sociedad

Tassadit Yacine: “Los Estados poderosos tienen medios suficientes para destruir las culturas y los pueblos que no quieren”

La doctora en Antropología y experta en cultura bereber es autora de numerosas obras destacadas en el ámbito de la cultura ancestral, algunas de ellas de inminente publicación en Canarias
Tassadit Yacine
Tassadit Yacine. DA

Por Fernando Hernández.| La antropología es una disciplina que nos permite comprender y analizar las distintas culturas que existen en el mundo. Una de ella es la bereber, con una rica historia y tradiciones que tiene confluencias con Canarias. Al respecto, conversamos con Tassadit Yacine, reconocida profesora y doctora en antropología de origen argelino, especializada en la investigación cultural bereber. Directora de estudios de la École des Hautes Éstudes en Sciences Sociales y la revista Awal, fue precursora de las investigaciones del mundo bereber, hecha por bereberes, junto al antropólogo y lingüista Mouloud Mammeri (1917-1989) y el sociólogo Pierre Bourdieu (1930-2002). Es autora de numerosas obras destacadas en el ámbito de esta cultura ancestral, algunas de ellas de inminente publicación en Canarias.

-¿Qué le llevó a interesarse por el estudio de la antropología y, en particular, de la cultura bereber?

“Antes de interesarme por el mundo bereber, mis investigaciones se centraban en la historia social de la inmigración española a Argelia, desde mediados del siglo XIX. Colonizada por Francia en 1830, Argelia pidió a los trabajadores españoles que cultivaran las tierras arrebatadas a los argelinos. Cerca de Argelia y en crisis económica, la población activa española era la más numerosa. Este gran grupo demográfico no dejó de crear problemas a los colonos franceses que no querían la lengua y la cultura españolas en su territorio. Esta situación, ‘la guerra de las lenguas y de las identidades’, me inspiró sobre los fenómenos culturales y lingüísticos que vivía Argelia en los años 1980. Después de conocer al antropólogo Mouloud Mammeri, me animo a dirigir mis investigaciones sobre la cultura bereber más cercana a mis raíces. Una cultura eminentemente ágrafa y, por consiguiente, con un riesgo mayor de perder información valiosa para el estudio de la misma. Entonces era un país multicultural que aspiraba a ser un Estado nación, cuya lengua solo fuera el árabe en detrimento del norte histórico, el llamado en lengua bereber Tamurt Idurar (país de montañas). Fue entonces cuando dirigí mis investigaciones a las costumbres y lengua bereber, cuya base estaba confinada en la oralidad de las poblaciones de la Cabilia”.

-¿Cuáles son los principales aspectos de la cultura bereber que usted destaca en sus investigaciones?

“La cultura bereber, marcada por una antigua tradición oral, es rica para comprender la historia de la humanidad. Contiene en su interior una riqueza de prácticas y concepciones del ser humano y de la sociedad que es interesante hacer visibles. La mitología, la relación con el cosmos, las relaciones entre hombres y mujeres. Me interesaba la tradición oral y, más particularmente, la poesía oral. Esta poesía no trata sólo de alinear versos, sino de algo más profundo. Esta poesía puede ser a la vez un recuerdo y una historia que muchas veces sólo comprenden los iniciados, conteniendo multitud de aspectos muy interesantes sobre las articulaciones que se han desarrollado a través del tiempo para regular distintos aspectos sociales de esta cultura ancestral, un material de estudio para futuros investigadores”.

-¿Qué métodos de investigación ha utilizado en sus estudios antropológicos?

“Combiné el antiguo método, conviviendo con la gente, observándolas en su medio para aprender de ellas, pero también analizando publicaciones y archivos cuando los había. Para el trabajo de campo siempre me sirvo de un amplio muestreo entre hombres y mujeres, de avanzada edad en su mayoría, que sin ser en muchos casos conscientes de las tradiciones que atesoran en su memoria, aportan profusos rasgos culturales que caracterizaban a esta sociedad. También me suelo apoyar en los modos de transmisión de esta cultura a través de fábulas y cuentos, que son una fuente considerable de información”.

-La mujer tiene un papel preponderante en sus estudios. ¿Cuál es el alcance de la feminidad en la sociedad bereber?

“Fue durante las investigaciones que noté que había una diferencia entre el hecho y la ley. Las mujeres no tienen el mismo estatus según la época o las categorías sociales en general. Pero en las sociedades bereberes predominantemente islamizadas actualmente, existen ciertas diferencias y descubrí rastros de matrilinealidad que se ha querido ocultar, especialmente en el siglo XX, porque están en conflicto con el patriarcado en general y con la visión patriarcal árabe-musulmana en particular. Intenté encontrar este rasgo particular en sus producciones culturales, donde son las mujeres con sus narraciones y canciones las que han preservado gran cantidad de manifestaciones de su sociedad tradicional, junto a la revisión de los libros de antropología histórica”.

-Hace muchos años que visita nuestras islas. ¿Recuerda su primera visita y la impresión que le causó nuestra sociedad?

“Sí, vine a Canarias en enero del 87 invitada por el Cirss (Centro Internacional de Investigaciones Saharianas y del Sahel) junto a Mouloud Mammeri. El turismo que visitaba estas islas, ya en ese momento, en lugares como Puerto de la Cruz o Playa de las Américas, se concentraba en sus complejos alojativos, alejados de los canarios y sin apenas interacción con la cultura local. Todavía en aquella época los canarios tenían un arraigo definido a sus costumbres culturales y eran gente de un gran corazón y muy abiertos con los visitantes. Hoy en día, con el crecimiento desmesurado de este sector, el canario se ha convertido en minoría en esta masa turística de población foránea, lo que ha traído cierto recelo en un amplio sector de la sociedad canaria por el peligro de una paulatina perdida de las raíces identitarias. Este trance cultural es especialmente evidente en los jóvenes, que no tienen un nexo con su pasado”.

-Desde un enfoque antropológico, ¿piensa que existen paralelismos, más allá de discursos nostálgicos o políticos, entre las culturas bereberes y las antiguas poblaciones insulares?

“Absolutamente. Los investigadores que me precedieron lo dijeron mejor que yo. Los vínculos son evidentes, aunque lamentablemente la lengua viva de las islas ha desaparecido. Cuando digo lengua de las Islas debo aclarar que no existe una lengua homogénea y fija. Como en el continente, no podemos pretender una unidad lingüística, sino una matriz, -base sintáctica, gramática, conjugación…- sobre la cual cada idioma evolucionará según sus propias experiencias historias. En Canarias hay siete islas y cada una con su particularidad, a pesar de lo que fundamentalmente las conecta. Las islas son, para mí, una imagen magnificada de las prácticas ancestrales del continente, excluyendo el Sáhara, pues las antiguas poblaciones canarias conservaron, por su aislamiento archipelágico, interesantes aspectos que desaparecieron del continente a través de los siglos”.

-¿Cuál es su opinión sobre la preservación de la cultura bereber en la sociedad actual?

“Muy difícil, pero al mismo tiempo muy sencillo a día de hoy, porque disponemos de medios técnicos extraordinarios, de tecnología, junto a los medios de comunicación que constituyen armas formidables para transmitir y preservarla. Por otra parte, la amenaza de aculturación externa es fuerte. Las sociedades bereberes son toleradas cuando sus prácticas no están prohibidas; no pueden resistir a Estados poderosos que tienen medios inconmensurables para destruir las culturas y los pueblos que no quieren”.

-En breve presentará en las Islas dos de sus obras traducidas por primera vez al español: ‘Si me amas, sáname’ y ‘Recuerda paloma torcaz…’, con la colaboración de la Asociación Cultural Pueblo Maho. ¿Qué nos puede avanzar?

“Me alegra mucho de que se hayan traducido al español y en esta tierra. Evidentemente no se trata de obras literarias, sino antropológicas. Su lectura puede ilustrar al lector sobre las condiciones de producción y transmisión de esta cultura. Además, hay que tener en cuenta que estos trabajos van más allá de la Cabilia o de los bereberes, es un compromiso con la cultura de nuestra primera Humanidad, que ha sido preservada por ellos y que nos transmiten a través de su oralidad. Yo, en ese caso, no tengo ningún mérito, he sido sólo un canal que devuelve lo que ha recibido. Aprovecho este momento para agradecer al antropólogo y amigo Fernando Hernández su insistencia para publicar mis trabajos al español, así como a la Asociación Cultural Pueblo Maho, en especial a Roberto Perdomo, Orlando Hernández y a la arqueóloga Nona Perera, por su implicación para sacar adelante este proyecto. Al periodista José Gregorio González por hacerse eco de mis trabajos en su espacio radiofónico y a Le Canarien por editarlos”.

-¿Para cuándo un estudio antropológico de la profesora Tassadit sobre Canarias?

“Cuando se den las condiciones personales y concluya diversos compromisos académicos y literarios! (risas). No obstante, ya estamos trabajando en algunos aspectos culturales de las islas, que tenemos que seguir investigando. También pienso que corresponde a los jóvenes investigadores canarios hacer lo necesario para salvar su historia, su memoria y su identidad cultural”.

TE PUEDE INTERESAR