Para la difícil tarea de recuperar los ecosistemas de nuestros océanos, han aparecido algunas organizaciones que se han marcado este objetivo. Los Jardineros del Mar es uno de los proyectos más ambiciosos para la reforestación marina en nuestras islas. Innoceana es la organización internacional de conservación marina sin fines de lucro que ha lanzado este proyecto innovador. Hace pocas semanas, la Unión Europea presentó el nuevo Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza, una legislación pionera en materia de recomposición de hábitats marinos, que financiará estas tareas y sienta un precedente en el continente. Con esta normativa, se espera que para el año 2030 se restaure el 20% de los ecosistemas degradados y para el 2050, casi el 90%. Un plan de choque para remodelar nuestros océanos, que aquejaban una degradación sistemática.
Los Jardineros del Mar se dedica a la restauración de las praderas marinas en la zona de Abama, en la costa suroeste de Tenerife, con el objetivo de frenar la pérdida de los sebadales, una especie crucial para la vida humana y para las especies acuáticas que habitan en nuestros océanos. La iniciativa cuenta con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Las praderas marinas, especialmente las formadas por la seba (Cymodocea nodosa), son vitales para la biodiversidad en las Islas Canarias.
Estos hábitats submarinos no solo proporcionan refugio y sustento a numerosas especies, sino que también actúan como sumideros de carbono, enterrando aproximadamente 27,4 millones de toneladas de carbono orgánico al año en los sedimentos marinos a nivel mundial. Sin embargo, la situación de estas especies vitales para nuestras vidas es crítica. Las Islas Canarias han perdido aproximadamente el 50% de sus praderas marinas en las últimas dos décadas debido a factores como los emisarios ilegales de aguas residuales, el desarrollo costero y el fondeo incontrolado de embarcaciones.
A día de hoy, en la fase inicial del proyecto Los Jardineros del Mar, se realizó un trasplante piloto de praderas marinas desde una pradera saludable en el lado este de la isla hacia el área de restauración designada. La siguiente fase del proyecto se centra en ampliar los esfuerzos de restauración de estos sebadales y, para ello, Innoceana busca donaciones externas para revitalizar el fondo marino de Tenerife y restaurar este ecosistema.
“SON PRADERAS SUBMARINAS”
Carlos Mallo es el director general de Innoceana. Natural de Galicia, estudió en la UPM de Madrid para convertirse en ingeniero de caminos y, enamorado del buceo, su destino le llevó a Tenerife, donde comenzó su carrera construyendo algunos tramos del anillo insular de Tenerife. Su pasión por el mar le hizo fundar Innoceana, una organización que ahora opera en lugares como Costa Rica y California.
“Empezamos en el año 2019, monitoreando los sebadales, es decir, las praderas submarinas”, explica Carlos. Relata las técnicas que usan para encontrar estos ecosistemas marinos y los problemas que tienen, ya que cada día son menos frecuentes de encontrar en nuestros mares: “utilizamos GPS, drones y embarcaciones con sistemas de sonar. Nos hemos encontrado con que en muchas áreas donde había sebadales históricos, estos ya no existen”. La visión de Innoceana para restaurar estos ecosistemas ha sido fundamental para lograr concienciar a la ciudadanía de esta problemática.
EL FUTURO DE LA RESTAURACIÓN MARINA
Carlos también destaca la importancia de las praderas marinas como sumideros de carbono y su papel en la mitigación del cambio climático. “Los sebadales son bosques marinos que secuestran dióxido de carbono”. Aun con eso, Mallo no solo resalta esta función para los humanos, sino que los animales marinos también se aprovechan de este ecosistema marino. “Los sebadales, para muchas especies como las tortugas, sirven tanto como alimento como vivienda. De hecho, es muy fácil encontrar allí muchas especies anidando”, comenta.
Recientemente, se firmó una pionera normativa europea, el Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza, que, como Carlos define, “es nuestra salvación”. Esta nueva normativa establece objetivos ambiciosos para la restauración de los ecosistemas degradados. “Para 2030 quieren que se restaure el 20% de los ecosistemas degradados y para 2050 el 90%. Esto es extremadamente difícil, pero traerá financiamiento”, resalta.
Carlos resalta la función imprescindible de estos sebadales para la vida del ser humano: “de hecho, este dato no se da a conocer por las instituciones, pero una de cada dos respiraciones que realizamos, llenan nuestros pulmones con oxígeno generado en los océanos”. Este cifra provienen de un informe diseñado por el National Ocean Service de Estados Unidos, que indica que aproximadamente la mitad del oxígeno de la Tierra proviene del océano, y casi la misma cantidad es consumida por la vida marina.