El denominado banco malo, cuyo nombre oficial es el de Sareb, es uno de los mayores tenedores de propiedades inmobiliarias sin inquilinos del sur de Tenerife, una comarca que, sin embargo, se encuentra a la cabeza de la Isla en lo que se refiere a personas viviendo en la calle o haciéndolo en furgonetas, caravanas, casetas o, de manera más simple, en la calle.
Mientras que esta entidad pública acumula 279 viviendas, oficialmente vacías, en varios municipios de la comarca hay 984 personas viviendo en la calle, teniendo en cuenta las cifras ofrecidas por Cáritas Diocesana de Tenerife, que hizo el último censo disponible. Casas y personas sin ellas coinciden en las zonas.
La Sareb no es un banco cualquiera
La Sareb, realmente, no es un banco, sino un organismo, en su mayoría del Estado español, cuyas siglas corresponden a las de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria.
Nacido en 2012, es, en la actualidad, propiedad del Gobierno central en el 50,14% y es fruto del proceso de rescate de la Unión Europea, que se produjo a partir de la crisis económica de 2008.
A diferencia de otros Estados, como Irlanda o Grecia, España no fue totalmente intervenida, pero sí obligada por Bruselas a aceptar 50.781 millones de euros para sanear a las entidades bancarias en riesgo de colapsar. Uno de los ejemplos más conocidos fue el de Bankia.
De esta forma, la Sareb, con dinero de la Unión, se dedicó a adquirir bienes inmuebles de bancos y cajas que estaban asociados a préstamos y créditos impagados o de alto riesgo, ayudando, de esta manera, a las entidades financieras. No obstante, y de manera evidente, la factura final, en el caso de haberla, será pagada mediante deuda pública del Estado español. Es decir, por sus ciudadanos.
La realidad, sin embargo, es que muchos de quienes, sin saberlo, deben ese dinero, no tienen donde vivir o comprueban cómo se les complica, cada vez más, encontrar un lugar asequible para alquilar.
La Sareb llegó a comprar un total de 200.000 activos, pagados todos ellos en bonos avalados por el Tesoro. Es decir, avalados por deuda pública soberana.
De esas inmensa cantidad de propiedades en manos de esta sociedad, un total de 279 se encuentran en la comarca Sur, según los citados datos oficiales. La gran mayoría de ellas están en los municipios de Granadilla de Abona y de Adeje. En el primero hay 109 viviendas de la Sareb, mientras que en el segundo son 86 inmuebles.
En tercer lugar se encuentra Arona, con 40 viviendas vacías, a pesar de ser el segundo municipio de Tenerife con más personas sin hogar, con 441, según las cifras del censo realizado por Cáritas Diocesana.
En San Miguel de Abona se encuentran 14 propiedades residenciales reconocidas por la Sareb, mientras que otras 11 están en Arico, el mismo número que en Güímar. En Candelaria hay ocho.
En municipios como Vilaflor de Chasna, Santiago del Teide o Guía de Isora la sociedad pública no contabiliza ninguna vivienda de su propiedad.
Fuentes conocedoras de la situación han explicado a este periódico que la inmensa cantidad de propiedades del denominado banco malo es enormemente atractiva para los municipios a la hora de hacer política de vivienda, ya sea para destinarla al alquiler social o a la venta a personas con menor capacidad adquisitiva.
Los municipios, con más capacidad
De hecho, la nueva legislación sobre vivienda, aprobada por el Gobierno del Estado, el denominado Gobierno de coalición, da un mayor margen de maniobra y permite a los ayuntamientos disponer de herramientas nuevas.
Entre ellas se encuentra, precisamente, la posibilidad de firmar acuerdos o convenios con la Sareb para destinar sus propiedades al alquiler social o a la venta, algo que se empieza a poner en marcha en algunas corporaciones.
No obstante, todo ello se encuentra con obstáculos. Los principales son que muchas de las viviendas contabilizadas por la Sareb no están terminadas.
Y, además, que muchas, estando o no acabadas, se encuentran en un estado de okupación que es necesario resolver previamente.