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Garrido ya confesó delitos fiscales y pasó con más pena que gloria por otros clubes de fútbol peninsulares

El empresario madrileño reconoció, en el caso Nummaria, que usó un entramado societario para falsear sus declaraciones por el IRPF durante años
José Miguel Garrido Cristo, máximo accionista del CD Tenerife.

En la trayectoria del máximo accionista del CD Tenerife, José Miguel Garrido, ya figuran problemas con los tribunales de justicia anteriores a la querella que ayer presentó en un juzgado capitalino un fondo de inversión británico contra él y dos empresas a las que está ligado por la presunta comisión de delitos, tales como estafa y falsedad en documento público, una querella sobre la que hoy informa de nuevo en exclusiva este periódico y relacionada con la venta de un 10% de las acciones del representativo a dicho fondo en operación que permanecía oculta para la afición, patrocinadores y resto de accionistas, hasta que DIARIO DE AVISOS desveló su existencia también esta misma semana.

Lo cierto es que, en el expediente de Garrido, destaca sobremanera su implicación en el llamado caso Nummaria, con gran relevancia pública al figurar en el mismo otros investigados de, incluso, mayor notoriedad, como los protagonistas de la exitosa serie de TVE Cuéntame Imanol Arias y Ana Duato.

Cuando fue llamado a declarar como investigado, Garrido respondió “sí, lo hago” en el momento en que la jueza le preguntó si reconocía los delitos por los que se le encausaba. Como también se puede escuchar en la grabación de dicho interrogatorio (cuya copia obra en poder de este periódico), el empresario madrileño asintió igualmente tanto al ser cuestionado sobre si reconocía los hechos por los que se le acusaba como si era consciente de las penas y la indemnización que tendrá que afrontar. Reconocía así la comisión de hasta cinco delitos contra la Hacienda Pública contemplados por el artículo 305 del Código Penal vigente para evitar su ingreso en prisión, dado que, con la rebaja de las penas incluida en estos supuestos, no se supera el límite de los dos años.
Para su comisión, usó un entramado societario en el falseamiento de sus declaraciones por el IRPF desde 2011 a 2015, ambos años inclusive. El objetivo de recurrir a dicho entramado era eludir el pago de las cuotas que, por tal concepto, tenía que abonar a la Hacienda Pública y cuyo volumen total asciende a 1.872.816,97 euros.
Pero en la trayectoria de Garrido constan igualmente otras incursiones en el ámbito del deporte profesional. Así, Garrido fue socio fundador de Thesan Capital, una mercantil especialista en invertir en compañías con apuros económicos y con la que tuvo relación con la escudería de Fórmula 1 Hispania Racing Team, ya desaparecida tras su más que discreto resultado. Luego, compró las acciones del Albacete Balompié, inmerso entonces en una crisis aún peor que la del CD Tenerife actual. En julio de 2017, vendió el club manchego al grupo inversor Sky Line y dimitió.
Tras intentar algo similar con el CD Castellón, se vino a Tenerife y el resto es bien conocido.

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