El principal accionista del CD Tenerife, José Miguel Garrido, presuntamente usó la misma empresa a la que cargó “gastos y consumos”, tales como el “colegio de hijos, vehículos, electricidad, telefonía, seguros médicos, etc”, a modo de “instrumento para ocultar parte de sus ingresos profesionales, mediante la facturación por Global Exchange de servicios que han sido prestados personalmente por él y que, una vez localizados en esta sociedad, soportan una tributación directa mucho menor a la que correspondería por su correcta tributación en el IRPF”.
Así lo detalla un escrito de la Fiscalía anticorrupción, en el que se describe el entramado societario por el que Garrido habría intentado defraudar a Hacienda de 2011 a 2015, como ha reconocido para evitar penas que impliquen su ingreso en prisión.
Según la Fiscalía, Garrido recurrió a un entramado societario de hasta 13 empresas (alguna radicada en el paraíso fiscal de Gibraltar) “que el acusado Fernando Peña [responsable del bufete a cuyos servicios recurrieron los encausados por el llamado caso Nummaria] proporcionó para ocultar los ingresos que obtuvo de su actividad profesional en Thesan Capital”.
Al comprobar los datos de Thesan Capital, se desvela cómo acabó Garrido en este embrollo, ya que el principal responsable de dicho fondo, especializado es el también encausado por este caso José Luis Macho, un exdirectivo -como Garrido- de la multinacional Campofrío antes de liderar este fondo especializado en reflotar empresas en apuros y conocido en España por liderar el fallido proyecto de un equipo netamente español en la Fórmula 1 y conocido en nuestro país como HRT, que resultó un fracaso.