Ha vivido situaciones dispares en el PSOE: de ser una rara avis por pactar con el PP a sufrir una expulsión luego abortada o cuestionarse a fondo su liderazgo en La Palma tras unas primarias… digamos, intensas. Anselmo Pestana sigue, de momento, en primera línea y no se corta sobre la situación estatal: “Tenemos una de las democracias más asentadas de Europa y, sin embargo, la derecha grita viva Franco en Ferraz”.
-¿Qué espera del mandato?
“Lo que pido es estabilidad. Hay retos que deben afrontarse. Tras una agenda legislativa muy importante en el último mandato, ahora es fundamental consolidar esos avances. Está también la parte territorial, que es clave, que puede proyectar a nuestro país en las próximas décadas y ojalá salga bien. Siempre se le pide a los políticos que haya acuerdos, no hay mayorías claras y llegar a consensos es una faceta fundamental de la democracia liberal en la que estamos”.
-Tras el 28M, ¿esperaba de verdad ver a Pedro Sánchez en Moncloa a estas alturas?
“Esperaba que tuviera mucho apoyo, aunque la clave estaría en otros actores. El problema en las locales es que hubo división a la izquierda del PSOE y, seguramente, en algunas autonomías no gobernarían ahora las derechas con más concentración de la izquierda”.
-Pero, ¿entiende que haya votantes del PSOE que rechacen o tengan dudas con la amnistía?
“Puedo entender las dudas, pero también ocurrió con los indultos y los hechos demostraron su eficacia. Ahora se da un paso más y la clave es volver a la normalidad. Los españoles deberíamos alejarnos de nuestra realidad y verlo desde fuera, como lo ven desde Europa, donde asisten con cierta tranquilidad a que se avance en acuerdos y no que se judicialice tanto la política ni se tensione como cuando gobernaba el PP y pasó lo del 1 de octubre de 2017”.
-Ayer (miércoles), Puigdemont hizo declaraciones propias de un chantaje, amenazando con rupturas y dejándose querer por el PP, pero hay analistas catalanes que dicen que la unilateralidad puede no volver en dos generaciones. ¿Está de acuerdo?
“Sigo alguna prensa catalana y creo que sí, que los tiros van por ahí. Son conscientes de que el esfuerzo del Estado hacia esos actores políticos es notable, aunque también con riesgos, pero el nivel de convivencia logrado en Cataluña era impensable hace 6 años. Esa es la senda y me da confianza que esos analistas así lo perciban. De hecho, también dicen que, en su día, esto permitirá al PP normalizar sus relaciones con los partidos catalanes…”.
-Es más, algunos dicen que, a largo plazo, será el PP el más beneficiado porque podrá volver a pactar con Junts… Sin embargo, ¿les pierde ahora la ceguera por subirse al monte?
“Están en un claro mimetismo con la ultraderecha, que les perjudicó en las elecciones. Hasta que no normalicen su posición y sea más acorde con otros partidos de la derecha europea, les va a seguir castigando e impidiendo tener mayorías. Y sé que la alternancia es una opción clara, pero no pueden encerrarse en sí mismos y las últimas designaciones de Feijóo, con un portavoz que… en fin, tiene ya unos antecedentes muy belicosos, tremendos, con sus declaraciones… Eso no indica que busque consensos”.
-Tellado viene del BNG…
“Bueno, pero los conversos son los mayores radicales, y se ha visto mucho en la historia”.
-De repetirse las elecciones, ¿temía que pasase lo de 2020 y bajara mucho la izquierda por frustrarse la remontada del 23J? ¿Fue eso clave para el pacto?
“En realidad, uno no sabe qué ocurrirá en unas elecciones. Lo cierto es que los ciudadanos nos ponen para solucionar y acordar. De hecho, ya han castigado cuando hay elecciones de nuevo y, por eso, lo razonable es buscar pactos suficientes para tener una legislatura estable de 4 años, y eso se ha logrado”.
-¿De verdad cree que esto durará cuatro años?
“Por el interés de todos, de los que han firmado, sí; les interesa la estabilidad porque, además, hay un momento importante en Europa por los acuerdos sobre control fiscal y presupuestario. Necesitamos estabilidad para que siga el crecimiento, la creación de empleo, la prosperidad y se cumplan los acuerdos sobre grandes inversiones y reformas que suponen mejoras importantes para el ciudadano, como aumentar el salario e ingreso mínimo, profundizar en la reforma laboral en consenso con los agentes sociales…”.
-Da por hecho, por tanto, que habrá presupuesto en 2024 y, con ello, casi media legislatura…
“Confío en 4 años de mandato, pues interesa a todos y también a Europa. Para España, es importante pilotar en Europa los grandes consensos, en lo que el presidente ha sido un actor relevante estos años”.
-Usted trabaja con la policía, ¿qué le parece la reacción de la derecha y la ultraderecha en la calle y, sobre todo, en Ferraz?
“Están fuera de lo que es el espíritu de concordia de la Constitución que dicen defender. Allí lanzaban voces a favor de la dictadura de Franco, de la ultraderecha falangista, en fin… Ellos mismos se retratan con esas escenas que, además, fueron violentas, con ataques a la policía… Manifestarse es un derecho fundamental y nada que objetar, aunque discrepe a fondo de lo que hacen, pero sí debe haber respeto a la integridad de las personas, de las sedes… Uno se puede manifestar, pero sin hacer esas presiones sobre los compañeros: es lo peor que puede pasar en una democracia…”.
-¿Teme que esto siga o se disipará con el tiempo?
“Ya se está agotando en muchos territorios y, salvo algún exaltado, se irá diluyendo, además, por el bien de todos”.
-¿En esa línea va lo que pasó con el discurso de Armengol?
“Intentarán calentar la legislatura. Es algo insólito que no hayan aplaudido en un acto institucional. Pero, bueno, cada uno tiene sus estrategias, aunque es un mal comienzo e indica lo que va a pasar estos años”.
-Más allá de la amnistía, que puede ser la excusa, ¿la clave no es que gobierna la izquierda?
“Totalmente, es una simple cuestión de poder. Tenían la esperanza de una mayoría estable, pero los españoles no dijeron eso y se han quedado fuera, también, por exclusión. Su candidato no logró ser investido, hay una mayoría alternativa y ya es cuestión de respeto…”.
-Es que hablan de dictadura, de golpe de Estado…
“Se retratan con esas manifestaciones. Tenemos una de las democracias más asentadas de Europa, que más avances en derechos y libertades ha logrado, y nada de eso nos va a desorientar como país. Tenemos eso y, sin embargo, es curioso que la derecha hable de dictadura y grite viva a Franco en Ferraz”.
-¿Alguna vez cree, de verdad, que el PP normalizará sus relaciones con Cataluña y País Vasco o seguirán usándolas para lograr votos en el resto de España?
“Tendrá que hacerlo. Este país es muy complejo, diverso y, de hecho, ya lo hizo Aznar (1996) y Rajoy. Es algo normal y le vendría bien a la sociedad. Hoy, la excepción está en la derecha”.
-¿Qué supondrá para Canarias este nuevo mandato?
“Sánchez siempre ha sido muy sensible con Canarias, no solo por tener siempre un ministro de las Islas, sino por cumplir como nadie el REF. Hay, por tanto, una sensibilidad importante que seguirá y, además, se ha firmado un pacto con CC”.
-Alude a los ministros: ¿fue Canarias injusta con Torres y Sánchez lo ha corregido?
“La democracia tiene esto. La sensación esa noche (28M) fue de amargura porque hubo un buen Gobierno y así lo demostraban todos los indicadores, encima con las dificultades que se atravesaron. Todo se pasó con buena nota, con diálogo social, con mejoras en lo que se fallaba más, como el abandono escolar, la dependencia… Sin embargo, no hubo ese apoyo, aunque se dieron connotaciones nacionales, la división a la izquierda…”.
-¿Sitúa a Torres a la misma altura de Saavedra o no?
“Por las circunstancias en que gobernó, ha sido un buen presidente. Saavedra tuvo otras, inaugura la autonomía, genera una revolución en educación y realmente crea la institución… Son circunstancias distintas, pero, en tal caso, tengo una altísima consideración de ambos”.
-¿Confía en serio en que CC cumpla el pacto o girará pronto?
“Creo que se cumplirá. Es un documento a escala nacional y, si se firma, es porque se quiere estabilidad, que vendrá bien al Gobierno canario porque facilitará sus presupuestos, habrá un marco estable de relación con el Estado y fondos para la economía. Lo contrario, la inestabilidad o prórroga presupuestaria, no sería buena noticia”.
-La cara de Valido en la firma no era precisamente alegre…
“Lo que ha habido es responsabilidad, que debe prevalecer sobre otras cuestiones. El propio Clavijo ha defendido el acuerdo y lo responsable es cumplirlo”.
-¿Descarta que ese pacto se extienda por Canarias? ¿Es el PP incoherente al no romper con CC pese a que apoya a Sánchez o el poder une demasiado?
“Esa es la gran incoherencia del PP; en todo caso, será bueno para Canarias. No puedo mirar mucho más allá porque las realidades insulares y locales dificultan los acuerdos, pero el pacto es muy bueno para las Islas”.
-¿Por qué castigaron tanto los palmeros al PSOE el 28M y, sin embargo, logran con holgura el acta al Senado el 23J?
“Fueron circunstancias diferentes. En las locales, influyen los candidatos en cada sitio, la realidad del volcán también lo hizo, aunque hoy haya decepción en la mayoría de plataformas sobre cómo gestiona esto CC. No se valoró lo suficiente lo que se hizo y, sin embargo, en las generales sí metimos el discurso de que se cumplió con La Palma”.
-Parece que se castigó a Torres y se premió a Sánchez…
“Pero Ángel gana votos en la lista regional en La Palma…”.
-Pierde un acta en la insular: ¿explicaron mal las dos listas?
“No, se intentó, pero hay dos urnas y conozco a gente que votó por Ángel y a otras fuerzas en la insular y se han arrepentido. Hay que educar al ciudadano sobre la coherencia del voto. De hecho, Ángel sacó mejor resultado que las planchas insulares…”.
-¿Les faltó didáctica o deben replantearse la lista regional?
“Eso depende de la Ejecutiva regional, pero se debe reflexionar sobre eso porque, si se está votando el Gobierno de Canarias, debería haber coherencia en las dos listas y hay voces que dicen que haya una única papeleta con las dos planchas,
– ¿Se ve en su cargo estos 4 años, le han dicho algo…?
“Estoy a disposición del partido, de las decisiones del presidente y del secretario general en Canarias, como hace 4 años”.
-Usted impulsó los pactos PSOE-PP en La Palma, que fueron castigados en las urnas: ¿por demagogia de CC con el volcán? ¿Aún defiende que se extienda esa experiencia?
Las fuerzas democráticas están condenadas al acuerdo y lamento que se incumplan pactos durante 5 años como renovar el Poder Judicial. Es lamentable porque el PP no cumple ni su ley. Hay acuerdos que facilitan las personas y el entorno: pactos locales, insulares… Como el de La Palma, y no pasó nada. A escala estatal, sin embargo, hay un enfrentamiento poco acorde con la democracia que nos hemos dado. Este es un país plural que necesita amplios acuerdos, pero se descolgaron hasta de la reforma laboral pactada con empresarios y sindicatos, haciendo todas las trampas posibles para tumbarla. Debería haber grandes pactos, aunque siempre los propone el PSOE cuando hace oposición, como Zapatero con el terrorismo.
-¿Será el último mandato de Sánchez, se irá a Europa o no descarta nada? ¿Teme que deje un PSOE mucho más débil?
El PSOE está fuerte, tiene un liderazgo con proyección en Europa y estamos muy orgullosos de su perfil como persona influyente que busca soluciones en la UE, y ojalá siga. Creo que tenemos presidente para bastante rato y, si decide repetir, seguro que tendrá un apoyo amplísimo del partido.
Lleva mucho en primera línea, ¿se plantea dejarlo?
Insisto en que siempre estaré disponible, bien como cargo o militante, y me llevo por la lección que da Zapatero porque, cuando toca dar un paso a un lado, hay que apoyar a los que vengan para ser útiles en los dos sitios. Eso es lo normal, que haya evolución y ese apoyo que tiene Pedro de Zapatero es algo para presumir en el PSOE.
-La deja botando: ¿cómo ve lo de Felipe, Guerra, Ibarra…?
Creo que es una equivocación por falta de generosidad.
-¿Le defrauda mucho Felipe?
En ciertas cosas, sí, pero, en lo que cabe, es el más moderado.
-Pues no para…
Prefiero poner el acento en los que apoyan, como Solana, otra persona de gran prestigio y cabeza. También lo hizo Saavedra en verano, reconociendo el derecho de Pedro a intentar la investidura si fracasaba Feijóo”.