El 19 de septiembre de 1602, se resolvió uno de los conflictos más significativos de la historia de Canarias: el segundo “Pleito de los Naturales” por la posesión de la imagen de la Virgen de Candelaria. Este evento marcó un hito en la relación entre los guanches y las autoridades coloniales.
Según el estudio académico “Reflexiones en torno al ‘Pleito de los Naturales‘” del investigador Miguel Ángel Gómez Gómez, el conflicto surgió a finales del siglo XVI entre los guanches, los regidores del Concejo y los frailes dominicos.
Contexto y desarrollo
Los aborígenes canarios querían llevar la imagen de la Virgen de Candelaria en procesión, lo que llevó a un proceso legal que se extendió durante varios siglos. La disputa no solo era religiosa sino también cultural, ya que la Virgen representaba un símbolo de identidad para los guanches.
Incluso llegaron a solicitar justicia ante el rey, defendiendo su derecho a participar en las procesiones de la Virgen.
La Virgen de Candelaria sigue siendo un emblema de gran importancia en esta isla en particular, pero también en el resto del Archipiélago.
Cada año, miles de fieles celebran su festividad, reforzando su papel como un símbolo de identidad y unidad en Canarias.
La resolución del pleito en 1602 ayudó a consolidar su veneración y a establecer un lazo entre la historia y las tradiciones canarias.