El calor tiene las horas contadas en Canarias. Después de dos semanas sofocantes, con temperaturas que han llegado a rozar los 39 grados a la sombra en pleno mes de octubre -lo que ha llevado a la Aemet a calificar de “excepcional” este episodio meteorológico-, la ola de calor empezará a deshacerse mañana. Las máximas bajarán este domingo entre dos y tres grados de media, aunque el descenso será más pronunciado el lunes, para comenzar una semana otoñal que traerá por fin lluvias, según indican los modelos meteorológicos.
Cuatro islas están hoy en aviso amarillo por altas temperaturas, Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, donde los termómetros pueden escalar hasta los 34 grados centígrados, si bien la Aemet no descarta que esos valores se alcancen en La Gomera y El Hierro. La próxima madrugada se moverá en la frontera de la noche tropical (hasta 25 grados) y ecuatorial (por encima de ese valor), mientras que la calima seguirá enturbiando la atmósfera, aunque con un nivel de concentración inferior, en principio, al de las últimas fechas.
Para el domingo, la Aemet reduce el aviso amarillo por calor a Tenerife y Gran Canaria. En el sur de ambas islas se podrían alcanzar puntualmente máximas de 34 grados. En el resto del Archipiélago, se espera un descenso térmico “ligero o moderado” y una disminución del polvo en suspensión por la tarde.
Respecto a las lluvias que se anuncian para la próxima semana, los modelos de predicción indican la entrada de un frente atlántico por La Palma que traerá precipitaciones a partir del martes, intensificándose el miércoles y posiblemente el viernes. Serán lluvias que, si no cambia la situación, se extenderán por todas las islas al tratarse de un frente que avanzará de noroeste a sureste, pero aún es pronto para confirmar este extremo.
LAS MÁXIMAS MÁS ALTAS
Canarias volvió a copar ayer el top ten de las temperaturas más altas del país. La localidad grancanaria de Tasarte marcó la máxima (37.1 grados), seguida de Adeje (36.8); Arucas (36.2); La Graciosa (35.8); La Aldea de San Nicolás (35.8); Arico (35.5), Vallehermoso, en La Gomera (35.1); Llano de los Loros, en La Laguna (34.7), y los municipios majoreros de Antigua (34.2) y Pájara (34.1).
Sobre las causas que explican la extraordinaria duración de esta ola de calor (15 días), hay que encontrarlas en el desplazamiento hacia el mediterráneo del anticiclón y al sistema de bajas presiones situado al noroeste de Azores, que ha provocado la entrada de una masa de aire africano desde el 30 de septiembre, arrastrando calima hasta las Islas.
Otro de los factores para tener en cuenta es el incremento de noches más cálidas de lo normal en todas las islas. La meteoróloga y asesora del Cabildo de Tenerife, Vicky Palma, confirmó esta semana a DIARIO DE AVISOS que en lo que va de octubre, todas las madrugadas han sido tropicales o ecuatoriales y se han alcanzado temperaturas insólitas, de hasta 27 grados, en medianías del norte tinerfeño.
NOCHES DE RÉCORD
Es más, si extendemos los registros al pasado verano, hay dos datos significativos que demuestran que el tiempo de ahora ya no es el de antes: Izaña, en las faldas del Teide, marcó madrugadas de más de 20 grados y la capital tinerfeña contabilizó solo dos noches entre julio y agosto por debajo de ese umbral. Todo un récord. Este episodio de calor, anómalo a todas luces, ha provocado la suspensión de las clases en todos los niveles educativos desde el miércoles, excepto en la Universidad, una medida sin precedentes en el Archipiélago.
Pero también ha causado numerosas reactivaciones del incendio forestal del norte de Tenerife, que anoche continuaba en nivel 2 y que ha obligado a desalojar de sus viviendas a 110 vecinos de los altos del municipio de El Sauzal.
La agricultura isleña es otra de las grandes perjudicadas por esta canícula a destiempo, obligando a los hombres y mujeres del campo a un sobreesfuerzo en sus tareas por los cambios en los ciclos productivos y a regar con más frecuencia de lo habitual, evitando la exposición a las horas más calurosas del día.
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