La reactivación del incendio forestal en el norte de Tenerife continúa generando preocupación en la isla. El nivel de emergencia se mantiene en grado 2, con más de 40 hectáreas arrasadas por las llamas y alrededor de 3,200 personas evacuadas, principalmente del barrio de La Corujera en Santa Úrsula y Pino Alto en La Orotava. Aunque no se han reportado daños personales, lamentablemente una vivienda en Santa Úrsula ha sido devorada por el fuego.
El consejero de Emergencias del Gobierno de Canarias, Manuel Miranda, y la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, han expresado su preocupación ante las condiciones climáticas adversas que se presentan en la noche. Las altas temperaturas persisten y se esperan vientos de ladera con rachas de hasta 40 kilómetros por hora, complicando las labores de extinción.
En este contexto, se ha informado que se está trabajando en encontrar una alternativa alojativa para la familia de Santa Úrsula que ha perdido su vivienda en el incendio. Asimismo, se mantiene el cierre del centro sociosanitario de La Corujera como medida preventiva en esta situación de emergencia. El Gobierno de Canarias y las autoridades locales están coordinando acciones para mitigar los impactos del incendio y garantizar la seguridad y el bienestar de la población afectada.
La consejera de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, Candelaria Delgado, ha apuntado que ya se ha cerrado el albergue del Quiquirá en La Orotava, que alojaba a una treintena de personas de edad avanzada y se ha optado por reubicarlos en otros recursos, y solo se mantiene abierto el del pabellón de Santa Úrsula.