tenerife

El Norte de Tenerife pierde playas y piscinas

La comarca tiene once instalaciones deportivas de las cuales dos están vacías, dos pendientes de terminar y una no se ha abierto, mientras que tres zonas de baño se encuentran cerradas al público
El Norte de Tenerife pierde playas y piscinas
La demolición de la piscina de Las Aguas permitirá recuperar acceso a la playa. DA

Llega el verano y con esta estación, la demanda de lugares de baño. Playas, charcos y complejos de piscinas se inundan de personas que quieren combatir el calor con un buen chapuzón, da igual si es agua dulce o salada.

Lo cierto es que las personas que elijan la segunda opción están limitadas dado que dos parajes claves en el norte de Tenerife están cerrados. Uno es la playa de Los Patos, en La Orotava, debido a que los últimos desprendimientos no garantizan la seguridad de las personas pese a los últimos trabajos de saneamiento que se realizaron en el acantilado.

Debido a ello, el Ayuntamiento tomó la decisión de cerrarla durante todo el verano ya que pueden producirse nuevos desprendimientos en cualquier momento.

Además, los técnicos municipales y de empresas especializadas en este tipo de trabajos han concluido que es necesaria una actuación de mayor envergadura que conlleve un estudio geológico en el que se analice qué medidas se pueden llevar a cabo para evitar nuevos desprendimientos que pongan en peligro la vida de las personas.

Una decisión que no sentó bien a los usuarios de este enclave orotavense, que el año pasado volvieron a disfrutar de esta zona de baño, cerrada desde julio de 2013 porque no se terminaba la construcción de una nueva escalera que les permitirá llegar con seguridad. Una actuación muy compleja debido a los desprendimientos en la zona y a la orografía del terreno.

La otra sorpresa inesperada de este verano es el cierre del Complejo Playa Jardín debido a la contaminación de aguas residuales. Esta zona de la costa portuense es una de las preferidas por los bañistas del Norte y los turistas que visitan el municipio. Aunque la situación no es nueva, en esta ocasión, la medida tiene carácter indefinido, pendiente del protocolo de seguimiento que se ha establecido para ver la evolución de los parámetros cuyos resultados permitirán o no levantar esta restricción.

Pese a que el actual estado de las aguas puede provocar cuadros gastrointestinales por ingestión y otro tipo de afecciones, como infecciones respiratorias agudas y de oídos, ojos, fosas nasales y piel, son muchas las personas que desde su cierre, el pasado 3 de julio, han hecho caso omiso a la advertencia de los carteles a pie de playa. Por esta razón, el Ayuntamiento decidió el viernes aumentar la señalización de prohibición en todo el complejo mientras se adoptan las medidas por parte de las distintas administraciones. Así, el Ayuntamiento seguirá trabajando en la mejora del saneamiento de Punta Brava; agilizando el proyecto del desvío de las aguas residuales procedentes de La Vera y Las Dehesas que llegaba hasta ahora a la EBAR de Playa Jardín; y pondrá en marcha un plan para analizar todo el entorno, tanto las viviendas residenciales como el sector empresarial.

El Cabildo se compromete por su parte a acelerar las inversiones ya proyectadas y presupuestadas, como la rehabilitación integral del emisario, que espera por una autorización de la Dirección General de Costas para poder iniciar las obras, y la ampliación de la depuradora comarcal que da servicio también a Los Realejos y La Orotava, y que ha quedado obsoleta en cuanto a capacidad.

Los usuarios y usuarias de la playa de Santo Domingo, en La Guancha, están más resignados, puesto que la única zona de baño en el municipio se cerró al público en 2010. Hasta ese momento era frecuentada por muchos pescadores al ser uno de los escasos puntos de Tenerife autorizados, aunque con limitaciones, la pesca submarina, y también por allí bajaba la Virgen del Carmen.

Los derrumbes comenzaron en 2007 pero fue exactamente en 2010 cuando se impidió el acceso y desde entonces, comenzó una larga espera por un proyecto que permita una rehabilitación que nunca llega pero que forma la hoja de ruta del Cabildo de Tenerife en cada mandato. Las piscinas no han corrido mejor suerte en la última década. Justamente la de este último municipio espera por su apertura hace más de cinco años. La obra fue recepcionada por el Ayuntamiento en 2019 pero no se ha puesto en funcionamiento debido a que es necesario ejecutar la urbanización exterior. Esta actuación no estaba contemplada en el convenio con el Cabildo y era responsabilidad del Ayuntamiento, que a día de hoy no la ha concretado pero que espera sacarla a licitación antes de que culmine este ejercicio.

La infraestructura deportiva tuvo un coste de 2,6 millones de euros y fue inaugurada el 28 de febrero de ese año por el Cabildo en un acto al que el alcalde, Antonio Hernández (PP), se negó a acudir porque no estaba terminada y no quería engañar a los vecinos. No obstante, firmó el acta de recepción de las obras para que Acciona, la empresa encargada de ejecutarlas, no tuviera problemas.

La mala suerte también persigue a la piscina de Los Silos, cerrada desde 2019, al finalizar la concesión administrativa otorgada al Ayuntamiento por la Dirección General de Costas en 1968 y que no se renovó.

CC achaca la responsabilidad al Gobierno de ese momento, al frente del cual estaba el socialista Santiago Martín, porque no tramitó la prórroga de la concesión para la ocupación del dominio público marítimo terrestre en esta zona, que culminaba en 2018. Sin embargo, la actual alcaldesa, Carmen Luz Bazo, recordó que fueron sus antecesores (CC-PP) los que no acudieron a la vía del Contencioso-Administrativo para reclamar la piscina.

Para desbloquear esta situación que perjudica tanto a los usuarios de la instalación como al sector comercial, el Consistorio presentó un recurso contencioso administrativo contra el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para reavivar la oportunidad jurídica de recuperar las instalaciones al tiempo que trabaja en una nueva concesión.

El camino también ha sido complejo en Santa Úrsula, cuyos vecinos llevan cinco años sin piscina debido al conflicto entre el Ayuntamiento y la empresa concesionaria Eulen, que abandonó la gestión antes de tiempo por motivos económicos, según argumentó en su momento.

El cierre de esta infraestructura, ubicada en La Quinta, tampoco estuvo exento de polémica por coincidir con la campaña electoral de 2019.

Ha pasado un mandato en el que el grupo de gobierno no ha conseguido iniciar las obras que posibiliten que vuelva a ser abierta aunque el alcalde, Juan Acosta, aseguró el año pasado a este periódico que se estaba elaborando el proyecto para licitar los trabajos que será necesario acometer dado que las condiciones en las que se entregó el inmueble “fueron lamentables”. Ocasión que también se aprovechará para ejecutar una reestructuración interna y darle a la instalación un carácter “más social”. Lo cierto es que el proyecto no ha sido presentado a la población y sus detalles se desconocen.

Mientras tanto, los usuarios se han mudado a otras piscinas de la comarca en las que los ayuntamientos no han dudado en inyectar importantes cantidades económicas debido a los beneficios que reporta para la población. Es el caso de la piscina de El Mayorazgo, en La Orotava, o de La Matanza de Acentejo, con una ampliación que ha permitido añadir dos calles con posibilidad de ampliarla a 50 metros y nuevos accesos con rampas externas, actuaciones que se han ejecutado en un año.

La piscina de El Tanque, situada en el parque El Lance, ha sido llenada y eso despista a muchos vecinos sobre su apertura, que no será inminente y tampoco este verano, como muchos esperaban. La obra se encuentra en fase de climatización, a la espera del informe sanitario, y velando por el cumplimiento de una normativa compleja.

Puerto de la Cruz padeció el cierre de su piscina, una de las pocas de 50 metros de largo y al aire libre, durante casi nueve años debido a una avería en la sala de máquinas. Fue en diciembre de 2015 y, desde entonces, los deportistas de la ciudad también se han visto obligados a buscar otras instalaciones para poder entrenar.

Sin embargo, tanto Cabildo como Ayuntamiento han logrado superar las dificultades urbanísticas y técnicas y el Centro Insular de Deportes Acuáticos (Cidac) es ya una realidad que no tiene vuelta atrás. Desde hace unos meses, el cronómetro corre hacia adelante a la espera de inaugurar un recinto que se encuentra en su última fase y que, además del uso por parte del público y los clubes locales, será un centro deportivo de referencia y una sede de competición homologada que repercutirá en el destino Puerto de la Cruz.

Los Realejos también afronta un reto importante: la construcción de una nueva piscina y la reforma y ampliación de la actual, cuyo solar se aprovechará para el futuro complejo deportivo. Este proyecto marcha sin pausas a la par que la vieja piscina sigue abierta. Tras la realización de un estudio de viabilidad económico financiero previo, en agosto de 2022 fue adjudicada su redacción que estará basada en dicho estudio.

Los equipamientos de Tacoronte, Icod de los Vinos, y Buenavista del Norte no han sufrido grandes cambios si bien es cierto que en este último caso, el vaso estuvo cerrado desde febrero hasta junio para aprovechar a hacer obras pero el resto de las instalaciones del edificio permanecieron abiertas y la actividad se desarrolla con normalidad.

San Juan de la Rambla vive una situación peculiar en cuanto a zonas de baño, dado que la antigua piscina de Las Aguas ha pasado a ser un recuerdo para los habitantes del barrio y de esta localidad. Su demolición se contemplaba desde 2010 debido a que era imposible recuperarla como consecuencia de la erosión sufrida por las inclemencias del tiempo y del mar. El proyecto que a ejecutar permitirá recuperar los accesos a la playa. Así, los rambleros han perdido su piscina pero podrán ver el espacio abierto al mar, que se ampliará debido a que se empatará la zona de baño existente con el nuevo espacio ganado gracias al derribo.

TE PUEDE INTERESAR