La XXII Clásica Tenerife concluyó a primera hora de la tarde de hoy en el parque García Sanabria de la capital tinerfeña donde comenzó el viernes por la mañana, después de recorrer dos etapas las islas de Tenerife y La Palma, esta última por primera vez en la historia.
Los equipos peninsulares compuestos como David Liceras-Ainhoa Ayarra, con MG y Raúl Aranda-Rafael Fernández, presidente y vicepresidente de la FEVA, con Triumph, obtuvieron los dos primeros puestos, con Joaquín Sieper y Nicolás Sánchez, en el tercer cajón con el Jaguar E Type S1, en el apartado de regularidad, donde finalmente puntuaron 13 de los 15 tramos cronometrados previstos, al no clasificar la Targa Los Llanos, debido a la presencia de un semáforo, y suspenderse la única prevista para ayer, Barranco Hondo-Santa Cruz.
Dentro de regularidad, en la categoría D ganaron José Carlos Rendón y Francisco José García, con Jaguar (de 1961), mientras que en la E, el triunfo fue para Luis Hernández y Casandra Bello, también con Jaguar (1957).
El rally se celebró con buen tiempo, excepto el inicio de la primera etapa por Anaga y el final de la segunda, ya en La Palma, por la lluvia que hizo deslizante el tramo desde la capital hasta Los Llanos, así como el desarrollo de la Targa – carrera de tres vueltas por un circuito urbano a una media de 40 km/h- y el regreso al hotel Princess de Fuencaliente en plena noche y bajo la lluvia por la nueva vía levantada sobre la lava del volcán de Cumbre Vieja.
En la categoría de Turismos, el triunfo fue para Antonio Sosa y Alonso Sosa, con MG, por delante, muy cerca, del inseparable dúo canario-argentino del Mercedes 220S, de 1963, Antonio Castro Trujillo y Dalmiro Gómez Fernández. Rodolfo y Esther Núñez, con Porsche 356C 1.600, fueron terceros.
Todos ellos coincidieron en valorar la belleza y variedad del trazado, sobre todo Raúl Aranda, presidente de la Federación Española de Vehículos Antiguos, que lejos de hablar de la competición – ya ha hecho más de cinco rallies Montecarlo- quiso destacar “el alto nivel de participación y el hecho de comprobar que los coches históricos en Canarias gozan de extraordinaria salud, y que hay una tradición que permitirá que todas estas joyas permanezcan entre nosotros y no salgan al extranjero”, para lo que será fundamental la próxima firma del nuevo real decreto sobre vehículos históricos, “una vez halla gobierno nacional”, recordó.
La veintidós edición de la Clásica Tenerife contó con un centenar de vehículos inscritos, sin contar los 30 invitados en La Palma del Club Clásicos de El Paso, con pilotos y navegantes que legaron a los 86 años, como el exsenador gomero Carlos Manuel Bencomo Mendoza, o jóvenes con menos de 18 años que guiaron a sus padres con destreza con el rutómetro, fundamental en una prueba que trata de alcanzar la meta marcando con exactitud el tiempo medio marcado por la dirección de carrera, siempre con velocidades que no superan los 50 km/h.
La prueba compaginó la competición con paseo, sin que se dieran contratiempos más allá de media docena de abandonados, gracias entre otras razones al buen trabajo del equipo mecánico. Pese a la lluvia caída por la tarde del sábado en La Palma, con el asfalto muy deslizante, no hubo ningún accidente, más allá de algún trompo, destacando el trabajo de los policías locales de Los Llanos, durante la Targa celebrada, y de Santa Cruz de La Palma, que recibió con entusiasmo al centenar de joyas automovilísticas en la calle Real, todo un espectáculo de patrimonio, como lo fue también el pase por la nueva carretera creada sobre la lava del volcán Cumbre Vieja o la visita a los Roques de Los Muchachos, a más de 2.400 metros de altitud.
Francis Montesdeoca, desde la organización, agradeció, igualmente, el trabajo y comprensión del personal de Fred.Olsen, tanto en la idea como en la vuelta a La Palma, para el embarque ágil de 100 coches y casi 250 personas.