La ley de Murphy se ha dado esta tarde en el vuelo IB3944 que conectaba Madrid con Tenerife Norte. Lo que debería haber sido un viaje habitual, se ha convertido en una sucesión de desgracias a bordo que mantuvieron a los pasajeros en vilo.
El viaje estaba programado para despegar de Madrid a las 17.20 horas. Sin embargo, un enfrentamiento con puñetazos entre dos pasajeros provocó un retraso de 40 minutos. La tensión creció al punto en que fue necesaria la intervención de seis efectivos de la Policía Nacional para evacuar a los protagonistas de la pelea.
15 minutos después, las puertas del avión se cerraron y se retiró la pasarela móvil que permite acceder y salir del avión, conocida como finger.
Sin embargo, la mala suerte no parecía dar tregua a los viajeros. Tan sólo 20 minutos después del conflicto, se dio una segunda alarma cuando uno de los pasajero comenzó a presentar síntomas de un infarto.
La tripulación solicitó con urgencia la presencia de un médico a bordo, quien evaluó la situación y recomendó su evacuación inmediata para poder proporcionarle la atención médica adecuada.
El avión tuvo que dar marcha atrás y colocarse nuevamente en la posición del finger, mientras se esperaba la llegada de los servicios médicos.
Finalmente, el pasajero afectado fue evacuado de urgencia en una ambulancia del Samur, mientras que el avión permanecía con las puertas abiertas, esperando nuevas instrucciones para poder iniciar el viaje.
Hasta las 18.30 horas, el avión no pudo cerrar sus puertas y se dispuso finalmente a iniciar su ruta hacia Canarias. Un vuelo que, sin duda, quedará en la memoria de los pasajeros.