El Pleno del Cabildo de Tenerife ha aprobado este viernes por unanimidad de todos los grupos –CC, PP, PSOE y Vox– una declaración institucional de emergencia hídrica en Tenerife que incluye, entre otras cosas, tomar medidas para garantizar el abastecimiento de aguas, impulsar desaladoras portátiles, poner en marcha campañas de concienciación sobre el consumo de agua o la creación de una ‘Mesa de la Sequía.
La presidenta, Rosa Dávila, ha valorado la “responsabilidad” de todos los grupos por sacar adelante este acuerdo que ya fue avalado este jueves por las asociaciones del sector primario, y ha reivindicado que los consejeros insulares son los representantes “del pueblo” de Tenerife y por lo tanto están legitimados para tomar esta decisión.
La declaración será tramitada por el Consejo Insular de Aguas e incluye un total de 34 actuaciones de emergencia que persiguen garantizar, de cara a la llegada de los meses más cálidos, el caudal necesario para la sostenibilidad de la producción agrícola y preservar plenamente los usos sanitarios y domésticos.
El documento incluye más de una decena de obras en estaciones de bombeo, depuradoras y abastecimiento, la creación de una o dos estaciones portátiles en la comarca Nordeste (Valle Guerra o Mesa del Mar) y que se pueden utilizar los excedentes.
La isla se encuentra en una evidente situación de estrés hídrico, con un balance hidráulico subterráneo muy deficiente y un descenso constante del agua subterránea.
Además, el Plan Hidrológico de Tenerife constata la sobreexplotación del sistema acuífero y la merma considerable en la calidad de las masas de agua subterráneas de la isla.
De hecho, cada año el depósito de aguas subterráneas de la isla disminuye entre 2,5 y 3 metros lineales de media –son millones de metros cúbicos al año–, si bien se han llegado a alcanzar picos de hasta cinco metros.
En los últimos cuatro años las anomalías térmicas cálidas y el déficit de precipitaciones han sido la tónica habitual en la isla.
Concretamente se han registrado ocho olas de calor y numerosos episodios de altas temperaturas, varios fuera de la época estival, y el número de horas de sol ha sido más de un 10% superior a lo normal desde el punto de vista climatológico.
LAS BALSAS EN MÍNIMOS HISTÓRICOS
La crisis hídrica ha provocado que la reserva de agua de las balsas que gestiona Balten haya alcanzado en el verano de 2023 mínimos históricos, llegando a niveles críticos por debajo del 10%, el nivel más bajo en época estival de los últimos años.
Además, la demanda de agua de riego aumentó considerablemente, suministrándose en el primer semestre de 2023 un 18% más de volumen que lo suministrado en el mismo periodo del año anterior.
En cualquier caso, la situación de partida de este año es mucho peor que la de 2023, año en el que ya estuvo seriamente comprometido el suministro de riego agrícola.