Durante esta madrugada, se conocía la noticia sobre el fallecimiento de Javier Sánchez, sacerdote de 60 años que sirvió a la parroquia de San Gregorio en Zaragoza. La tragedia que acabó con su vida ocurrió el pasado fin de semana, en medio de una celebración religiosa.
Según informes de El Heraldo de Aragón, mientras presidía la vigilia pascual en el convento de las Hermanas Concepcionistas Franciscanas en el barrio de Santa Isabel, una vela encendida provocó un desafortunado incidente. En un instante, las llamas alcanzaron el hábito del padre Sánchez, dejándole gravemente herido por las quemaduras. A pesar de los esfuerzos para extinguir el fuego y la rápida atención médica, su estado empeoró y fue trasladado de urgencia al hospital Miguel Servet.
Tras una lucha incansable de cuatro días en la unidad de cuidados intensivos, lamentablemente, el sacerdote ha sucumbido a un fallo multiorgánico, según ha confirmado el Gobierno de Aragón en un comunicado oficial. La noticia ha dejado consternada a la comunidad parroquial, donde el padre Sánchez era reconocido no solo por su compromiso religioso, sino también por su talento musical, de ahí su apodo como el ‘cura rockero’.
Este sacerdote, además de su labor pastoral, era un músico que contaba con tres álbumes en solitario, lo que le atrajo una amplia admiración en Zaragoza. Sus contribuciones musicales, que abarcaban desde el pop hasta las baladas, reflejaban una sensibilidad única, y sus letras resonaban con valores universales. La cercanía que mantenía con la comunidad se evidenciaba en su participación en eventos benéficos y en las procesiones de Semana Santa, donde su presencia era una constante.
El legado musical de Javier Sánchez, aunque marcado por una triste despedida, perdurará en el corazón de aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo. Su funeral, que se llevará a cabo el próximo viernes en el mismo convento donde ocurrió el fatídico suceso, será un momento para recordar y honrar su vida y su contribución al tejido social y espiritual de Zaragoza.