
“Motivación. Es algo que va mucho más allá, que es más profundo y tiene muchas más aristas de lo que pensamos. Esto no solamente es una industria. Para bien, o desgraciadamente [ríe], para mal, aunque no ganásemos dinero haciéndolo, seguiríamos haciéndolo, porque es lo que hacemos. Y eso lo convierte en algo nada mercantil. Volvemos a lo mismo: es verdad”.
-Subir a un escenario para dar un concierto, representar una obra teatral; rodar una película o una serie… ¿Dónde se siente más cómodo Asier Etxeandia y que ámbito le resulta más exigente como artista?
“Es diferente, aunque uses los mismos instrumentos. Encarnar un personaje, estar a la altura de lo que el director requiere, sobre todo si lo admiras o admiras el proyecto, es muy especial. Y además lo compartes con tus compañeros actores y actrices. La música es más inmediata y tiene un elemento de desnudez: es una prolongación de ti mismo, son tus canciones, tus letras, es la forma que has elegido para salir al escenario… No tienes una dirección detrás, eres tú el que te diriges… Te sientes más vulnerable, también más de verdad, más pleno. Dices: ‘Este soy yo, en absoluta realidad’. Son facetas apasionantes e intento que ocurra algo de cada una en la otra”.
-¿Y existe algún proyecto en mente, algún sueño, que aún no ha podido llevar a cabo?
“A corto plazo, es el segundo disco de Mastodonte, que acabamos de grabar. El espectáculo que traemos a Tenerife son los últimos coletazos de la gira del primero. Estamos muy emocionados con este nuevo álbum. Nos presentamos aún más en carne viva, es una declaración de intenciones muy bestia. También estamos temblando, porque da cierto pudor cuando te abres tanto. Esperamos que los primeros singles salgan en octubre y que tengamos nuevo show para diciembre. Ahí es donde tengo puesta toda mi energía ahora mismo”.