Desde 1970 y de manera ininterrumpida -solo dejó de realizarse en 2021 por motivos de la pandemia – lleva celebrándose el tradicional Concurso de Coches Antiguos en de Santa Cruz de Tenerife, coincidiendo siempre con el domingo de Piñata del Carnaval chicharrero, excepto hace dos años que se celebró, por igual motivo, el 30 de mayo, Día de Canarias.
La 53 edición del concurso se celebró con la presencia de 27 vehículos, todos ellos matriculados entre los años veinte a 1938, auténticas reliquias o joyas del automovilismo tinerfeño, excelentemente cuidados por propietarios que confían en seguir manteniéndolos, aunque no son pocos los que ante la falta de relevo generacional en ese amor por el motor optan por vender semejante patrimonio a colecciones allende de nuestras fronteras. Hay poco lugares en España y en Europa que cuenten como Canarias con tantos vehículos -americanos la mayoría- en perfecto estado, anteriores a la Segunda Guerra Mundial.
El concurso volvió a concentrar a cientos de personas al mediodía -algunos desafiando la resaca carnavalera- en la exhibición de la treintena de coches en el parque García Sanabria, siguiendo siendo admirados durante el recorrido por el centro de la ciudad hasta la avenida de Anaga, donde volvió a congregarse centenares de curiosos para fotografiar la elegancia de estos coches, en una breve exposición. El paseo terminó en el Real Club Náutico con un almuerzo para los participantes, recogiendo cada uno de ellos un recuerdo de la singular prueba, de manos del presidente del Club de Automóviles Antiguos, Abel Febles.