Esta es la historia de una de las casas más terroríficas de Tenerife: “todavía se escuchan los llantos”

En el municipio de La Laguna se encuentra una de las casas que más historias paranormales esconde de Tenerife, se trata de la Casa Lercaro, una de las sedes del Museo de Historia y Antropología (MHA), ubicada en el centro histórico.

Esta casa data desde finales del siglo XVI, fecha en la que la familia Lercaro, una familia de comerciantes genoveses llegados a la Isla tras la Conquista, quienes inician su construcción.

Elena Marrero, usuaria de TikTok, compartía a través de la plataforma la historia de la Casa Lercaro: “La leyenda nos cuenta que a partir del siglo XVI, la familia Lercaro quería formar un matrimonio de conveniencia, entre su hija Catalina de 15 años y un señor italiano de avanzada edad. A Catalina, esto no le hacía ninguna gracia, por lo que se pasaba las noches llorando por toda la casa. La noche de la boda, Catalina no pudo más y decidió quitarse la vida en el pozo del patio. Se comenta que después de este hecho, los sirvientes de la casa comenzaron a escuchar muchísimos ruidos y llantos, sobre todo durante la noche, siendo la cocina la habitación más paranormal de toda la casa. Según la leyenda, el cuerpo de Catalina sigue enterrado en algún lugar del patio de la casa”.

Tras esta historia, se dice que los trabajadores del Museo todavía siguen escuchando sonidos extraños, similares a los de un llanto humano.

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Más allá de esta leyenda, la Casa de Lercaro oferta una variada programación de actividades culturales y didácticas coordinadas con la Casa de Carta, la otra sede del MHA.

En las galerías y muros del Museo, los visitantes pueden encontrar desde piezas arqueológicas hasta obras de arte, junto con objetos representativos de diversas eras de la historia de Canarias. Al recorrer sus patios, se desvelan numerosas curiosidades, como los dos carruajes meticulosamente restaurados, datados en los siglos XVIII y XIX, una lápida reutilizada ingeniosamente como escalón, así como, los antiguos pozos que abastecían de agua a toda la mansión.