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Los 6 productos canarios que comíamos en nuestra infancia y que ahora echamos mucho de menos

Las "papas rojas y blancas" eran las "Fritolay" y el Perricao traía más chocolate que el Bollycao...

Hay sabores que se quedan en nuestro recuerdo. Para los niños y niñas de los 80 y 90, también en años posteriores, algunos productos canarios formarán siempre parte de nuestra infancia, pese a que, por desgracia, ya no podamos consumirlos. Desaparecieron o fueron retirados del mercado por diversos motivos, en algunos casos de manera polémica, por qué no decirlo.

Esos productos canarios, en ocasiones, se asemejaban a otros que ya estaban en el mercado, es cierto, pero no tenían el mismo sabor o, al menos, a nosotros nos sabían distinto. Estos son solo algunos, pero, seguro, cada uno de nosotros mantiene una lista particular.

Los seis productos canarios que permanecen en nuestro recuerdo:

Batidos Millac. Fruto de la desaparición del grupo de alimentación canario José Sánchez Peñate S.A (JSP), fabricante, entre otros, de los productos Millac y Celgán, nos hemos quedado sin algunos de los productos canarios más recordados, como los batidos Millac.

La marca llegó a producir “100 millones de envases al año, con exportaciones, sobre todo, a África, pero también a la Península”, como reconocía Javier del Barrio, director de la fábrica. Una de las claves de su éxito fue aquella mítica imagen de los dos niños junto al vaso de leche, realizada por Teodoro Ríos.

Yogures Celgán. Al ser del mismo fabricante, desaparecieron como los batidos Millac. Una de las variedades que más éxito tuvieron eran los yogures para beber de chocolate o leche con canela. Tenían una forma muy particular, que recordaba a la de una copa. Curiosamente, en páginas como todocolección.net se pueden comprar envases, vacíos, de yogures Celgán.

En la época, eran más económicos que los yogures de otras marcas, como los yogures Danone, lo que nos lleva a otro de los productos canarios que mantenemos en nuestra memoria. Y nuestro paladar.

Petit-suisse de limón. Entramos en terreno pantanoso por varios aspectos. En foros en los que se habla y debate sobre nostalgia y productos ochenteros en España muchos creen que el Petit-suisse de limón nunca existió. Seguramente otros muchos pensarán que su sabor no era el mejor, que no tendría que estar en esta lista, pero todo tiene una explicación.

El Petit-suisse de limón existió. Dentro de la lista de productos canarios puede llamar la atención, pues también se vendía en el resto del Estado, pero estaba, porque Danone tenía fábrica en Tenerife, hecho en las Islas.

Para avivar el debate de su existencia resulta casi imposible encontrar en internet una imagen de este producto, que, a diferencia de lo que pudiera parecer, venía en un envase blanco y no amarillo. De la noche a la mañana lo quitaron del mercado. Aún no sabemos el motivo.

Perricao. Antes de que la lógica se impusiera y se tomaran medida en todo lo relacionado con la nutrición y la salud infantil, a muchos niños y niñas de Canarias le daban un Bollycao para merendar. En medio de esa moda, Los Compadres (desaparecida tras 50 años de actividad) lanzó al mercado el Perricao.

Estaba claro, el mismo eslogan lo decía, se trataba de ‘Mi merienda’ y eso mismo ocurrió en las Islas. Perricao, que tenía más chocolate y era más barato que el Bollycao, causó furor porque, además, podía comprarse en los supermercados cuando el Bollycao aún no había llegado.

Era una bomba calórica, es cierto, pero estaba buenísimo. ¿El único pero? No traía pegatinas de regalo de las series de moda como sí hacía el “original”.

Baconcitos. Antes de que el mercado se inundara con un montón de marcas y tipos de papas fritas en Canarias lo que se comía eran Munchitos y Baconcitos. Para nosotros eran las “papas rojas o blancas” y los Baconcitos eran de color blanco. Tenían sabor a eso, a bacon, antes de que otras marcas apostaran por este sabor.

Su textura era muy similar a las cortezas, eran crujientes y tenían mucho, mucho sabor a bacon, por lo que eran un éxito, aunque desaparecieron del mercado. Una pena.

Los comercializaba Frito-Lay, una filial de Pepsi, lo que provocó que en Canarias se extendiera la frase “dame unas Fritolay” en referencia a aquellas “papas rojas y blancas”.

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Los helados canarios que marcaron nuestra infancia permanecen en el imaginario colectivo

Kontiki Beach. Kalise nos ha traído algunos de los helados que más asociamos a nuestros recuerdos, a los días de verano en el que podías quedarte a jugar con tus amigos hasta tarde, sabiendo que al día siguiente no había colegio.

En esta categoría podrían entrar muchos de estos productos canarios en este listado, por supuesto, pero el Kontiki Beach nos llamó mucho la atención porque el Kontiki era, y es, uno de los helados preferidos.

Esperamos, con ansia, probarlo y, aunque a final solo duró un par de temporadas, ahí ha quedado, en muchas de nuestras conversaciones en las que rememoramos aquellos años. ¿El sabor? También hubo mucho debate con eso, pero costando solo 45 pesetas tampoco podíamos ser demasiado exigentes.

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