El Jefe del Servicio de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública, Amós García Rojas, señaló que la situación de la Salud Pública antes de la pandemia “era absolutamente deficitaria, con unas plantillas ya envejecidas y con una percepción, tanto sanitaria como social de que no se sabía para qué servía”. “No se ha reforzado tras la pandemia“, alertó.
Además de que “nos confundieron y nos engañaron desde China”, otro de los grandes problemas iniciales que tuvo su abordaje fue que “el sistema sanitario estaba muy debilitado por las políticas de recortes que se habían seguido desde la crisis económica del 2008”, y todavía no se ha solucionado. “Es uno de los factores de debilidad que sigue teniendo el sistema a la hora de abordar nuevas pandemias”.
Por tanto, asegura que “se impone un nuevo método de Salud Pública”, en primer lugar “reconocer que necesita una renovación generacional y mejorar el status que tenemos los profesionales”.
En su opinión también pasa por “dar identidad a la Salud Pública, que esté en un contexto diferenciado del componente asistencial”, y al mismo tiempo que su estructura “reciba una financiación adecuada a sus necesidades”. Una actuación contundente ante nuevas pandemias va a estar “básicamente centrada en una Salud Pública potente y desarrollada”, recalcó.
El representante de España en el Comité Regional de la OMS alertó de que “las circunstancias” que dieron lugar al SARS-Cov-2 “siguen estando ahí”, por tanto, dudó que estemos “preparados” ni se haya “aprendido”. “Una pandemia es un fenómeno global que requiere soluciones globales”, y la COVID-19 ha demostrado una “falta de solidaridad de los países más ricos, por ejemplo al acaparar las vacunas, y entender que se debía solucionar actuando globalmente”.