Taganana es uno de los pueblos más antiguos de Tenerife, que llegó a ser un municipio independiente en el siglo XIX. Precisamente, uno de sus principales atractivos es el aroma de siglos de historia que recorre sus calles, un valor que sus vecinos ven cómo se deteriora de forma inexorable sin que, se quejan, el Ayuntamiento o el Cabildo hagan algo para evitar que casas de más de 300 años de historia acaben reducidas a escombros. Entre 50 y 60 viviendas abandonadas, en estado casi ruinoso, calculan desde la Asociación de Vecinos La Voz del Valle que existen en el pueblo.
Así lo manifiesta el recientemente elegido como alcalde honorario del pueblo, Manolo Rodríguez, y secretario de La Voz del Valle. “Denunciamos que el patrimonio no está cuidado. Las casas de 200 y 300 años están ahí, derrumbándose y no toman ninguna medida”, lamenta.
Una de esas casas se encuentra en la propia plaza de la iglesia de Las Nieves; allí, un año más, las fiestas patronales, que se celebran este fin de semana, tendrán que evitar ese rincón por el riesgo que conlleva. “Lleva así más de 25 años, con el techo caído y una valla delante”.
Manolo Rodríguez cuenta que, evidentemente, las casas en las que más se nota el deterioro son las del centro, pero también en la calle Portugal. “Esa era la entrada antigua de Taganana, y es una pena ver cómo están esas casas”, apunta.

Según las estimaciones de la asociación, “tenemos entre 50 y 60 casas vacías, en las que no vive nadie, abandonadas, con el techo caído, en las que va entrando el agua, las paredes se van hinchando, y acaban por convertirse en una ruina”.
Rodríguez relata como los propios vecinos le hicieron un lavado de cara a una de esas casas para las fiestas. “La pintamos por fuera, y le pintamos una ventana. En ningún momento entramos dentro”. “Lo que pedimos -continúa-, es que hagan algo similar con las que peor están, no sabemos la fórmula, pero lo que no pueden hacer es dejar que se caígan”.
El alcalde honorario apunta que esto no es un problema de ahora. “No ha habido nadie que se haya preocupado de proteger el patrimonio de estos últimos años. Esto no es de diez o 15 años atrás, son muchos los años de abandono. Es una pena ver a las casas antiguas cayéndose, que son una joya, en un pueblo que quieren que viva del turismo, pero por lo visto parece que lo quieren convertir en una barriada, con lo que te cargas la gallina de los huevos de oro, que es el patrimonio de Taganana”, comenta. Cuando se le pregunta si facilitar la reforma de casas para alquiler vacacional podría se un solución, Manolo dice que “sí y no”.
“Lo vemos bien, pero lo cierto es que hay gente con necesidad de viviendas en Taganana, que no pueden comprar ni alquilar, y no se construyen nuevas casas. Creo que se deberían poner a disposición de la gente del pueblo”. “Si se mete el turismo vacacional, eso no hace pueblo, porque se pierde la esencia, aunque eso no es algo que le pase solo a Taganana”, añade.
Deber de conservación
La concejala de Urbanismo, Zaida González, recuerda que no pueden actuar en una propiedad privada salvo si existen riesgos para terceros. “Nosotros abrimos un expediente e instamos a los propietarios a que ejecuten las medidas de seguridad que les solicitamos, pero no podemos intervenir en una propiedad privada. Si el propietario no lo hace, lo ejecutamos nosotros, pero solo si existe riesgo”, apunta. Y para ello, primero hay que cumplir un largo trámite administrativo, e incluso, detalla, “si tuviéramos que entrar para reforzar alguna estructura, tenemos que pedir autorización al juez”. González recuerda que cualquier intervención en Taganana necesita de la autorización de Patrimonio Histórico del Cabildo y llama a la responsabilidad de los dueños para mantener sus propiedades.
En el caso concreto de la casa de la plaza de Las Nieves, después de muchos intentos, se logró localizar al propietario actual, que va a arreglar la casa.