El cambio climático tendrá un impacto significativo en Canarias, donde se prevé un aumento en la frecuencia de eventos meteorológicos extremos como lluvias intensas, olas de calor y nevadas para el año 2050. Según un informe de la NASA, algunas áreas del planeta podrían volverse inhabitables debido a estos cambios climáticos.
La agencia espacial ha llegado a esta conclusión utilizando dos herramientas: informes de satélites meteorológicos que proporcionan un mapa con proyecciones para las próximas cinco décadas, y el índice de bulbo húmedo, que combina la temperatura y la humedad del aire para indicar el límite térmico que los seres humanos pueden tolerar.
El informe destaca que una temperatura de bulbo húmedo de 35 grados durante seis horas continuas supera la capacidad del cuerpo humano para regular su temperatura a través de la sudoración.
En tales condiciones, el cuerpo no puede enfriarse adecuadamente, lo que representa un riesgo significativo para la salud humana. La humedad juega un papel crucial, ya que el aire húmedo retiene menos humedad adicional, ralentizando la evaporación del sudor y dificultando la disipación del calor corporal.
Este fenómeno tiene implicaciones importantes, ya que diferentes regiones experimentarán estos efectos de manera diversa. Las áreas con alta humedad serán más vulnerables, mientras que regiones menos húmedas, como algunas partes de España, podrían manejar mejor las temperaturas elevadas.
Ciudades de España inhabitables en 2050
Sin embargo, según el informe The Future we don’t want del Centro de la NASA para la Simulación Climática (NCCS), lugares como Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía enfrentarán temperaturas de 35 grados o más durante tres meses consecutivos en 2050.
El informe de la NASA también menciona que ciertas regiones como el sur de Asia, el Golfo Pérsico, el Mar Rojo, el este de China, partes del sudeste asiático y Brasil superarán regularmente las temperaturas de bulbo húmedo de 35 grados en los próximos 30 a 50 años. Estas áreas serán las más afectadas debido a su alta humedad, haciendo que el calor extremo sea aún más peligroso.
El cambio climático, por tanto, no solo implica un aumento en la temperatura global, sino también en la frecuencia y severidad de eventos climáticos extremos, lo que requerirá medidas de adaptación significativas para proteger la salud y la vida humana en las regiones más vulnerables.