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Chinches en hoteles de Tenerife: entre la realidad y un posible fraude por denuncias masivas de turistas británicos

No hay constancia de ninguna denuncia oficial por plaga de estos insectos; en 2016 bufetes británicos se desplazaron a zonas turísticas invitando a interponer demandas a sus compatriotas
Chinches en hoteles de Tenerife: entre la realidad y un posible fraude por denuncias masivas de turistas británicos

La pasada semana, medios como Daily Mail o The Sun recogían las quejas de turistas británicos en las que se alertaba de una plaga de chinches en hoteles del sur de Tenerife. Señalaban, en concreto, algunos complejos hoteleros, además de apuntar a posibles denuncias de esos propios viajeros.

No es la primera vez que surge una polémica de este estilo y, curiosamente, en esta ocasión parece repetirse el patrón: llegan quejas de huéspedes que, representados por bufetes interponen demandas. En 2017 se llegó a dar el caso de que estos bufetes eran móviles, es decir, se desplazaban hasta las Islas, a zonas turísticas, para recibir allí las denuncias.

Chinches y cambio climático

Pero: ¿realmente hay más plagas de chinches? La respuesta es compleja: sí y no. Jorge Galván es el director general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), con más de 500 empresas asociadas, muchas de ellas en las islas Canarias.

“Con el cambio climático y la globalización, sobre todo con el transporte de mercancías y personas, existe una mayor proliferación de artrópodos”, desvela Galván que, en relación a los chinches, reconoce que es la plaga que “más viaja” incluso con nosotros: “La llevamos, sin querer, en las maletas y la ropa al viajar. No tiene que ver con la poca limpieza. Si usted viaja a China o Sudamérica y luego se aloja en un hotel de cinco estrellas dejará allí el chinche si lo trae consigo. No es algo que tenga que ver con el nivel higiénico ni con cuestiones culturales”.

Realidad contra sensaciones (o publicaciones)

Jorge Galván destaca varios estudios recientes en los que se ha constatado que es más la presencia en medios de comunicación de presuntas plagas de chinches que la existencia de las mismas: “En Francia, en los Juegos Olímpicos, se habló mucho sobre la presencia de chinches en la Villa Olímpica y luego se constató que era algo de lo que se hablaba más en algunos medios de comunicación que la situación real”.

Galván recalca que, en relación al caso que nos ocupa, o a los últimos presuntos casos denunciados desde el Reino Unido, no se ha recibido “denuncia alguna” al respecto, enfatizando en los controles que se llevan a cabo en Canarias: “No hay denuncia ni hay una progresión desaforada de chinches. ¿Aparecen? Por supuesto, pero tenemos las herramientas para controlarlos. España es uno de los mejores sitios a nivel mundial a nivel higiénico y sanitario de todo el planeta y Canarias, dentro de España, mantiene unos niveles muy, muy exigentes, tanto a nivel privado como público”.

Jorge Galvá, en relación a las últimas informaciones surgidas en periódicos del Reino Unido lo tiene claro: “Alertar está bien, por supuesto; alarmar, no”.

¿Estamos ante un timo masivo?

En 2016, la revista Interviú publicó un reportaje de cinco páginas en los que se relataban casos en los que turistas británicos denunciaban a establecimientos hoteleros con el fin de poder obtener un beneficio económico.

La publicación desvelaba la existencia de bufetes móviles de abogados que se movían por las zonas turísticas de todo el Estado ofreciendo sus servicios con un resultado más que evidente: el número de denuncias aumentó en un 700%.

En esa ocasión la particularidad, según las declaraciones de varios empresarios, es que todas las denuncias llegaban de turistas ingleses, algo que unido a la presencia de este tipo de despachos de abogados les hacían sospechar de las verdaderas intenciones.

Jorge Galván destaca la necesidad de que estas situaciones no queden impunes, ya que “estamos hablando de un sector económico que es clave para nuestro país”, de ahí la importancia de destacar y reconocer el nivel de los controles que “se llevan a cabo”.

¿Estamos ante otra avalancha de denuncias de turistas británicos? Solo el tiempo dirá si se puede repetir una situación como la de 2016.

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