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El picor que se asocia con el cáncer de páncreas temprano

La detección precoz en el cáncer de páncreas es fundamental, ya que los síntomas no se presentan hasta que la enfermedad está avanzada
El picor que se asocia con el cáncer de páncreas temprano
El picor que se asocia con el cáncer de páncreas temprano. Shutterstock

Por Pablo García Santos.| Uno de los mayores retos a la hora de abordar el tratamiento del cáncer es la detección precoz. Muchos de los casos tienen una alta supervivencia si se diagnostican a tiempo, una cuestión que no sucede con el cáncer de páncreas. A diferencia del cáncer de riñón, este tumor del tracto digestivo se detecta cuando ya no es curable, por lo que es uno de los tumores más letales del tracto digestivo.

Tal y como demuestran los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), uno de los principales motivos por los que se ha observado un incremento en la incidencia del cáncer de páncreas es una población envejecida. Por ello los expertos recomiendan abstenerse del tabaco y el alcohol, así como llevar una dieta saludable, que también proporcionará una mayor longevidad.

En España no hay un registro específico, pero según la American Cancer Societyla tasa de supervivencia a los cinco años es de un 44% para el cáncer de páncreas si está localizado. Las cifras se reducen drásticamente si se propaga por otras partes del cuerpo, por lo que conviene prestar atención a las primeras señales para poder acudir a un médico cuanto antes.

Esta prevención resulta más necesaria en el caso del cáncer de páncreas, ya que los síntomas no se presentan hasta que la enfermedad está avanzada. Uno de estos signos puede ser el dolor abdominal que suele producirse en la espalda. Otros de los síntomas más comunes son la pérdida de peso y la falta de apetito, provocados por la presión del cancer al extremo del estómago. Además, este bloqueo parcial, que dificulta el paso de los alimentos, puede ocasionar náuseas y vómitos.

El picor en la piel

Cuando el cáncer de páncreas se propaga, puede pasar primero al hígado. En este caso, también es posible que cause ictericia. Además de la coloración amarillenta de la piel y los ojos, un síntoma de este trastorno es la orina oscura. “Algunas veces, la orina con un color más oscuro es el primer signo de ictericia. A medida que los niveles de bilirrubina aumentan en la sangre, la orina se torna de un color marrón”, advierten desde la American Cancer Society.

Otro de los signos de la ictericia son encuentra en las heces fecales. La bilirrubina normalmente ayuda a dar a las heces fecales su color marrón. Si se bloquea el conducto biliar, las heces fecales pueden lucir grises o de color claro. Además, si la bilis y las enzimas pancreáticas no pueden llegar a los intestinos para ayudar a desintegrar las grasas, las heces pueden convertirse en grasosas y pueden flotar en el inodoro.

Una de las señales que podemos detectar con una mayor facilidad es la picazón en la piel. Así es, cuando la bilirrubina se acumula en la piel, ésta se vuelve amarilla y comienzan a aparecer los picores.

También hay ocasiones en las que la primera señal de que una persona tiene cáncer de páncreas es un coágulo de sangre en una vena grande, a menudo en una pierna. Aun así, esto no tiene que significar que se trata de un cáncer, pues puede deberse a otra causa.

Factores de riesgo

Existen algunos factores de riesgo modificables como es el caso del tabaquismo. Sin embargo, también hay otros que aparecen con la edad. Y es que en el momento del diagnóstico la edad de la mayoría de los pacientes va de los 60 hasta los 80, pues aumenta de manera pronunciada el riesgo de padecer cáncer de páncreas después de los 50 años.

Las personas obesas, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se considera cuando el Índice de Masa Corporal (IMC) es igual o superior a 30, tienen aproximadamene un 20% más de probabilidades de padecer cáncer pancreático. Aunque estén separados por una diferencia muy exigua, los hombres son más propensos a padecerlo que las mujeres. Esto se debe a que históricamente el consumo de tabaco y alcohol se ha asociado más a los varones.

Al tratarse de uno de los cánceres más letales que existen, resulta difícil habar de tratamientos efectivos en pacientes con cáncer de páncreas. Aun así, la quimioterapia se ha consolidado como la vía más recurrente incluso en los casos más avanzados. El gran reto, según la propia SEOM, para poder acabar con esta enfermedad es la terapia personalizada.

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