Jessica de León es una política con garra. Ya le vale, porque gestionar el turismo y el empleo en Canarias no es moco de pavo. Lleva su tiempo y cuesta mucho trabajo. Los problemas se van de vacaciones cuando los mandan de paseo.
-¿Cuál es el panorama actual del turismo en Canarias?
“La salud del turismo sigue siendo buena. Tenemos unos niveles de ocupación de en torno al 80% y la facturación turística bate récords cada mes. Gasta más y mejor en Canarias. La conectividad aérea la tenemos garantizada cara al verano con ese 9% más de plazas programadas, lo que no significa que vayan a llegar el 99% más de turistas; simplemente, que las reservas han aumentado. Ahora hay que llenar esas plazas de turistas y veremos si Canarias lo consigue. Por lo tanto, creo que deberíamos centrarnos en los debates de futuro”.
-¿Sobre qué?
“Sobre lo que siempre ha dicho esta consejería, que es modificar el bloque normativo para hacer la actividad más sostenible, más rentable y redistribuir mejor la riqueza. La ley de ordenación del turismo del territorio vigente es de 1995 y hay que adaptarla. La idea consiste en refundirla con la ley 2/2013, de renovación y modernización, para que de verdad en Canarias se apueste por la modernización de las instalaciones hoteleras que tenemos en estos momentos y de apartamentos en detrimento del consumo del territorio. Queremos que todo ese bloque normativo asociado al turismo hable en términos de sostenibilidad, pero de la sostenibilidad bien entendida: económica, social y ambiental. Dado que el turismo no está destruyendo empleo -muy al contrario-, que está garantizada la capacidad aérea, es un buen momento para, más allá de la transformación económica y ambiental, afrontar los retos sociales de Canarias”.
-¿Qué mensaje ha dejado la movilización del 20 de abril?
“Que hay un hartazgo ciudadano en la forma de hacer las cosas en Canarias. Ese es el mensaje que yo he captado y que comparto plenamente. Esperar soluciones que nunca llegan en materia de vivienda, de protección del territorio, en movilidad, agua… Lo que tenemos que hacer los gobernantes es agilizar la toma de decisiones, ser valientes, invertir recursos públicos en solucionar los problemas de la ciudadanía. En apenas 10 meses, este Gobierno ha promovido dos iniciativas legislativas y cuatro emergencias que vienen a dar respuesta a parte de las reclamaciones de la ciudadanía. Quiero recordar que empezamos esta legislatura con Mariano Hernández Zapata declarando la emergencia energética y tomando medidas en materia de renovables, de interconexión y suministro energético para islas como La Gomera, que sufrió un cero energético, y ese concurso va a ser resuelto. En vivienda salió el decreto ley de medidas urgentes y, en el ámbito turístico, la ley de ordenación de uso sostenible de la vivienda. Estamos dando pasos en la buena dirección; pero, evidentemente, los resultados no van a ser inmediatos”.
-Al calor de estas protestas ha resurgido el debate sobre la ecotasa o el impuesto turístico. Nueva Canarias y Podemos lo intentaron en la anterior legislatura, con el rechazo de ASG y el “cambio de opinión” del PSOE en el cuatripartito…
“Desde Hacienda, que gestionaba Nueva Canarias, lo podrían haber impulsado perfectamente. De hecho, si mañana se aprobara un ecoimpuesto en Canarias, sería responsabilidad de Hacienda, no de la Consejería de Turismo. Así que achacárselo a Casimiro Curbelo [ASG] me parece una cobardía por parte de los otros partidos del anterior Ejecutivo regional”.
-¿Subir el IGIC a las pernoctaciones, como ha sugerido Fernando Clavijo, sería oportuno?
“En primer lugar, lo que están reclamando es un impuesto, no una tasa. El impuesto puede tener una finalidad concreta -por ejemplo, construir viviendas-, pero, al no ser finalista, va a una caja común y, luego, el Gobierno hace con ese impuesto lo que quiera: viviendas, agua o a la promoción turística, lo que considere conveniente. Habría una finalidad, aunque no sería finalista. Además, apunto un dato incuestionable: Canarias está batiendo el récord de recaudación a través del IGIC, el único impuesto que tenemos directo al consumo de los turistas en el territorio. En Canarias existe un exceso de recaudación por el IGIC y no podemos gastar más, porque nos lo impide la Ley de Presupuestos Generales del Estado; en este caso, la prórroga y la reactivación de las reglas fiscales. De facto, la oposición hace un brindis a la galería para tranquilizar y ganar votos a costa de la masa. A mí me gustaría ser coherente, desde un Gobierno que ha prometido no incrementar la presión fiscal a la clase trabajadora, que tendría que pagar por ese impuesto. Distinto es cobrar por la prestación de un servicio, como la tasa que va a instaurar el Cabildo de Tenerife [a partir del 1 de enero de 2025] por el acceso a los espacios naturales protegidos y que repercute directamente en su mantenimiento: contratar personal, adecuar las infraestructuras… No hemos inventado la pólvora”.
-El de la vivienda de uso turístico es otro asunto candente. La Asociación Canaria de Alquiler Vacacional (Ascav) denuncia que la regulación de esta modalidad que impulsa el PP es de las “más restrictivas” de Europa. ¿La patronal exagera?
“El Ayuntamiento de Madrid, la cuna del liberalismo supuestamente, ha hecho lo mismo en el ejercicio de sus competencias. Eso es lo que plantea el anteproyecto de ley del Uso Turístico de Viviendas [el periodo de información pública finalizó el jueves 9 de mayo]. Hasta que el plan general no concrete cuántas, dónde y cómo, ni una sola licencia vacacional más, porque necesitamos volver a la ordenación territorial y que esta actividad económica tenga equilibrio en el territorio, que no se desequilibre la población residente con respecto a la turista. Esto lo recoge precisamente la normativa canaria. Sentido común”.
-¿Sobran alojamientos?
“Desde 2016 hemos perdido 50.000 plazas de hoteles y apartamentos. Hemos decrecido, no crecido. Por otro lado, la vivienda vacacional ha crecido del orden de un 25% desde 2017 y ese es el incremento sustancial de camas que se ha producido en Canarias, que no es ni malo ni bueno. Yo estoy a favor, con una regulación, un orden y un equilibrio”.
-Con control…
“¡Claro! No puede ser que a cualquier tipo de vivienda en cualquier zona de cualquier barrio, incluso siendo de protección oficial, en 24 horas se le dé una declaración responsable y entre a operar en el mercado turístico”.
-¿Y la saturación demográfica, de la que tanto se habla?
“Es preocupante, porque el crecimiento poblacional no se está viendo acompañado de infraestructuras que atiendan esa demanda de población. Fuerteventura lo ha vivido en las últimas décadas. Recuerdo que en la época de finales de los 90 hubo un bum turístico y de repente eran 20.000 o 30.000 habitantes más, sin colegios, hospitales ni carreteras. La población ha seguido creciendo sin ese acompañamiento. En algunas islas, el envejecimiento poblacional tampoco ha ido parejo al desarrollo de las infraestructuras que va necesitando esa población, como residencias de salud mental y recursos sociosanitarios en general. Lo que ha fallado es la planificación de las infraestructuras, destinar recursos públicos, la ordenación del territorio para habilitar esos suelos y que después todo pueda ejecutarse conforme a un crecimiento poblacional o decrecimiento. No obviemos que en Canarias hay dos velocidades: islas que crecen y otras que decrecen. No hay varitas mágicas. Las fórmulas para Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote no funcionan en El Hierro, La Gomera y La Palma. La saturación no es una realidad uniforme”.
-Ese principio estuvo muy presente en la Conferencia de Presidentes de Cabildos…
“Ha sido un primer foro para acordar los grupos de trabajo. A esta consejería le toca la mesa de fiscalidad y empleo turístico, desde esa triple perspectiva: el conjunto de Canarias, las islas verdes y las áridas. A ello añadimos que La Graciosa se halla encuadrada administrativamente en un término municipal [Teguise] de Lanzarote”.
-Dentro de Gran Canaria y Tenerife hay matices…
“Sí. La despoblación en medianías contrasta con la concentración en la costa. Entonces, tendremos que articular medidas para que no se mueren los pueblos, la agricultura… Y sostener el paisaje y la idiosincrasia de Canarias, que la población se asiente allí donde encuentre un proyecto de vida. Las familias se mueven buscando un futuro, no porque no les guste su pueblo”.
-Se entiende que los Premios de Turismo amplían su campo de visión no por capricho, sino con una intencionalidad…
“Hemos modernizado el decreto 29/2014. Los Premios de Turismo Islas Canarias distinguirán los méritos relevantes de aquellas personas, tanto físicas como jurídicas, que hayan destacado en aspectos como el empleo, la comunicación, la innovación, la accesibilidad e inclusión, la sostenibilidad y la excelencia. Se plasman los objetivos de la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible”.
-Son varios los planetas que giran alrededor del sol y la playa, y se benefician del sistema…
“Sin duda. Cuando a mí me hablan del cambio de modelo, yo interpreto que es el modelo económico de Canarias. El cambio del modelo turístico se me antoja complicado. Somos una potencia líder en el mundo por ser este un destino de sol y playa competitivo en calidad. Y esto nos ha costado muchísimos años: rehabilitar la planta hotelera, meter hoteles de cuatro cinco estrellas donde antes había tres estrellas o apartamentos… El destino compite ante países que únicamente pueden ofrecer precios. Además del clima, Canarias aporta calidad y seguridad. Es un modelo de éxito rotundo, mejorable”.
-¿Les han llegado por conductos oficiales reacciones desde los mercados emisores al malestar de colectivos e individuos que realizan pintadas hostiles?
“Sí. Los operadores están preocupados porque juzgan que la Administración deberían dar una respuesta ágil a las demandas de los canarios. Nos han transmitido su intención de ayudarnos para arreglar algunos de esos problemas”.
-¿Los datos son generosos?
“Son buenos y los analizamos con prudencia. Los más de 900.000 ocupados representan una cifra histórica”.