Teodoro Ríos, uno de los padres del nuevo cine canario, nació en Santa Cruz (1946), vivió con su familia diez años en Cuba y regresó a la isla en 1959. Hijo del gran pintor Teodoro Ríos, con su hermano Santiago se dedica al cine de forma autodidacta y por pura afición. Crean ambos la Asociación Tinerfeña de Cine Amateur (ATCA), en 1973. Y ganan varios premios internacionales con “Talpa”. En 1975 se convierten en directores profesionales, creando la primera productora de Canarias, Ríos Producciones. Se dedican principalmente a la publicidad y a los documentales, con éxito. Ruedan su primer largometraje, “Guarapo”, en 1988. Esta película está considerada por la crítica como el film fundacional del nuevo cine canario. Le siguen “Mambí” (1998) y “El vuelo del guirre” (2007). Queda pendiente llevar al cine su guion de “Isleños, la fundación de San Antonio de Texas”. Y no será porque no lo hayan intentado Teodoro y Santiago Ríos. Mantengo esta conversación con Teodoro en Los Limoneros unos días antes de la inauguración de un paseo con el nombre de Cineastas Teodoro y Santiago Ríos, en la ciudad en que nacieron, Santa Cruz, y del reestreno de “Guarapo”, remasterizada y digitalizada por la Filmoteca Canaria. A cine lleno, “Guarapo” se reestrenó estos días en el “Víctor”, como la primera vez en 1988. El “Víctor” es un lugar emblemático para los cinéfilos de la Isla. Son los Ríos protagonistas de la excelente tesis de la doctora Atala Nebot Álvarez (publicada por Editorial Kinnamon). En 2015 deciden retirarse, pero no es del todo verdad. Tras 51 años, aún quedan proyectos.
-Ya tienen calle. En una tierra poco aficionada a los reconocimientos me parece todo un hito. Lo mismo ocurrió con tu padre.
“Efectivamente, a nuestro padre hace años que le pusieron su nombre a un bonito paseo, en el Toscal, cuando ya había fallecido. En nuestro caso se daba la circunstancia de que se estaba cometiendo un injustificable agravio comparativo, porque en Gran Canaria se nos había reconocido ampliamente en más de cinco ocasiones”.
-Pueblo chico, infierno grande.
“Bueno, pero el Ayuntamiento de Santa Cruz, en 2022, consideró que era conveniente reparar el agravio del que te hablé e inició el expediente de concesión de una calle para los hermanos Ríos. Se aprobó en un pleno de 2023 y ya la tenemos, un paseo precioso, a unos 100 metros del Cine Víctor, donde en 1988 estrenamos “Guarapo”, y en nuestro barrio de Salamanca, donde nacimos”.
-Y además, un paseo.
“Sí, honrados de que sea un paseo peatonal, como en el caso de nuestro padre. Nos gusta mucho más que una calle con ruido”.
-¿”Guarapo” es el fiel reflejo de la diáspora canaria, la del hambre?
“De una de ellas. La película fue todo un fenómeno social. Su estreno constituyó un gran acontecimiento y se mantuvo en la cartelera del Cine Víctor más de tres meses. Venía gente de toda la Isla a verla y lo hacían porque contábamos una historia nuestra, la de miles y miles de emigrantes que tuvieron que marcharse por necesidad, en los peores años de la postguerra civil”.
-Todo canario tenía entonces un pariente en América.
“Efectivamente, y todavía lo tiene. Pero el caso es que también estábamos contando, de una forma sincera y sentida, nuestra propia historia. Nosotros habíamos emigrado a Cuba de pequeños y también lo hizo toda nuestra familia años atrás”.
-Oye, Teo, ¿es posible hacer un cine sin sufrimientos en Canarias? Me refiero a si es posible rodar un cine alegre. ¿O es que estamos contagiados por la tragedia?
“Es que el nacimiento de todo país o territorio ha sido, necesariamente, y por la especial condición de la especie humana, a fuerza de sufrimiento. No conozco en ningún caso que se haya concebido nada de eso como un cuento de hadas. Hay que leer “El nacimiento de una nación”, de D.W. Griffith (1915); o “Acorazado Potemkin”, de Sergei Eisenstein (1925), por ejemplo”.
-Canarias no se libra.
“No, en Canarias hemos empezado a contar nuestras historias y un ejemplo es “Guarapo”. Tenemos que comenzar por lo que nos ha traído hasta el presente para saber quiénes somos, de dónde venimos y qué queremos”.
(Han recreado, en vivo, el ataque de Nelson a Tenerife; han organizado festivales de cine; rodaron un villancico que casi se convierte en himno de Canarias, con música de Benito Cabrera, y que se interpreta todos los años; llevaron al celuloide, bueno al video, “La Cantata del Mencey Loco”, de Los Sabandeños, una aproximación épica de la conquista de Canarias; han realizado docenas de documentales de éxito. La suya ha sido una carrera brillante, en ocasiones venciendo mil dificultades. La vida de Teodoro Ríos como profesional no ha sido fácil, ni para él ni para su hermano Santiago, que es una especie de alter ego).
-Háblame de la non nata serie “Atlantes”. Y eso que decían que se habían retirado.
“Oficialmente, lo estamos”.
-¿Y extraoficialmente?
“Existe el proyecto, una serie de seis capítulos de 50 minutos de duración cada uno, dejando viva la posibilidad de secuelas y precuelas”.
-A ver.
“Narrará los quince últimos años de la Conquista de Canarias, de forma directa, sin complejos, donde destacaremos, naturalmente, a nuestros propios héroes, como ha hecho todo el mundo. Ahondaremos en un necesario imaginario propio del que carecemos hoy en día; y además lo haremos con honor y sin victimismo”.
-¿Disponen de financiación?
“Todavía no, la estamos buscando. Contamos con una empresa, Scenic Rights, especializada en tratar con las plataformas de contenidos, que son las que pueden llevar a cabo proyectos de esta envergadura. Esta empresa tiene el nuestro en cartera y lo está moviendo en un mercado televisivo muy competitivo, como sabes”.
-¿Y en qué estado concreto se encuentra el proyecto?
“Mira, lo que hemos podido hacer con nuestros propios recursos es un tratamiento de la serie, con su desarrollo argumental, para intentar un acercamiento necesario a esas plataformas, como son Netflix, Amazon, Disney, HBO, etcétera. Pero es absolutamente necesario construir el guion de un capítulo piloto y eso ya cuesta más dinero. Hasta ahora no hemos logrado el apoyo del Gobierno de Canarias en dos convocatorias a las que hemos presentado el proyecto. Pero lo seguimos intentando”.
(Quedan lejos aquellos tiempos. “Guarapo” costó 100 millones de pesetas de la época, que hoy es muy poco dinero para un largometraje. “Mambí” se terminó con 250 millones. Los presupuestos de hoy en día son siderales. Hablo con Teo Ríos del rodaje de “Guarapo” y de sus personajes secundarios, gente que no había hecho nunca cine y que dio lo mejor de sí misma en la película. O gente del teatro aficionado: Pepe Chela, Ángel Cánovas, Maite Acarreta, el Minuto, Yamil Omar, junto a los excelentes profesionales que participaron en el rodaje. Consulten, si les parece, las fichas de Film Affinity. Es historia del cine).
-Dime algo. ¿Queda algo de los Ríos cubanos?
“No, a lo mejor algún pariente en Cabaiguán, pero perdimos el contacto con ellos. Algo de familia sí queda en Venezuela, dos primos y dos tíos. Pero el sentimiento del emigrante no muere nunca”.
-¿Murió el proyecto de San Antonio de Texas?
“En principio, sí, pero hace poco editamos el guion en español y en inglés. Gustó mucho entre los descendientes de los canarios que conforman la Asociación en San Antonio de Texas. Su nuevo presidente, Freddie Bustillo, vino a finales del pasado año para visitar a las autoridades canarias”.
-¿Pudiste cambiar impresiones con él?
“Sí, me reservó un rato en el hotel Mencey y tuvimos una animada charla en la que me regaló una medalla conmemorativa. Le sugerí ponernos nuevamente de acuerdo, de cara al 300 aniversario de la fundación de la ciudad por canarios (1731-2031). Mi plan es convertir el guion actual para un largometraje en una mini serie de tres capítulos de 50 minutos y ofrecerlas a las plataformas de contenidos”.
-¿Estamos hablando de cuánto dinero?
“No lo sé, pero la película nunca se pudo rodar porque se montaba en seis millones de dólares, en su momento. Son ahora las plataformas las que tienen la justificación para invertir, porque son también dueñas del mercado mundial audiovisual. Trabajaríamos mi hermano y yo el guion, lo actualizaríamos y lo convertiríamos en el nuevo proyecto citado”.
-Además, hay un nuevo Ríos director y productor, Guillermo.
“Sí, mi hijo Guillermo se ocuparía de ponerlo en marcha con River Flow Pictures, la productora heredera de Ríos Producciones. Sería la última oportunidad de hacer realidad el proyecto”.
(Sería un hito. El libro del abogado grancanario Armando Curbelo, que en paz descanse, cuenta la gesta de los canarios en Texas. Están considerados héroes nacionales. Lucharon contra el general Antonio López de Santa Anna en la defensa del fuerte, junto a David Crocket, William Barrett Travis, Jim Bowie, etcétera. Hay un pequeño molino de gofio en El Álamo, cuya pesada piedra fue transportada desde Canarias por los colonos que el marqués de Arguayo envió a poblar aquellas tierras. La historia es preciosa. Una vez la conté en una emisora de radio de Miami y se recibieron miles –sí, han leído bien—, miles de llamadas de la gente, interesándose por la historia).
-¿Existe, como corriente, un cine hecho en Canarias?
“Entiendo que no, al menos con esa denominación. Hay proyectos que van saliendo cada año, pero en mi opinión no existe un modelo con un denominador común aplicable. Las ayudas siguen siendo pocas, de baja cuantía y tremendamente condicionadas. Y eso parece hecho para desanimar a los cineastas. Rodar cine, aunque ahora sea más fácil gracias a la tecnología, sigue siendo caro”.
-¿Para ustedes, para Santiago y para ti, ha llegado la hora del retiro o ustedes, los del cine, jamás se jubilan del todo?
“En realidad ya nos retiramos cuando lo decidimos en 2015, año en que se cerró Ríos Producciones, después de 40 como profesionales. Llegó la jubilación y en ella estamos. No obstante, los creadores no dejamos de pensar por el hecho de jubilarnos. Y seguimos pensando en el cine, como te he comentado cuando hablamos de los proyectos que están en nuestras mentes”.
-Una pregunta, que si quieres no me contestas. ¿Compartes una gala de los Goya reivindicativa hasta el ridículo?
“Absolutamente, no”.
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